Rebels.

Capítulo 37. "Tú no estás a su nivel"

Capítulo 37. "Tú no estás a su nivel"

Después de eso, decidimos recostarnos en los colchones de entrenamiento, pasamos el tiempo, charlando, besándonos o solo mirándonos en silencio.

-escucha, debo irme- suspira y me da un ligero beso en la punta de la nariz- debo ir a hablar con Cuatro- niego.

-Cuatro no está-

-salió hace un par de horas, pero estoy bastante seguro que ya está de vuelta- frunzo el ceño, se me ha pasado el tiempo volando.

-de acuerdo- murmuro medio molesta de romper ese momento, él sonríe.

-oye, nos vemos en la noche- murmura y me toma de la mejilla y me muerde el labio inferior, sonrió y juguetonamente saco mi lengua y delineo su labio superior mientras él aún tiene mi labio entre sus dientes. Nos separamos y yo me dirijo a la salida cuando estoy a punto de salir siento su mano envolverse en mi muñeca y tira de mí. Lo veo sonreír, sonrío de vuelta y me alzo para besar castamente sus labios.

-líder- me despido y me alejo de él para salir de la sala.

-iniciada- apenas escucho su murmullo, sonrío de nuevo y camino de vuelta al pozo. Escucho lejanamente la puerta y giro para ver a Eric saliendo y guiñándome un ojo, después se gira y camina al lado contrario que voy yo.

Después decido ir a buscar a mis amigas, y quizá ir a comer algo rico. Cuando voy por uno de los pasillos veo recargada en la pared a la rubia resbalosa de Dania. Giro mis ojos al darme cuenta de que estoy tremendamente celosa. Ella me mira y alza una ceja con burla, y no deja de mirarme ni cuando llego a la par de ella.

-¿Qué me ves?- pregunto alzando las cejas- me darás mal de ojo- ella gira los ojos.

-eres una iniciada solamente- señaló sacando una delgada daga de su bolsillo.

-no me digas, y yo que estaba por elegir mi departamento en la sección de líderes- ironicé y miré la daga - ¿eso es para mí? – Hago una mueca de ternura – ow y yo que creí que me odiabas, es casi emocionante- ella gruñe.

-es para ti- escupe- ¿dónde la quieres? ¿Tu garganta, estomago, o directamente al corazón?- ondea la pequeña daga hacia mí. Siento mis orejas enrojecer por la tonta amenaza.

-¿Por qué no te la clavas en el trasero?- pregunto y no tengo idea de dónde viene todo lo que digo – quizá si haces más espacio, el palo que tienes atascado allí finalmente pueda salir- ella me mira mal y aprieta sus dientes.

-tú no estás a su nivel, niñata- escupe.

-Claro- digo alargando la letra "a"- debe ser por eso, que fue corriendo hacia ti- hago una mueca de sorpresa- cierto, no lo hizo- alzo mis cejas- y sinceramente me paso tus amenazas y opiniones por dónde tú tienes atascado ese palo- la miro mal- no te me acerques, ni mucho menos a él- escucho pasos lejanamente y apenas veo la mueca de furia y el grito-gruñido de la rubia de cabello corto frente a mí, se abalanza con la daga en alto y yo me apresuro a tirar una patada y salir de su rango de visión, ella choca apenas contra la pared y yo la abrazo por el cuello desde atrás intentando derribarla, los pasos ahora vienen corriendo, Dania tira la daga enfundada en su mano hacia atrás y logra hacerme un corte en el costado de mi cintura, gruño y doy un rodillazo en la parte trasera de muslo, jalo de su cuello y la hago caer, una mano me jala del brazo y se pone frente a mí, el cabello alborotado y oscuro que no logro reconocer se menea con molestia.

-¿Qué mierda haces tú aquí?- le pregunta a la rubia del suelo.

-Hola Lauren- saludó con sarcasmo, y yo me congelé, era Lauren, ella me odiaba, menos mal que no me había reconocido porque si no, quizá aprovecharía la situación para vengarse por mi confrontación con ella por ese estúpido pedazo de tela brillante –si, que gusto verte también-