Juliet | Draco Malfoy

Capítulo 23.

La navidad con los Malfoy era lo mismo que cualquier otro día en la Mansión Malfoy. Consistía en levantarse aproximadamente a las 9, encontrar algo que hacer por la mañana hasta el almuerzo, en la tarde se nos preparaba una gran cena de tres platillos que consistía en un plato de gambas, un gran asado con verduras, pavo, pudin de Yorkshire, relleno y cualquier otra cosa que podrías pensar, seguido de una selección de postres. Al momento en que habíamos terminado de comer, estuve satisfecha. O al menos lo habría estado si hubiese comido.

Tan pronto como descubrí a Athena sobre el suelo, no pude evitar gritar. Sabía que eso era justo lo que quería Lucius, pero no pude evitarlo. Ella había sido mi única compañera a través de tanta tristeza en mi vida, había llevado a mis cartas y me había obedecido hasta sus últimos momentos. Por culpa de mis actos imprudentes es que ahora estaba muerta.

Lucius actuaba completamente inocente, por supuesto. Nunca supe qué fue lo que la mató, no había heridas físicas. Desde mi limitado conocimiento, supuse que era probablemente una de las tres maldiciones imperdonables, la maldición asesina.

Eso al menos me dio un poco de consuelo, sabiendo que ella no había sufrido en sus momentos finales. Se supone que la maldición asesina es indolora e instantánea. Un poco de humanidad por lo menos.

Narcissa no parecía tener ningún conocimiento del hecho, pero dudaba que estuviese involucrada. Sinceramente, piensa que ella es una persona genuina y, a diferencia de su marido, ella no era cruel.

Draco trató en cierta medida averiguar lo que la había matado, enviando una lechuza al veterinario del Callejón Diagon para que viniera y le echara un vistazo. Él no pudo encontrar razón de su muerte y sugirió que tal vez ella sólo murió.

Creo que él sabía la verdad, vi cómo su rostro se puso pálido cuando la examinó y hablaba con nerviosismo. Pero en estos tiempos lo que sugería este tipo de cosas le podría ganar un lugar en Azkaban por "Conspirar contra el Ministerio y decir mentiras acerca del regreso de un cierto mago oscuro y sus seguidores." Además, ¿Por qué Voldemort querría matar a una lechuza?

Tuve que pasar el resto de las vacaciones actuando como si estuviera triste por haber perdido una mascota de confianza, pero completamente ajena en cuanto a cómo había muerto. La única persona aparte de mí que sabía la verdad era Lucius, pero él se mantuvo fuera del camino desde entonces. Draco trataba de distraerme, llevándome a montar y pasando horas jugando al ajedrez, leyendo, incluso fuimos al Callejón Diagon una o dos veces. Pero nada podía detener la sensación de peligro que sentía dentro de mi, como si estuviera constantemente pisando sobre hielo y el paso más pequeño pudiera derrumbarlo todo.

Quería enterrar a Athena. Aunque no lo haría cerca de la Mansión Malfoy de ninguna manera, no en los terrenos de Lucius Malfoy. Le dije a Draco sobre un lugar que había visitado durante el verano antes de mi primer año en Hogwarts. En aquel entonces mi familia había sido todo y Athena no había sido la única que me amaba. Ese fue el mejor verano de mi vida, y también el de Athena, cuando ella no había sido poco más que un bebé. Draco me llevó vía la Red Flu hacia la pequeña casa de campo en el norte de Francia rodeada por hermosos campos que en primavera estarían lleno de flores.

No podía esperar hasta la primavera. Encontré una pala en la casa abandonada y me dirigí penosamente a través del campo hasta un roble en donde Athena, Ginny y yo nos habíamos sentado debajo una vez. Ella voló y giró, realizando un espectáculo aéreo para nosotras, mientras Ginny riendo mientras Athena daba vueltas y vueltas por el aire. Cavé un hoyo profundo de 6 pies de profundidad, la profundidad estándar para una tumba. Sudando por el trabajo duro, tomé su cuerpo inerte de los brazos de Draco, quien la había envuelto en un trozo de seda cara, y suavemente la bajé hacia la tumba. Draco se alejó para darme tiempo, y entonces tartamudeé un elogio para mi ave.