Rebels.

Capítulo 66 "No quiero morir"

Capítulo 66 "No quiero morir"

Llegamos a la parte baja del edificio, salimos y seguimos caminando.

— Ahora iremos al taller subterráneo, ahí tenemos las naves que obviamente no están en uso, se les da mantenimiento tanto preventivo como correctivo. —explica—. Es donde ustedes comenzarán, conociendo las naves y su funcionamiento, más tarde, saldrán a dar una vuelta.

— Genial. —digo bastante emocionada.

Llegamos hasta otro elevador, entramos y bajamos tres pisos. Cuando la puerta metálica se abre, no puedo hacer más que alzar las cejas.

— Oh, woah, esto está increíble. —dice Uriah.

— Lo es, ¿cierto? —responde alegre Isaac.

El taller era simple y sencillamente enorme. Nunca había visto un lugar cerrado tan grande. Sus paredes de concreto y metal, se alzaban por lo alto, luces incrustadas en cada perfil, paredes oscuras que contrastaban con todas las luces, y había naves hasta para regalar, algunas eran pequeñas, otras eran más grandes, pero todas eran impresionantes, personas andando de un lado a otro, manejando maquinas increíbles, brazos robóticos gigantescos... puedo sentir mi cara de boba mientras camino entre el taller, pero es que cuando logro recomponerme de un asombro, viraba la cabeza y me encontraba con otra cosa asombrosa.

— ¿Y qué opinan? —nos pregunta Isaac deteniéndose frente a nosotros, haciéndonos pararnos también.

— Es increíble. Este lugar es... wow. —dice Uriah, lo miro, está fascinado.

— ¿Ely? —pregunta el castaño con una sonrisa.

— Fabuloso, no puedo esperar para comenzar. —respondo emocionada.

— No hay necesidad de esperar, ahora mismo comenzaremos. —dice—. Les mostraré la nave en la que ustedes patrullaran. —Uriah y yo compartimos una mirada cómplice, llena de emoción—. Ustedes le darán mantenimiento y le harán las pruebas. Si caen a medio vuelo, queda sobre su responsabilidad.

Boto el labio inferior alzando las cejas. Drástico pero aceptable.

— De acuerdo. —responde Uri.

— Bien, síganme. Créanme, les encantará.

Cuando llegamos frente a la impresionante nave negra tuve que darle la razón al oji-azul. Me encanta.

— Bueno, ¿necesitan que me quede a ayudarles o...

— Nosotros podemos, gracias. —responde rápidamente Uriah, yo le doy una mala mirada.

— ¿Ah sí? —pregunto a Uriah, deteniendo por el brazo a Isaac—. Dime, Uri. ¿Se parece esta a alguna nave que hayas reparado?

— Nunca he reparado una nave.

— Exacto. —respondo y miro a Isaac, que sonríe divertido.

— No te preocupes, Ely. Pueden llamarme cuando necesiten algo. — zafa su brazo de mi agarre y me da un apretoncito en la muñeca—. ¿Ves ese recuadro plata con un botón oscuro? —asiento—. Corresponde a su área, es decir a este espacio. —señala arriba, dónde se leía en un cartel metálico "Área 215"—. Presiónalo y vendré, o sí no, alguien de mi equipo lo hará.

Asiento de nuevo, él vuelve a dar un apretoncito a mi muñeca y me sonríe.

— Vale, gracias, Isaac.