Rebels.

Capítulo 36. "Difícil sí, Imposible No"

Capítulo 36. "Difícil sí, Imposible No"

-si, al parecer las chicas de ahora encuentran atractivos a los instructores- dice de forma obvia y no puedo evitar girar mis ojos.

-no molestes- murmuro y lo miro, él me mira de vuelta, se ve triste y molesto- ¿Qué te pasa Uri?- pregunto frunciendo el ceño.

-lo siento, estoy algo confundido- dice y yo lo miro atenta. -pero estaré bien, solo dame un poco de tiempo, ¿vale?- lo miro y sus ojos me dicen que no dirá más, suspiro y asiento.

-vale- señalo al frente y ambos volvemos a caminar.

-¿y cómo vas con...él?- pregunta. Me incomodo pero no puedo evitar sonreír.

-bien, él es...él- sonrío y Uriah hace una mueca.

-qué bueno que seas feliz- dice y yo asiento sin saber que decir.

Seguimos caminando en silencio, cuando de pronto alguien ataca a Uriah por atrás. Grito y me voy encima de quien lo ataca, sin embargo antes de poder golpearlo me doy cuenta que el atacante no está golpeando a Uriah, solo lo tiene inmovilizado y le pica los cachetes de forma molesta. Bufo entre molesta y divertida y salgo de encima de Zeke.

-bebito, mamá te busca- canturrea ahora pellizcando las mejillas y la nariz de mi amigo. Me río por el tono infantil y bobo del moreno más grande.

-quítate de encima, Zeke- se queja Uriah e intenta zafar sus brazos para empujar lejos a su hermano.

-nop, ¿qué harás?, ¿decirle a mamá?- dice y comienza a soplar a los ojos del menor.

-agh, te detesto- gruñe mi amigo y yo rio.

-no lo haces- ríe Zeke y me mira - oye linda, me parece que te buscaba Eric- alzo mis cejas y asiento. - Iba a entrenar un poco, o bueno, eso me dijo cuándo me lo tope- me levanto del suelo.

-vale, gracias Zeke- le sonrío a él y luego a Uriah- te veo luego Uri- le tiro un beso tronador- ¿puedes dárselo por mí?- le pregunto a Zeke, quien sonríe y se acerca para tronar un beso en la mejilla de su hermano. No puedo evitar reír al escuchar los sonidos de asco que salían de Uriah.

-te veo luego, pero me la debes por abandonarme así- grita Uriah cuando yo ya estaba caminando de regreso.

-lo compensaré, lo prometo- grito y comienzo a correr.

Pronto llego a la sala de entrenamiento, pero no veo a Eric, me pregunto dónde estará; un foco se me prende, "aquí es donde yo entreno", recuerdo sus palabras y el lugar dónde me dio mi enteramiento personal, corro hacia allá y cuando llego la puerta está entreabierta, asomo mi cabeza y veo a Eric en un pantalón de chándal negro y sin camisa, está estirando de espaldas a mí. Entro sin hacer ruido, él no me nota, sigue estirando, me aclaro la garganta y él deja de estirar, se gira hacía mí, cuando me ve, sonríe, no puedo evitar sonreír de vuelta.

-Hola- saluda en voz baja y sensual, mi piel se eriza y me sonrojo levemente.

-Hola- respondo y cierro la puerta a mis espaldas, ladeo la cabeza y miro el torso tonificado de mi hombre, un estremecimiento me recorre al reconocer a Eric como mi hombre... Dios, es perfecto, me sonríe pícaramente.

-¿así me quieres?- pregunta coqueto - ¿o... - da una pequeña mirada a su pantalón, me río nerviosamente, camino hacia él y apoyo mis manos en su pecho duro.

-cómo sea te quiero- digo y lo beso, puedo sentir su sonrisa contra mis labios.

-¿dónde has estado todo el día?- me pregunta cuando nos separamos a tomar aire.