Rebels.

Capítulo 33. "¿Quién fue... una jodida aspiradora?"

Capítulo 33. "¿Quién fue... una jodida aspiradora?"

Comencé a caminar rápidamente hasta las habitaciones, y choqué con varios de mis compañeros iniciados, seguramente mis amigas ya estaban en la cafetería. Cuando estoy por entrar a la habitación conjunto, alguien mi jala por la muñeca, me giro a mirar a esa persona algo nerviosa y suspiro aliviada cuando miro el rostro sonriente de mi amigo.

-Uriah- me quejo -¿Qué pasa?- le miro.

-venía a buscarte porque estabas tardando- sonríe y frunce el ceño – pero apenas vienes llegando- murmura y mira a la habitación- y ya estas duchada- me mira y toma un mechón húmedo de mi cabello- al menos sécalo, ya que traes la toalla- ríe y antes de que pueda siquiera reaccionar jala un extremo de la toalla que está en mi cuello, dejándome al descubierto, apenas la va a poner sobre mi cabeza cuando me mira el cuello, alza las cejas sorprendido y abre la boca, a punto de gritar; me apresuro a taparle la boca con mi mano.

-calla, vamos entremos- digo y le jalo la mano metiéndolo a la habitación.

Entramos y llegamos hasta mi cama. Cuando le suelto la mano me giro a buscar alguna camisa de cuello alto para tapar las marcas de mi cuello, cuando la encuentro me giro a encontrarme con Uriah. Él me mira frunciendo el ceño y con los brazos cruzados sobre su pecho.

-¿Qué te pasa?- pregunto volviendo mi atención al cajón, busco un pantalón negro ceñido y lo encuentro, vuelvo mis ojos a mi amigo quien niega con la cabeza. –Espera- le digo y tomo la camisa, salgo corriendo para el baño y me cambio rápidamente, regreso y veo a Uriah sentado en el borde de mi cama.

-morirás de calor con eso- señala la blusa, que es de mangas largas también, asiento.

-lo sé- murmuro y entonces saco una navaja, y comienzo a cortar las mangas, luego comienzo a hacer un corte a un costado desde la costura hasta la altura del top, uso eso para anudarla a mi cintura.

-error- dice Uriah y le miro extrañada – tienes más en el hombro y allí- señala mi cadera, veo que tengo varios moretones, de lo que parecen marcas de dedos. Gruño, esos casi no se notan así que dejaré la camisa anudada.

-¿son muchos en el hombro?- pregunto. Miro a mi amigo que me mira serio. -¿Estás molesto?- él me mira a los ojos y no está exactamente feliz.

-¿Quién fue?- pregunta y su voz sale más hosca de lo que nunca lo he escuchado - ¿una jodida aspiradora?- me quiero reír por su comentario, pero al ver que no está nada contento me contengo.

-¿en realidad importa?-

-sí, Ely- me mira y aprieta la mandíbula.

-Uriah- me quejo y él alza las cejas. – No puedo decírtelo, no ahora- lo miro y me inclino hacia él, quedo hincada y apoyo mis codos en sus rodillas. –vamos, no te enojes-

-¿es mayor que nosotros?- asiento- ¿Por qué?- me pregunta y toma una de mis manos.

-¿Por qué, qué?- pregunto extrañada.

-nada- suspira- es solo que...- niega con la cabeza- diablos- murmura y veo que su blanca sonrisa vuelve a aparecer, una oleada de alivio llega al verla- no me esperaba algo así- me señala – pareces un dálmata- me río por su chiste tonto.

-¿enserio?- pregunto alzando una ceja- ¿es lo mejor que tienes?- me sonríe, pero sus ojos siguen serios.

-lamentablemente...- se señala- esto, es lo mejor que tengo- frunzo el ceño.