El pasado...

Una semana sin noticias agradables

Sabes, yo tengo un hermano, sí, es un hermano de esos que detestas tener cerca pero sin ellos sientes que falta alguien con quien pasar un tiempo de calidad.

Pero... A veces las personas que quieres a tu lado no  pueden estarlo y ahí  quedas tú  con ese vació. 

Realmente lo extraño y ahora sin él todo se ha vuelto más difícil de sobrellevar, es tan irónico, sus bromas me hacían enojar pero al mismo tiempo me hacía sonreír, me peleaba pero antes de retirarse de mi cuarto me abrazaba, me decía que yo era su hermanita y que siempre me iba a cuidar, que no escuchará a las tías, que yo era una muy buena hija y más que nada... Una buena hermana.

Alan siempre estaba ahí cuando creía que estaba sola,  como cuando me había peleado con la estúpida de mi prima, él entro en mi cuarto, cerró la puerta y desde ahí me dice:

-No seas maricona, dale Ange, dale, no llores.

Yo solo le había mirado y volví a mi llanto pero él se tiró sobre la cama y aplastándome completamente me dice en un susurro:

-Si vas a llorar, hazlo para que TODOS te escuchen, si no, vení a jugar a la play conmigo ¿Sí?

Recuerdo que en ese momento solo quería matarlo.

JUEGOS.

PUTOS.

JUEGOS.

-¿Solo pensas en juegos?- le dije mientras me sorbía los mocos.

-Deag, no seas asquerosa, ya sos grandecita... ¿O no?- Me dijo mientras me tendía una paquete de pañuelitos descartables.

-Ya ni sé qué o quién soy...- Le dije tomándolos

-Yo sé quién y qué sos... Sos MI hermanita y sos Angela Monsalvo ¿Algo más?

-Sí- Le dije mientras me iba limpiando las mejillas húmedas y me desenredaba mi enmarañado cabello.

-¿Qué? ¿Qué pasa? Si es por la tarada de Camila no te preocupes que ella es un cero a la izquierda.

Le sonreí y le dije:

-No bobo, solo quería decirte que quiero jugar está vez a Call Of Dutty- Le repuse sonriendo de oreja a oreja.

-Ay, ¿Otra vez?-  dijo con un aire dramático.

-Sí...- Le grité mientras corría por el pasillo para llegar primera al cuarto e instalarme.

Dios, con tener recuerdos así, con pensar en mi hermano, mi corazón se resquebraja un milímetro más... Y así vamos, tratando de superar la perdida de uno cuando llega otro.

Supongo que no entiendes, bueno, para ser más explicita... Él... Alan...

Dios... Alan se ha perdido en acción.

No soporto la idea de que ni siquiera sepan si está vivo, herido, si está muerto... No, NADIE sabe NADA de él y nosotros en medio de un quiebre psicológico, o yo al menos me encuentro en esa situación.

Como daría todo por volver a oír su voz.

Volver a verlo alegre, sin preocupaciones.

Me gustaría poder decirle lo mucho que lo quiero pero... Es tarde.... O quizás no, pero realmente como estamos ya no lo sé, ya no estoy segura de nada y no hay nadie que me pueda animar, nadie me animará como lo hacía él, él me hacía reír en medio de una situación desesperante.

Malditas guerras.

Maldito hijo de puta que decide meter a su hijo en el ejercito.

No entiendo, realmente he tratado de ponerme en su lugar pero ¿Sabes? Nunca logró comprender el todo sus decisiones, si yo fuera hombre y fuera padre de dos hijos trataría, amaría y cuidaría siempre de mis niños, no me importaría si uno a los 20 sigue viviendo conmigo porque él está yendo a la universidad, no lo mandaría al ejercito por el simple hecho de que para mí el hombrecito debe hacerse un hombre y necesita mano dura....

Recuerdo todo eso y más lágrimas comienzan a brotar, él con 22 años perdido en acción... Yo leo y releo la carta, veo las noticias, las oigo tratando de reaccionar pero... No puedo...

Me niego a aceptarlo...

No quiero perderle a él también...

En estos últimos días he oído de todo un poco, desde halagos a tristes y compasivas oraciones que me han conmovido pero tener a mi padre diciendo que Alan podría haber dado más... Yo...

Voy a explotar... ¡¿QUÉ LOCURA ES ESA?! Ah, sí, ya sé, la que carga mi padre.... Solo un maldito infeliz sin corazón podría opinar así.