37- Michael y macarrones

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Nil caminaba hacia casa de la familia Godwin para cuidar de Jamie después de ducharse y despejarse un poco. Aquella mañana, Jake se había cabreado un montón porque él y las chicas le hicieron fotos durmiendo abrazado a Brad, y éste fue corriendo a perseguirle para que no se enfadara... así que prácticamente lo habían echado del piso en el que vivía en ese momento. De todas formas, aunque fuera fin de semana, tenía que cuidar a Jamie porque sus padres tenían cosas que hacer... bueno, la verdad era que lo había hecho un poco por gusto, ya que Michael, el hermano mayor de Jamie que había ido a estudiar en verano al extranjero, había vuelto a casa y podía cuidar de él. Pero siempre que Jamie le hablaba de su hermano, se quejaba de que no le hacía caso y se pasaba el rato estudiando. No podía dejar que el pobre Jamie se aburriera, ni hablar.

Así que decidió darse una ducha rápida e ir con Jamie aunque no cobrara si quiera. De todas formas, Nil estaba de un humor excelente. Desde la noche anterior en la que había podido comprobar que Alan sabía que existía no había podido dejar de sonreír ni un minuto. Sus palabras no fueron muy amables, pero... después de tantos años pensando que era invisible para él, que le hubiera hablado era como un milagro.

Con una sonrisa boba y la cabeza llena de esos pensamientos positivos llenos de arco iris y caritas felices, llegó a casa de Jamie. Tenía una copia de la llave para abrir, así que lo hizo y subió al piso correspondiente. Abrió también la puerta del piso y entró en el espacioso lugar.

-¡Jamie! ¡Soy Nil!- escuchó unos pasitos corriendo hacia él por el pasillo hasta que el niño de ojos miel y pelo negro se abalanzó sobre él, feliz.

-¡Nil! ¡Pensaba que no vendrías!- el rubio rió y lo levantó, para luego volverlo a dejar en el suelo.

-Claro que he venido, Jamie. ¿Cómo pretendes que te deje solo?

-Pero no estoy solo, mi hermano está aquí... ¡Voy a avisarle de que has llegado!- el pequeño corrió de nuevo por el pasillo y Nil se tomó la libertad de pasar al comedor. Podía escuchar las voces de los dos hermanos al final de éste.

-Jamie, te he dicho que no me molestes si estoy en mi habitación...

-¡Pero Nil ha venido! ¡Tienes que salir a saludarle!- distinguió un resoplido de cansancio o irritación.

-¿Tengo que hacerlo?

-¡Sí! ¡Ven!

Tras un par de quejas por parte del mayor, Jamie apareció por la puerta del pasillo como si estuviera arrastrando una carga muy pesada. Iba acompañado de un chico que le sacaba como una cabeza a Nil, de hombros anchos, pelo negro y gafas de pasta azules, tras las cuales se cobijaban sus ojos color miel, iguales que los de su hermano.

- ¡Nil! ¡Este es mi hermano mayor, Michael! Michael... ¡Este es Nil!

Sin mucho entusiasmo, el mayor tendió la mano- Encantado...

Pero Michael no recibió respuesta alguna por parte de Nil, ya que éste estaba demasiado ocupado, perdido en sus ojos, sintiendo como si se parara el mundo y cómo se le aceleraba el pulso con tan solo verle una sola vez.

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-Venga, Jake, no te enfades conmigo, yo no he hecho nada.

-¡Déjame! ¡Es todo tu culpa!

Brad perseguía a Jake en su camino a casa, pidiéndole todo el rato lo mismo, pero no parecía ceder. Desde que se había despertado y había visto que estaba siendo fotografiado mientas abrazaba a Brad, se había puesto de un humor de perros.

-Vale, mira, si me dices que he hecho mal, será todo más fácil, ¿vale? ¡Si no me lo dices, yo no puedo saberlo!- estaban ya subiendo las escaleras del bloque de Jake, pero al pelirrojo parecía importarle poco.

Whatever (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora