Capítulo 25. "El Peor de Mis Demonios" 2/3

7.7K 364 43
                                    

Ely's POV

Cuando abro los ojos los siento pesados. Me duele el cuerpo, aunque no tanto como pensé que lo haría, me levanto con cuidado de no apoyar nada mi costilla rota y busco un espejo, cuando lo encuentro me miro, no estoy tan mal, debe ser por la crema milagrosa. Incluso puedo caminar con normalidad. Lo pongo a prueba caminando por todo el apartamento de Eric, paso por la sala y encuentro varios libros allí, también están algunos cuadernos maltratados. No me siento bien revisando sus cosas así que voy a otro lado de la casa, la cocina, está resplandeciente, prácticamente nueva, me río intentando imaginar a Eric en la cocina, camino por el espacio grande y veo que en la pared está dibujado un hombre o bueno la silueta de un hombre, y toda esa parte está llena de agujeros, como si Eric pasara tiempo lanzando cuchillos hacía allí. No me sorprendería.

Llego de nuevo a la habitación, a decir verdad todo es muy espacioso, veo el mueble pegado a la pared, me acerco y lo abro, es ropa. Giro mi mirada hacia lo que debe ser el baño, antes de poder arrepentirme, saco unos bóxer negros de Eric y una de sus camisetas sin mangas, corro o por lo menos hago el intento de correr al baño y me sorprendo de lo limpio que está, Eric debe ser muy meticuloso, dejo la ropa sobre el lavabo y me quito la que traigo, veo mi cuerpo desnudo en el espejo, mi costado tiene una enorme mancha purpura rosada, mis brazos también tienen unos pequeños moretes, mi cara es una obra de arte, pincelazos azules, morados y rojos, aunque no estoy hinchada en lo absoluto, abro la regadera y me doy cuenta que aquí hay agua caliente, no puedo evitar sonreír, me meto y mis músculos se relajan al instante, dejo que el agua se lleve todo rastro de sangre, sudor y tensión de mi cuerpo. Lavo mi cabello con el contenido de una botella que está allí, huele a menta, paso mis manos enjabonadas limpiando todo mi cuerpo, no había tenido una ducha decente desde que dejé Erudición. Cuando termino salgo y me seco bien, me pongo el bóxer de Eric y mis mismos pantalones, luego mi top y la camiseta de Eric. Cuando salgo, siento un poco de hambre, debe ser casi la hora de la comida, decido salir a merodear un poco.

Me aseguro de dejar la puerta cerrada sin seguro, para poder regresar y abrir sin problemas, sin embargo no llego a más de la esquina del pasillo, pues escucho voces, estoy por regresar cuando escucho una risa, esa risa.

Me petrifico y me deslizo por la pared hasta llegar al suelo, de nuevo lo escucho reír, mis labios tiemblan igual que mis manos, me asomo solo un poco por el filo de la pared y entonces lo veo, allí lo veo. Mi padre a un par de metros de mí, riendo con Jeanine y con Max, un nudo en mi garganta se endurece y no puedo hacer ningún sonido. De pronto llega con ellos Eric, mis ojos se aguadan, veo la actitud reacia de Eric con mi padre, obviamente él ya lo reconoció, cuando los ojos de mi exclusivo se encuentran con los de mi padre veo algo que me deja helada.

Veo a mi padre, al gran Daniel Courtney, hacerse pequeño ante la mirada del joven líder de Osadía, veo en sus ojos azules algo que nunca había visto, veo algo de miedo. ¿Mi padre le teme a Eric? Eso solo hace que mi corazón se acelere, con Eric a mi lado, estoy a salvo de todo y de todos. Ese pensamiento me hace levantarme y correr hacia el apartamento de nuevo, llego y me hago bolita junto a la cama, siento algunas lágrimas correr por mis mejillas, no pensé que ver a mi padre me afectaría tanto. De pronto escucho la puerta abrirse y cerrarse, me tenso y las lágrimas corren más por mis mejillas, por instinto me pego hacía atrás.

-¿Ely?- la voz de Tris me sorprende. Salto desde la cama y ella pega un grito. Veo como Chris y Cuatro que venían detrás de ella sueltan una carcajada.

-¿Qué hacen aquí?- pregunto tratando de sonreír como normalmente haría.

-vinimos a visitarte y traerte comida- dice Tris y señala a Chris, apenas ahora noto la bandeja en sus manos- tienes suerte que la comida la trajera ella- me regaña, medio río y me acerco.

Rebels.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora