No puede ser... No... ¿Por qué mierda el pasado me persigue? ¿Por qué me azota y me acorrala?
No puedo seguir así, acá soy la nena pelotuda, acá soy la rubia teñida inocente, y ahora las sombras se acercan, se hacen presentes, la mierda se ha presentado en la figura de este tarado.
Ese que alguna vez llame "mi amor"
Y ahora estaba esta estúpida, siempre tan metida como ella sola.
-Alexia... Eu... Ale... ¿Estás ahí?- Era la voz de ella... Otra vez
<<No voy a abrir>>
-¿Aleexia? Por favor
<<NO... Entendeme mierda, por favor, cállate...>>
-Alexia... Sabes que quiero ayudarte.
NO... Nadie puede ayudarme, ya sé lo que paso la última vez...
La última vez...
Sin darme cuenta lanzó un grito, un pedido de socorro, de cansancio que atraviesa las paredes, los pasillos, se escucha mi alma pidiendo lo que mis labios no han llegado a formular.
Tras...
Alguien entró... Seguro es ella...
Pero...
No tiene tanta fuerza, ¿O sí?
-¡Alexia! Salí por favor, no me asustes...- Dijo una voz, pero no era de ella, era de un hombre, era... Era Javier.
-¿Javi?- Dije levantándome y saliendo detrás del canasto de ropa sucia.
-Ay... Negra.. ¿Cómo estás?- Me dijo esa mole de músculos que conocí y conozco de hace tanto...
-Javii... No puedo creerlo...- Le dije mientras lo abrazaba.
Ese hombre, ese amigo, esa persona era alguien que yo nunca iba a olvidar, que nunca dejaría de querer... Aunque...
Aunque creí... Creí que ya no habría comunicación pero así es la vida eh, las personas que más queres aparecen cuando menos te las esperas pero más necesitas.
-¿Cómo me encontraste?
Él sonrió y miro a María.
Mi sonrisa de desvaneció de mi rostro y la mire a ella...
-¡¿POR QUÉ?! ¿SOS TARADA O QUÉ?- Le grité abalanzándome sobre ella.
La odiaba.
No tuvo que hacerlo... NO
¿Por qué carajos lo llamo?
Antes de la segunda trompada unos brazos me levantaron del cuerpo de la estúpida.
Sin darme cuenta las lagrimas comenzaban a rodar por mis mejillas, mi apariencia no debe ser la mejor pero era exactamente como en unos años andaba...-Negri... Tranquila... Lo hizo por vos...
-Lo sabe... Siempre supo que no tenía que contactarte a menos que sea una emergencia...
-¿Y esto no lo es? Además... Yo la llamé.
-¿Por qué?- Le dije volteándome.
Sus ojos negros siempre con ese brillo, su piel parecía carbón y siempre que sonreía sus dientes resaltaba entre esos labios carnosos... Solo que ahora él no sonreía, sus ojos ya no brillaban como siempre y su piel abrazadora parecía más que nunca la manta de la oscuridad, de la muerte acariciándolo.
-¿Javier? - Dije con un tono desesperante... Un tono que hacía tanto, hacía mucho tiempo que no lo oía que ni yo reconocí como mi voz.
-Alee.. Vení, vamos a sentarnos- Me dijo mientras se sentaba en una de las sillas frente a la mesa.
Lo seguí y me senté a su lado.
Lo miré y por primera vez vi algo nuevo, un tatuaje que decoraba su cuello, su corte militar seguía siendo el mismo pero algo... Algo había, algo más... Una cicatriz, una línea fina y delgada que iba desde su mejilla hasta el hueso de su mandíbula.
-¿Qué te paso?- Le dije mientras le tocaba justo ahí, en esa línea que sin darme cuenta relataba más de lo que uno podría reconocer, el pasado estaba pintado sobre él como si un pintor hubiera decidido volcar todo en un solo lienzo, en una sola persona, en él.
-Alee... Son cosas que pasan si seguís en el trabajo- me dijo cabizbaja
Solté una carcajada- ¿Trabajo? Javier, no me hagas reír, ya no soy una pendeja que cree que no hay más solución que hacer eso. No soy una tarada que se va a callar y va a creer en todo lo que me digan, ya no soy la de antes.
-Lo sé Ale... Por eso puedo hablar sin rodeos con vos... Julian... No sé... A ver, Julian está muerto.
-¡¿Qué?!- Más lágrimas amenazaban con salir y yo no reparaba en ellas.
María se acerco a nosotros.
-Alee tranquila...- Me dijo mirándome la traicionera
-Cállate la puta madre- dije mirándola- ¿Cómo? ¿Cómo paso? ¿Vos quedaste con una cicatriz y él muerto? ¿Me estás cargando?
La bronca crecía y la impotencia se apoderaba de mí, era increíble, había salido de esa mierda, había huido de todo, pero parecía que otra vez la mierda era una sombra, una vez que tocaba tu entorno, tocaba tu futuro, te tocaba y devuelta el pasado te agobiaba.
-No... Estábamos haciendo una entradera en una de las casas de esos que están bien y nada, el viejo de mierda nos estaba esperando con una escopeta y Juli le encajo una trompada y la vieja llamo a la policía, yo destrocé el teléfono pero era tarde, había unos cuantos policias y Juli estaba forcejeando con el viejo... La vieja asustada agarro un cuchillo, trate de frenarla y me tajo la mejilla, el viejo... El viejo le disparo y Juli quedó ahí... - Los sollozos comenzaron a oírse, no eran los míos, eran los de María, el llanto a cataratas no era solo mío era el de los tres, los tres sentados en una mesa recordando a un amigo, un hermano, una persona importante.

ESTÁS LEYENDO
El pasado...
Ficção AdolescenteAlgo que nos enloquece es la perdida de un ser querido, algo que nos entristece es un amor fallido, algo que nos enfurece es la traición. A veces no pensamos en que el amor puede surgir en las peores situaciones pero si ahí es cuando decide florece...