Rebels.

Capítulo 5. "Quemando mis recuerdos"

Abre unas puertas grandes y llegamos al lugar al que llamó el Pozo.

-oh- murmura Christina- ya entiendo- Pozo, es la mejor palabra para describirlo, es una caverna subterránea tan enorme que no logro ver los límites, veo que hay lugares como de entrenamiento, y más sitios abiertos, más lejos alcanzo a ver tiendas de ropa y de tatuajes y de comida y... si alcanzo a ver bien, también hay una tienda de armas.

-si me siguen, les mostraré el abismo- dice el instructor mientras todos lo seguimos, veo como Chris se muerde el labio para evitar hablar y yo intento ahogar una sonrisa. He sonreído más estas horas que la última semana en Erudición.

Nos conduce por un lado del pozo y entonces veo un puente de hierro con solo una protección, y escucho el golpe de agua con rocas, me acerco lentamente al borde, al igual que Tris, vemos abajo y entonces vemos lo alto que está, quizá dos o tres plantas de profundidad, y un rio feroz en el fondo.

-el abismo nos recuerda que la línea entre la valentía y la estupidez es muy delegada- dice Cuatro- un salto desde aquí, les costará la vida, ya pasó y volverá a pasar, están advertidos-

-lección 1, mantener la boca cerrada; lección 2, no saltar al abismo de la muerte- digo en voz baja a Tris, ella me mira y me reprende con la mirada, sin embargo sonríe. Increíblemente nuestro simpático instructor me escucha.

-¿quieres que te enseñe una lección 3?- me mira, giro los ojos y le sonrió.

-vamos bien- contesto. Él pone los ojos en blanco.

Nos lleva a la habitación. Niego con la cabeza, esto debe ser broma. Todas las camas en la misma habitación. ¿Conocen la palabra privacidad?

-¿les gusta? Podrán hacer pijamada todas las noches- dice sarcástico. -y esperen a vean los baños- lo seguimos y vemos los baños, son terribles, no hay ninguna puerta ni nada que nos dé algo de intimidad- a los veraces les encantará, todo está abierto- se gira y regresa pasando entre nosotros, golpea el hombro de Tris suavemente cuando pasa, yo la miro y alzo una ceja sonriendo, ella se sonroja y se encoge de hombros.-cámbiense con las ropas que están en cada cama, y nos vemos en la puerta- sale y cierra la puerta, todos nos acercamos a las camas, buscando ropa que nos quede, yo tomo rápidamente una blusa ceñida negra de cuello alto, unos skinny jeans de color negro, y unas botas militares que supongo me pueden quedar. Espero a que todos salgan, solo quedan mis amigas, que me miran extrañadas.

-¿me esperan afuera?- pregunto.

-¿Qué te da pena?- me pregunta Chris.

-es solo...- me callo, ¿Cómo le mientes a una Verdad?- es algo que aún no me siento preparada para contarles- les digo muy honesta, ambas se miran y luego me sonríen saliendo. Me cambio rápidamente, en menos de 5 minutos estoy lista.

Salgo corriendo con mis ropas anteriores en mis manos, pues todos lo hicieron igual y al pasar la puerta choco contra algo duro.

-¿no necesitas anteojos?- pregunta sonriendo levemente.