Jake estaba sentado, esperando ver pelear a Brad. Llevaba un buen rato sin hacer nada y empezó a impacientarse. Ese ambiente lleno de hormonas y olor a cuero y a sudor no era muy, digamos, de su agrado. Se recostó en la pared y cerró los ojos, sin ningún objetivo o intención concreta.
-Hey, eres... Jake, ¿no?- entreabrió un solo ojo y dirigió su mirada al hombre de cabellos del mismo color que Brad que los recibió antes en la puerta. Se incorporó y lo miró curioso.
-Así es. ¿Y usted es...?
-Jerry. Jerry Sandler. Puedes llamarme entrenador. O entrenador Sandler. O señor Sandler. O Jerry. O señor Jerry- éste le sonrió divertido y le tendió la mano.
"Hum... me recuerda a alguien..." pensó Jake, obviamente con Brad en mente. Aceptó su mano y se la estrechó, devolviéndole la sonrisa.
-Muy bien, "señor Jerry", usted puede llamarme Jake. Y solo Jake.
-Oído cocina. Oh, mira, ahí va Brad- dijo mientras miraba a la puerta en la que el pelirrojo se había adentrado hacía un rato. No llevaba camisa alguna, tan solo unos pantalones de boxeo, una toalla en su hombro y unos llamativos guantes rojos. Se dirigió sonriente a un grupo de chicos.
No pudo evitar fijarse en su espalda, en la cual esperaba encontrar su nuevo tatuaje hecho por Alan. Y, efectivamente, ahí estaba. Aunque Brad se encontraba un poco lejos y el tatuaje no era demasiado grande, pudo apreciarlo sin problemas. En su piel tostada a causa del sol, había marcadas dos comillas abiertas, opacas como la noche. Le ocupaban un poco de la parte superior derecha de la espalda.
Jake se quedó sin habla, admirándolo. ¿Qué se suponía que significaba? ¿Dos comillas abiertas? La verdad es que le quedaba... muy bien, pero más tarde le preguntaría el significado que conllevaban.-Vas a tener el lujo de ver a lo mejorcito que tenemos por aquí, amigo. Brad es una máquina- infló en pecho con orgullo y Jake abrió los ojos, sorprendido. Sabía que le gustaba el boxeo, pero... creía que era solo un hobby-. ¡Vale, chicos, escuchadme! ¡Hoy haremos combate a suertes, ya que lo que quiero lograr es que todos alcancéis el nivel más alto! ¡Una mano inocente sacará los nombres de la caja!- agitó una caja que estaba al lado de Jake en la cual no se había fijado hasta el momento- ¡Hoy contamos con la ayuda de Jake! Jake, por favor.
Éste se sintió un poco cohibido al notar como todas las miradas cercanas estaban fijas en él. Y, la verdad, un montón de tíos fuertes y sin camiseta mirándote y esperando que hicieras algo era una sensación algo extraña que pondría en la lista de cosas para olvidar. Con la mano temblorosa, sacó dos papeles de la caja negra que se le había indicado.
-Rodrick...- carraspeó, intentando hacer sonar su voz más grave, ya que se escuchaba muy suave después de los gritos de Jerry-. ¡Rodrick Jefferson y Jack Waters!
Dos chicos con menos masa muscular que Brad pero con actitud imponente se subieron con decisión al ring entre el jaleo que habían formado los demás jóvenes. Tras la señal de Jerry empezaron a combatir.
Aunque Jake no sabía nada del tema, se veía claramente que ambos eran muy buenos, además de tener una actitud admirable. Al cabo del rato Jerry paró el combate y emitió el resultado, haciendo que el ganador lo celebrara y que chocara sus guantes con su oponente, que sonreía mientras le decía al vencedor que había hecho un buen trabajo. Jake sacó dos nombres de nuevo, haciendo que volviera a empezar el ciclo. Al cabo de unos cuantos combates, le tocó decir en alto el nombre de su vecino.
-¡Francis Hill y... Brad Parker!- todos formaron su habitual escándalo mientras los dos reclamados subían. El chico al que se enfrentaría el pelirrojo era un tipo bastante grande, de pelo rapado y aires de superioridad. Jake miraba preocupado a ambos chicos, hasta que Brad se giró hacia él y le guiñó un ojo. Sintió como le ardían las mejillas, probablemente de ira.
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Whatever (Yaoi/BL)
RomantizmCuando Jake llamó a su vecino por la ventana, tan solo intentaba encontrar a alguien para su mejor amiga. Ni siquiera se le pasó por la cabeza que solo ese gesto cambiaría su vida por completo. Ni que, al mismo tiempo, cambiaría la vida de las perso...