Capítulo 67 "Seguimos siendo los jodidos"

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Capítulo 67 "Seguimos siendo los jodidos"


Parpadeo cuando siento los labios de Eric presionarse contra los míos, me quejo acariciando su cuello.

Cuando logro enfocarlo, lo veo de pie, inclinado contra la cama, me sonríe. Devuelvo la sonrisa sin abrir los labios.

— Es hora de levantarse, amor. —dice y acaricia mi cabello. Gruño enderezándome, bostezo mientras estiro los brazos. Eric ya está vestido con un uniforme militarizado color gris que estoy segura que quien lo haya hecho, se inspiró viendo a mi novio y sus impactantes ojos. Le quedaba increíble.

— Te ves tan sexy. —las palabras se deslizan de mi boca sin filtro alguno, Eric suelta una risita acomodándose el cuello de la chaqueta, me guiña un ojo. Puedo sentir mi rostro calentándose.

Cuando termina de arreglarse la prenda, se inclina y roza su nariz con la mía. — Tú también. —ronronea girando un poco la cabeza para morder mi labio. Sonrío y miro fascinada como se endereza de nuevo para ponerse el cinturón—. Cuatro y Tris nos esperan en el comedor.

Asiento y miro a mi alrededor, buscando mi pantalón. ¿De dónde sacaré más ropa? ¿Dónde me podré bañar? Miro a Eric, luce limpio y fresco.

— ¿Te duchaste? —pregunto, él asiente—. ¿Dónde? Yo quiero bañarme con agua caliente.

— Vamos, te llevaré. —dice y me pasa mi pantalón. Me lo pongo rápidamente al igual que mis botas—. Te dejaron un paquete de ropa. —dice tomando una caja de cartón oscuro.

— Oh, qué bien. —respondo.

Caminamos tomados de la mano, llegamos a una habitación con muchas puertas.

— La luz blanca significa que está ocupado, las apagadas están libres. —explica señalando la luz incrustada sobre las puertas. Asiento, identifico la libre más cerca.

— Gracias, amor. —digo y tomo mi caja de ropa de sus manos—. Los veo en el comedor. No tardaré.

— ¿No quieres que te espere? —pregunta poniendo sus manos detrás de su espalda. Ladeo la cabeza—. No es como que tengo prisa por ir a ver a Cuatro y Tris discutir sobre David.

Río y asiento. — Claro, entonces, no tardo. —digo, dejo un beso en sus labios y me meto a la ducha. Dejo la caja en unas divisiones apenas cerrar la puerta, me quito la ropa sucia y la echo en un cesto que está debajo de las divisiones. Por dentro era idéntica al área de ducha de cuando apenas llegamos.

Espero con el alma que no sea la misma dinámica. Me dirijo al círculo brillante y presiono el botón blanco, pronto la lluvia cálida comienza a caer sobre mí, suspiro feliz, me ducho con rapidez, pero eso no me impide disfrutar mi baño caliente.

Me seco con una toalla que salió no sé de dónde y me visto con la ropa de la caja, es un enterizo negro, ligeramente holgado, de tela gruesa y unas botas negras bastante pesadas. Incluía ropa interior rosada. Elijo no pensar demasiado en cómo ellos adivinaron con tal certeza mi talla de brassiere.

Salgo y veo a Eric recargado sobre un perfil, mirando directamente a la puerta del baño en el que estaba, frunzo el ceño con una sonrisa, él sonríe y parece aliviado, en cuanto más me acerco, comienzo a entender lo que le pasa, un grupito de chicas detrás de él, lo miran fijamente y se exclaman unas a otras lo bueno que está. Ciertamente, está muy bueno.

— No puedo dejarte solo por un momento. —reclamo en son de broma, él sonríe girando los ojos, toma mi mano y me examina.

— Tú te ves sexy, mi amor. —dice mordiéndose el labio.

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