Maldita sea yo y mi locura.
Solo a mí se me puede ocurrir querer espantar a un chico que está tratando de ser amable contigo.
Jajaja... Sí, supongo que mejor será ir por orden y no así.
Luego de la noticia que hizo boom en casa, papá decidió hacer de las suyas a la única manera en la que sabe hacerlo: ir a muchas "reuniones" que eran realmente "importantes" y así no estar en casa hasta las 11 de la noche.
Mamá siguió haciendo lo normal, limpiar o pedirle a la ama de casa consejos, la señora que limpiaba, Marta, es una mujer agradable solo que... Bastante callada, y mamá es demasiado charlatana, entonces jamás podrá llevar a delante su plan de pedirle consejos a una mujer que solo lleva en la mente el objetivo de acabar y retirarse.
Yo seguí yendo a la escuela y haciendo el típico: copiar, prestar atención y si se proponían divagar yo divagaba en mi propio mundo con los auriculares y la música sonando a todo lo que se me permitía en mi celular.
Cada uno se "desahogaba" y proseguía hundiéndose en sus propias mierdas.
*-*-*-*
Lo que ocurrió el mediodía de ese martes, ese bendito martes, fue que terminé en el suelo con un perro sobre mí.
Sé que suena raro, para mí sigue sonando raro, pero fue así:
Yo con mis típicos jeans cortados a las rodillas y con mis auriculares marchaba tranquilamente hacia el quiosco de la plaza para luego ir directo a la escuela, y ahí, pum, mi trasero golpea fuertemente el liso y duro suelo.
Algo grande, pesado y peludo comenzaba a lamerme el rostro y su aliento de comida para perro me daba a entender de que se trataba.
-¡¡Roco!! Vení acá...- Oí que decía la voz de un chico, yo no sabía de que mierda se trataba o de quién se trataba pero en serio quería sacarme esa gorda pelota peluda babeante.
-Ey, ey, me lo podes sacar de encima- Le dije mientras el pesado animal decidía sentarse sobre mi vientre.
Solté un gemido de dolor y el chico se apresuro a sacar su mascota, la cual estaba cómodamente sentada sobre mi debilucho cuerpo.
-Ey, ¿Estás bien?- Soltó el chico que parecía estar a unos centímetros de donde me encontraba.
-Sí, sí, si a mi me fascina estar tirada en el suelo y que un perro de un desconocido me lama la cara- Le respondí reacia como siempre.
-Bueno, si es así mejor no te lo saco de encima- Me respondió con socarronería.
-¿Qué? No, no , me lo sacas de encima YA- Le dije quejándome y empujando a el pesado canino.
Oí una carcajada y luego el peso del animal ya no estaba.
Traté de levantarme pero un tirón en mi espalda y mi trasero me impidieron hacer ese esfuerzo con la rapidez que me hubiera gustado moverme.
-Wuou, tranquila, debes recordar que el perro que se te lanzó encima es un mastín inglés y te aventó uno muy bien alimentado- Me dijo el muchacho mientras me tendía una mano.
Le tomé la mano pero yo realmente quería hacerlo por mí misma.
-Gracias- le dije secamente y a los minutos repuse- ¿Qué clase de perro dijiste que era?
-Un mastín inglés... Se le decía el gladiador de los romanos, es como un enorme león.
-Yo diría un oso, y gordo y enorme oso- Le dije mientras observaba al animal que caminaba examinando el territorio.

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El pasado...
Fiksi RemajaAlgo que nos enloquece es la perdida de un ser querido, algo que nos entristece es un amor fallido, algo que nos enfurece es la traición. A veces no pensamos en que el amor puede surgir en las peores situaciones pero si ahí es cuando decide florece...