Capítulo 33.

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-Departamento de Misterios - Anunció el megáfono.

Nos tomó alrededor de 2 horas llegar a Londres, tiempo lleno de temor y nerviosismo ya que intentábamos guardar nuestra energía, mientras que al mismo tiempo intentábamos no caernos de los thestrals y encontrar una muerte segura. Según Luna, los thestrals tenían una capacidad única de volar a casa, por lo que serían capaces de volver a Hogwarts sin ningún problema y no tendrían que preocuparse por ningún muggle aterrador que por casualidad haya visto morir a alguien.

Bajamos de los thestrals en un callejón, el ambiente era oscuro y peligroso por lo que levanté mi varita con cautela. Harry nos llevó rápidamente hacia una cabina de teléfono rojo brillante que yacía casualmente en la esquina.

-Esta es la única entrada que conozco que no utiliza la red Flu - Explicó mientras todos intentábamos meternos en el pequeño espacio confinado. Pronto se hizo evidente que tendríamos que hacer dos viajes. Harry, Ron, Ginny y Neville fueron primero, apretados en aquél pequeño espacio y respirando con fuerza. Harry le pasó a Hermione algún extraño dinero muggle (Como ella es nacida de muggles y ni Luna ni yo tendríamos idea de qué hacer con eso) Vimos desde fuera como él metía la moneda en alguna ranura de la máquina, Hermione explicó que la moneda se llamaba 'libra' mientras Harry tocaba algunos números en el teclado. La cabina de repente se hundió hacia en el suelo, llevándose a nuestros amigos con ella.

Las tres esperamos con impaciencia en el frío de la noche, temblando a pesar del hecho de que era junio. Sólo había estado en Londres un par de veces antes, y siempre con mis padres. Nunca me alejaba de ellos en las áreas muggles, permaneciendo solo en Kings Cross para coger el tren de Hogwarts, el callejón Diagon o el Caldero Chorreante. Por supuesto Grimmauld Place 12 estaba en Londres también, pero nunca salí de la casa, así que realmente no contaba.

En comparación con las tranquilas y mágicas  tardes en los terrenos de Hogwarts, el centro de Londres era un caos de ruidos, no había silencio. Alarmas de coches sonaban unas pocas calles a distancia, gatos chillaban y chillaban, ensordecedora música muggle se escuchaba por todas partes. Los vecinos debían estar enojados, pensé. A nuestro alrededor, los muggles se dedicaban a sus negocios, completamente inconscientes de nuestro mundo y la tortura que uno de nuestros amigos estaba soportando en el Departamento de Misterios.

Tan pronto como la cabina volvió a subir por nosotras, subimos a ella sin dificultad, las tres éramos delgadas. Luna y yo suspiramos de alivio al regresar a algo familiar y mágico, mientras que Hermione se concentraba en ingresar el dinero en la ranura y escribir una secuencia de números que Harry le había dado al teclado. Me di cuenta de que los números eran "62442"

A medida que la cabina se estremecía y comenzaba a descender, me aferré a los laterales nerviosamente. A pesar de mi tranquilidad con el vuelo, la sensación de caer me hacía temblar. Por suerte llegamos pronto al suelo, donde Harry y los otros estaban esperando. En el momento en que salimos de la cabina telefónica y entramos en el majestuoso interior del vestíbulo del Ministerio de Magia, comenzamos nuestra carrera. Yo estaba asombrada por la extravagancia de todo. Cornelius Fudge podía ser un mentiroso delirante, pero seguro que sabía cómo decorar un lugar.

El Ministerio estaba vacío a estas horas de la noche, así que no tuvimos ninguna dificultad en encontrar el ascensor y todos entramos. El viaje al Departamento de Misterios en el nivel 9 fue completamente silencioso mientras todos comenzamos a prepararnos para lo que vendría. Algunos confiaban en el coraje de los demás para salir de esto, otros confiaban verdaderamente en su propia habilidad mágica para darles una buena pelea a los mortífagos. Pero yo me quedé atrás en la esquina, girando el relicario de Draco alrededor de mis dedos como siempre lo hacía cuando me perdía en mis pensamientos. Sabiendo que tenía el relicario alrededor de mi cuello, y que Draco me lo había dado me daba una fuerza secreta. Tal vez ese era el secreto de la gran magia que se rumoreaba estaba encerrada en su interior.

Juliet | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora