Capítulo 26. "Te lo agradezco, iniciada" 3/3

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-Eric...-susurro sin saber que decir, aprieto su mano y con mi mano libre acaricio su mejilla.

-no me afecta mucho- dice- no la conocí, pero saber que dio su vida para dármela a mí, simplemente me hace quererla, ¿sabes?- asiento sonriendo con tristeza, yo sabía eso- Jeanine aún no era líder cuando tomó mi custodia- ladea la cabeza- aunque nunca fue como una madre, ella era lo único que tenía- niega con la cabeza- ¿sabes?, nunca me dejó llamarle mamá, al principio no lo comprendía, luego no le di importancia- frunce el ceño- crecí solo- eso explica algunas cosas- cuando tenía 15 Jeanine me conto lo que había pasado- asiento- quisiera decirte que reaccione maduramente, que lo acepte y que continué...- sonríe con amargura- pero no fue así, me descontrole, me puse furioso; lo primero que hice fue buscar al idiota que me engendró- niega con la cabeza y me mira- cuando lo encontré...- se queda en silencio y mira a otro lado.

-¿Qué sucedió?- pregunto con suavidad. Vuelve a quedarse en silencio.

-discutimos y yo le golpee- dice encogiendo un hombro. Miro sus ojos grises, está escondiendo algo, cómo no quiero presionar simplemente asiento.

-era de esperarse- le digo y acaricio su mejilla- gracias- él me mira extrañado- por confiar en mí- explico- por contarme de tu vida- él suspira y niega.

-no te he contado todo- dice bajando momentáneamente la mirada. Asiento.

-no te presionaré- digo y le beso los labios. Siento como sus labios forman una leve sonrisa. Cuando nos separamos le miro y decido que yo le contaré otra cosa de mi pasado.-mi madre también murió cuando yo nací- digo y él fija su mirada en mi- creo que quizá por eso mi padre me odia, yo le quite a la mujer que amaba—Eric niega.

-no tiene justificación- dice y me besa de nuevo.

Nos quedamos un par de minutos en silencio, abrazados en su cama.

-me quitaré esto- dice levantándose, veo como se quita el chaleco y queda en la camisa negra sin mangas, se saca las botas y los calcetines, cuando sus manos viajan hasta los botones de su pantalón me pongo nerviosa – tranquila- me dice- yo dormiré en el sillón y tú en la cama- niego con la cabeza aún con las mejillas coloradas.

-es tu apartamento, yo duermo en el sillón- él niega desabrochando su pantalón, veo como lo desliza y queda en un bóxer ajustado oscuro, no distingo el color pues mis ojos no permanecen en la prenda por mucho tiempo, de pronto encuentro en mis manos la cosa más interesante del mundo...o eso parece porque es lo que estoy mirando con toda atención.

Escucho su risa.

-me puedo poner un pantalón de chándal- dice y yo sigo mirando mis manos.

-no es necesario- lo miro directo a los ojos y éstos se enchinan un poco, sé que sonríe.- es tu casa-

-deja de decir eso- ríe- no quiero incomodarte-

-no me incomoda, es que...esto es nuevo- digo- nunca había visto a un hombre así- digo señalándole con la mano, aunque mis ojos siguieran fijos en los suyos, ¿Quién diría que podría sostenerle la mirada por tanto tiempo, eh?, nada mal iniciada.

-bien- dice, lo veo que se mueve y mi mirada regresa a mis manos- muévete un poco- dice, levanto la mirada, tiene puesto un pantalón gris de chándal holgado, sin camiseta, tiene unos abdominales increíbles, levanto un poco la mirada para encontrarme con su pecho, duro y fuerte, y entonces veo su tatuaje, el que dijo me mostraría cuando estuviéramos solos, está en el lado izquierdo de su pecho, llega hasta el hombro y parece también llega hasta su espalda, es algo tribal, líneas y círculos crean un diseño asombroso, en el centro del tatuaje están muchas líneas que forman una extraña figura, me recuerda a las estructuras de átomos que vi en clases de química avanzada, me quedo mirándole...sin darme cuenta tengo mi mano allí. Saco la mano inmediatamente y me muevo para dejarle que se siente en la cama. Se recuesta apoyando su cabeza en su mano, su codo sosteniendo su peso. Me hace una seña a que le acompañe, lo hago sonrojada. Con su otro brazo me acerca a él por la cintura, pongo una de mis manos en su pecho y la otra pasa por su cintura. Me quedo mirando su tatuaje de nuevo, tiene tantas líneas y formas que es fácil perderse mirándolas.

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