Rebels.

Capítulo 59 "Chica lista"

Capítulo 59 "Chica lista"

Eric se acerca a la puerta y me mira, le miro de vuelta y me muerdo el labio.

— ¿Avanzaste con algo, Eric?

— Sí, todo estará preparado para la llegada de tu madre. Solo espero que eso pase antes de que nos maten.

— ¿Encontraste a tu amigo, amor? —pregunto intentando que mi voz llegue a él.

— Sí, pude hablar lo suficiente con él antes que me atraparan. —me responde, me mira durante unos segundos, desvía su mirada hacia un lado, buscando inconscientemente a Cuatro, vuelve su mirada a mí suspirando—. ¿Estás bien, bebé?

Asiento dándole una sonrisa, de nuevo apoyo mis palmas en el cristal.

— Estoy bien, no te preocupes. Casi me infarto porque creí que mi padre te iba a hacer algo. Pero ahora que te veo sano y salvo, estoy bien.

— ¿Pueden dejar su derramamiento de miel?

— Tapate los oídos. —responde Eric girando los ojos, luego sus grisáceas pupilas se vuelven a fijar en mí—. ¿Tú encontraste a tu amiga?

— Sí...

— Ella es el par de manos extras de las que hablaste, ¿verdad? —interrumpe Cuatro.

— Bueno...—murmuro recargándome de costado sobre el perfil de la puerta de cristal, tanto Cuatro como Eric me miran alzando una ceja—, ella es dueña de uno de los pares de manos, su prometido es otro, pero... el otro que nos ayudará... es Peter.

— ¡¿Qué?! —gritan los dos.

— Peter. —respondo mordiéndome el labio—. Está bien, algo me dice que podemos contar con él.

— Ely, él es el guardia personal de Tris, él la mantiene vigilada. —dice Cuatro.

— Bueno entonces su ayuda es mucho más útil. —respondo—. Además, ya estamos aquí encerrados, si él me mintió, no perderemos nada, pero si me dijo la verdad, entonces estaríamos ganando un gran aliado.

— Tienes razón, bebé. —responde Eric haciendo una pequeña mueca—. Pero no confío en él.

Después de unos minutos de silencio, me deslizo por la puerta hasta quedar sentada sobre mis talones, aún recargada sobre la puerta, Eric se queda recargado sobre el perfil de la puerta de su celda, atento a mí; Cuatro se dirige a la banca al fondo de su propia celda. Deslizo mi mano por mi pantalón hasta llegar al bolsillo, siento el bulto que formaba la muñequera llave que le quité a mi padre cuando me tenía arrinconada.

Un buen rato pasa, me encuentro a mí misma tarareando una tonta canción de cuna que la madre de Kate me enseñó mientras trazo patrones imaginarios en el cristal. Un revuelo me hace levantar la mirada. Veo la punta de una camilla, me levanto de golpe, pegándome al cristal, veo que dos guardias detienen una camilla con lo que parece un cuerpo cubierto por una franela azul, frente a nosotros. Peter se acerca a la celda de Cuatro, pasa su muñeca para abrir la puerta, veo que el ex instructor sale mirando con terror la camilla.

— Jeanine quiere que te muestre esto. —toma la franela y la avienta hacia delante, descubriendo el cuerpo.

Me congelo cuando miro el rostro de Tris pálido, rastro de sangre fresca por la comisura de su boca y una fosa nasal. ¿Peter nos traicionó? ¿Traicionó nuestra estúpida pero hasta ahora real tregua? El nudo en mi garganta se rompe cuando veo a Cuatro intentar irse encima de Peter, los guardias que estaban con él detienen al furibundo moreno.