Juliet | Draco Malfoy

Capítulo 29.

La única pequeña misericordia que Umbridge me dio, fue permitir mantener mi habitación privada. No sabría cómo lidiar con la vergüenza de tener que volver a la habitación compartida, donde encontraría las sonrisas petulantes de Pansy y Theodora.

Cuando regresé a la sala común de Slytherin, parecía que todos estaban allí. El rumor de que había pertenicido al ED se había esparcido por todo Slytherin y noté, por la forma en la que Pansy estaba susurrando en los oídos de algunos de los otros estudiantes, que estaba propagando mentiras. Tan pronto como me entré en la habitación todo fue silencio, el único ruido era el crepitar del fuego y los gritos de asombro de los estudiantes más jóvenes. Sentí mis mejillas arder por toda esa atención, que por una vez no era buena.

Mis ojos viajaron hacia Sophia y Honey, quienes estaban descansando en uno de las sofás. Sophia se aclaró la garganta y le dio un codazo a Honey cuando me vio entrar, Honey se sentó inmediatamente y cruzó los brazos. Arrastré los pies nerviosamente.

-Supongo que lo han oído, ¿No? - Murmuré. Sophia me miró en silencio, pero Honey chilló, nunca había sido del tipo que permanecía en silencio.

-Por supuesto que lo hicimos, estás dando de qué hablar en la escuela. Y no por una buena razón si me preguntas -El tono contundente de Honey me molestó un poco, pero lo acepté de todos modos.

-¿Ustedes están molestas conmigo también? - Pregunté, inclinando la cabeza con vergüenza.

-Sí - Dijo Sophia sin piedad - Pero estamos molestas porque pensaste que no podías confiar en nosotrss, no por lo que hiciste.

Levanté la vista con sorpresa, para encontrarme con las expresiones consternadas de mis amigas.

-Somos tus mejores amigas, Li, nos contamos todo. ¿Por qué tenías miedo de decirnos? ¿Pensaste que te traicionaríamos o algo? - Ahora me doy cuenta que los tonos de Sophia y de Honey eran realmente de tristeza, estaban realmente heridas.

-No estaba segura de que me creyeran si les hubiese dicho - Murmuré.

Consciente de la atención que estábamos atrayendo, Honey se puso de pie y enlazó su brazo con el mío. Al segundo de hacerlo, supe que éramos amigas todavía. Mis compañeros dirigieron su atención a otro lado y pretendieron que estaban haciendo otras cosas. Pero era obvio por la forma en la que estaban inclinados y sus oídos agudizados que todavía estaban escuchando.

-Vamos a un lugar más privado - Honey sugirió mientras Sophia se levantaba también y tomaba mi otro brazo. Juntas nos dirigimos fuera de la sala común por el pasillo hasta llegar a la puerta de madera que marcaba mi habitación. Hice un movimiento de varita para desbloquearla y la puerta chirriante se abrió y nos permitió el acceso. Todo se veía exactamente igual. Sólo que ahora todo era diferente.

Miré dolorosamente la tarjeta que Draco me dio el Día de San Valentín, tan hermosa que la había dejado al pie de mi cama. Habían formas de cabeza en ambas almohadas lo que mostraba que la cama había sido compartida la noche anterior, y me dolía saber que nunca más sentiría la comodidad de los brazos de Draco alrededor de mí otra vez. No a este punto de todos modos.

Honey se arrojó sobre mi cama sin cuidado alguno mientras Sophia cerraba la puerta y se sentaba a su lado.

-Está bien, cuéntalo todo - Sophia declaró, más como una orden que una petición. Junté mis dedos y respiré hondo. Si no podía explicárselo a mis dos mejores amigas, ¿Cómo iba yo a explicárselo a Draco?

-En octubre, Hermione Granger me pidió que uniera a este club que estaban formando. Ella, mis hermanos y Harry Potter yo estábamos enojados con Umbridge a causa de su negativa a enseñarnos magia adecuada, y después de lo que pasó con Cedric,supongo que no quería sentirme vulnerable. Así que me uní - Ambas me estaban viendo sin ningún signo de querer interrumpir, así que continúe - Habían miembros de otras casas también, aunque yo era la única Slytherin. Pero no me importaba, porque por primera vez los Gryffindor me trataron como a un igual, ustedes saben lo mucho que piensan que son mejores que nosotros - Honey hizo un resoplido en acuerdo, pero no me interrumpió.