Juliet | Draco Malfoy

Capítulo 10.

Me arrastré fuera de la cama con un dolor de cabeza y la nariz tapada. ¿Cómo es posible estar completamente bien en la noche, para luego despertar sintiéndose horrible?

Ya eran las 8:00, pero ya que era sábado, el desayuno no se servía hasta las 08:30. Sin clases el sábado y el domingo, estaría mintiendo si dijera que no estaba deseando que llegaea el fin desemana. Las prácticas de Quidditch comenzabab mañana y este era mi primer año como capitana. Además de que con mi cita con Draco era hoy, y todo perfila para ser un buen fin de semana.

Pero no si sigo sintiéndome horrible. Abrí mi baúl y agarré todos los libros de hechizos que tenía dentro, buscando frenéticamente el correcto. Sé que tenía un hechizo útil, recuerdo haberlo visto antes. Tomé el libro en cual debería estar; 'Hechizos Médicos de brujas y magos avanzadas' y lo abrí. Estos hechizos solían tardar un par de minutos para funcionar, y tenía que estar lista a tiempo para el desayuno y luego de vuelta para encontrarme con Draco.

Estuve hojeando el libro pero no encontré nada remotamente útil. "Fijación de huesos rotos'', "Curación de quemaduras",  ''Calmantes de tos, ''Eliminar forúnculos". Reí al recordar  los ojos de Pansy anoche, cubiertos de horribles forúnculos. Por una vez, me gustaría ser una muggle, y sólo tomar un montón de esas extrañas pociones que llaman antibióticos y sentirme mejor. A veces, ser una bruja hace las cosas mucho más complicadas.

Finalmente, lo encontré. "Nariz tapada despejada". Leí rápidamente a través de las instrucciones y practiqué el movimiento de varita un par de veces con mi dedo, agarré mi varita, aclaré mi garganta, y tomé un pañuelo de papel. Sostuve el pañuelo contra mi nariz, como decía en el libro, y moví mi varita, entonces recité "Purgantibus Nasalus"

Esperé por 5 segundos, y no pasó nada. Nada más que el impulso de estornudar. Dejé caer mi varita y me aseguré de que el pañuelo estuviera cubriendo mi nariz, antes de dejar escapar el estornudo más fuerte que he oído nunca.

-¡AAAACCCHHOOOO! - grité. El pañuelo se llenó de mocos y lo coloqué en el suelo - Wingardium Leviosa - El sucio pañuelo flotó en el aire, lo acerqué a la basura antes de decir "Incendio". El pañuelo estalló en llamas. Es la forma más higiénica de disponer de un pañuelo usado, mamá siempre decía. El pañuelo se quemó rápidamente y las cenizas cayeron en un contenedor estratégicamente.

Mi cabeza se sintió más clara al instante, y gracias a Dios, mi nariz también lo hacía. Puse el libro de hechizos de vuelta en mi baúl y me di prisa para tomar una ducha y vestirme. Hice un esfuerzo, teniendo en cuenta que iba a estar con Draco. Agarré un par de jeans azul marino y una camiseta manga larga azul, una linda bufanda de color lapislázuli y mi par de largas converse que tanto solía usar.

Me cepillé el cabello y jadeé alarmada cuando me di cuenta de que ya eran las 8:20 am. No estaba autorizada para perderme el desayuno, a menos que tuviera el permiso de un profesor o estuviera enferma. Además, todavía tenía que ir a la lechucería y entregar la carta de Charlie.

Apliqué un poco de rimel, sabiendo que tendría que volver a por mi escoba de todos modos. Con eso, guardé mi varita en el bolsillo trasero y dejé mi habitación a toda prisa, sin detenerme a saludar a nadie en la sala común. La lechucería estaba a una distancia considerable de las mazmorras de Slytherin, a 20 minutos si camino, tal vez 10 si corro.

Es cansado correr por las escaleras y a lo largo de los corredores, y rogué por no encontrarme con algún profesor. No se supone que se deba correr en la escuela y como prefecta, podría ser castigada más que un estudiante regular. Se supone que debo dar un buen ejemplo y todo eso.

Pero no me importa, si no entregaba la carta ahora, entonces puede que no tuviera otra oportunidad hoy, y con el Quidditch todo el día de mañana no quería estar preocupada de asegurarme de entregar esta carta.