Whatever (Yaoi/BL)

33- Matt

-¡Hasta mañana chicos!

-¡Adiós, Emmy!- tras la despedida de Jake y Angel, la chica salió por la puerta de la tienda y echó todo el aire de sus pulmones tras otra semana de trabajo finalizada. Como de costumbre, sacó el móvil de su bolsillo para mirar sus mensajes. Y, como se había convertido en costumbre también, tenía montones de mensajes de la misma persona.

"Emmy, por favor, perdóname"

"De verdad, lo siento tanto"

"Déjame explicártelo, por favor"

"Emmy, por favor, contesta"

Resopló con agotamiento y abrió el chat, solo para que no le salieran las notificaciones. Estaba claro que no le iba a responder, no después de lo que le hizo a Mary, pero tampoco quería bloquearla, así que...

Pero, justo en ese momento, le llegó un mensaje que resaltaba entre los demás. Lo leyó detenidamente, aumentando sus nervios a medida que avanzaba.

"Hola, Emmy. Soy Matt, el hermano de Nicole. Primero, me gustaría pedirte disculpas por mi hermana... sé que se hace muy molesta. En segundo lugar, me gustaría hablar contigo sobre ella. Saldrá de la ducha en cualquier momento y no podré estar mucho rato con su móvil, así que te espero en la tienda de cómics en una hora. No pasa nada si decides no venir, comprendo que no me conoces de nada y no te fíes... pero la decisión la tienes tú. En fin, nos vemos. Perdón, otra vez. No contestes a este mensaje, lo borraré del móvil de mi hermana"

¿Qué tenía que hacer, supuestamente? ¿Debería esperarlo y hablar con él? ¿Podría si quiera hablar con él? Mierda...

Comenzó a mirar a un lado, al otro, a morderse los labios con nerviosismo... es decir, por si fuera poco tener que enfrentarse al hermano de la chica a la que se declaró y que agredió a su mejor amiga, era eso, su hermano, en masculino, un chico, vamos. Genial. Absolutamente perfecto.

-------

Emmy gruñó al notar como ya no se podía morder más la uña porque se la había destrozado por completo. Empezó con la siguiente. No podía dejar de hacerlo, estaba demasiado nerviosa. Al final había decidido hablar con ese tal Matt... pero estaba arrepintiéndose continuamente. Recorrió la calle de la tienda unas mil veces aproximadamente. Tan solo quería que llegara rápido y que dijera lo que tenía que decirle y se marchara y no volver a verlo y...

-¿Emmy? ¿Eres tú?- la de mechas azules sintió ganas de gritar del susto al escuchar esa voz detrás suyo, pero reprimió sus impulsos, pensando fríamente que aquella voz debía pertenecer a Matt. Tragó saliva y se giró con un miedo que ni ella misma podría explicar a qué se debía.

Cuando se giró del todo, sus nervios tan solo se multiplicaron. Ante ella estaba un chico guapo, más que guapo, increíblemente guapo, que le sacaba más de una cabeza. No estaba muy musculado, se podía notar por la parte de los brazos que no estaba cubierta por la camiseta, pero tampoco estaba muy delgado, como Alan lo estaba. Estaba, podría decirse, perfecto. Su cabello era negro y le tapaba parte de la cara, incluso parte de sus impresionantes ojos azules, igual de intensos que los de su hermana. Su piel estaba tostada, probablemente porque era verano y... y su expresión de confusión al no recibir respuesta hizo que Emmy dejara de escanear a las personas y se centrara en lo que debía hacer.

-¡S-sí! ¡Emmy! ¡Esa soy yo! ha, ha...- cuando llegara a casa se daría mil bofetadas por ser tan gilipollas. El chico la miró de arriba abajo y sonrió.

-Encantado, soy Matt. Perdón por ponerte en esta situación, espero no haberte causado mucha molestia...

-¿Molestia? ¡HAHAHA! ¡Para nada, tranquilo! ¡E-encantada igualmente!- el chico frunció los labios y se quedó pensativo, poniendo en completa tensión a Emmy, que tenía ganas de morderse las uñas hasta de los pies.