El pasado...

¿Quién es él?

Mamá vino a verme pero no estaba en condiciones de siquiera hablar, llegó con una baranda a vino y su imagen dejaba mucho que desear, parecía una negligente antes que una madre preocupada por su hija.

Marta la acompaño y me dijo sobre un chico llamado Leo, pero yo no conozco a ningún Leo, no recuerdo nada de eso, es más, estoy segura de que este año empezaría el 4 año... Supongo que ahora lo perderé.

Justo en la billetera de mamá había una imagen me llamo la atención, es de un hombre con corte militar y de unos ojos color miel, esos ojos, la sonrisa, parecía... Parecía Alan, pero no, Alan no es tan grande, yo tengo 15, él tiene unos 19 años, pero ese, el de la foto parece de unos 22 o 23 años, parece mayor, pareciera que esa persona hubiera pasado por muchas cosas que le han hecho crecer tan de repente 

-Ma... ¿Quién es ese hombre? ¿Quién es él? - mamá sonrío perdida en su mundo de alcohol y se desplomo contra el sofá de Miriam (de esa mujer que llaman mi tía y que aun no recuerdo haberla visto antes).

-¿Qué hombre Ange?-Me pregunto  Marta, y cuando le señalé el de la foto de la billetera, ella con Miriam entre cruzaron miradas.

Y comprendí.

Algunas cosas en mi mente habían quedado muy atrás, hay varios baches que rellenar... Varias cosas que aclarar, cosas que no entendía luego de haber regresado del hospital.

-Creo que mi mente no está completa ¿Verdad?

-Angela, creí que con las semanas irías recuperándote... Creí mal... Supongo que si no recuerdas al actual y di...- Antes de que Miriam acabará Marta vino y me abrazo.

Cuando nos separamos me di cuenta de que estaba llorando, perdón, me corrijo, estábamos llorando.

Miriam estaba tapando a mamá y Marta me secaba las lágrimas, yo tomé la billetera y saqué la foto, ese hombre ajeno a mis recuerdos era mi hermano y yo seguía sin reconocerlo, me fui directo al espejo cerca de la puerta de entrada, colgado en la pared verde claro resaltando entre las otras de contraste blanco.

El reflejo me devolvió una imagen distorsionada de mí, esas caderas, el pelo sumamente largo y castaño, mis senos, ese rostro, no tenía rasgos de aquella niña de la que creí tener, esa viva imagen que me inundaba todas las noches desde que regresé del hospital.

 -No soy yo... Esa chica... ¿Quién es? ¿Qué pasa? ¡¿QUÉ MIERDA ESTÁ PASANDO?! ¡MAMÁ!- grité, grité y las lágrimas brotaban, eran una cascada que caía a borbotones de mis ojos.

Esa mujer no podía ser yo, yo soy una nena, a penas tengo senos, mis caderas son estrechas y mi cabello esta teñido de rosa... No... No puede ser.

-Angela...- Dijo Miriam acercándose a donde yo me había acurrucado

-NO... ¿Por eso era? ¿Por eso no me dejabas verme en los espejos? ¿Sabías que yo no soy yo?- La miré enojada, pero cuando vi su rostro, la paz y con la tranquilidad que me hablo me resulto imposible seguir gritando, aunque las lagrimas seguían saliendo yo estaba más segura, más feliz de qué la tenía a ella, a esa mujer que sin recordarla o conocerla me cuidaba como si fuera su hija.

*-*-*-*

Al otro día quise fingir que nada había cambiado, quise fingir que mamá no se emborrachaba, quise fingir de que no había visto a papá hacía más de un mes, quise fingir que no debía volver a empezar.

Tomé la netbook y me senté en mi cama, la conexión a internet era automática, genial. Busqué facebook y me puse a pensar si habría cambiado mi contraseña, y si era así, por qué, pero había guardado la contraseña entonces pude entrar sin problemas, ahora quisiera saber cuál es...

Wuauu, hacía bastante que no entraba por lo que veo.

15 mensajes, 5 de un tal "Leo Sanchez" 

 1 mensajes de "Nahuel Ortega"

 8 mensajes de "Nicolas Barroca"

1 mensaje de  "Io sOy TuH AmOrsItOh"

Abrí el de Leo, los tres primeros eran sobre lo mismo "¿Estás bien?"; los dos últimos eran algo así " Es raro saber que ya no me recuerdas"

Le respondí con un "Hola?" y ya.

Luego era esos dos que creí conocer pero no, ninguno de los dos parecían conocerme o saber de mi amnesia anterógrada; luego estaban los mensajes de Nicolas, supongo que serían una mezcla entre Leo y la preocupación.

Pero me equivoqué, desde el primero al último menciona lo mucho que soy para él, desde el tercer mensaje es él el que dice o mucho que quiere verme despierta; el cuarto y los siguientes eran solamente preguntas de cómo me encontraba, si me era difícil cuando salí de la terapia y la del hospital.

~Lo lamento pero no sé siquiera quién eres, no puedo responderte más que un "bien gracias"~

Cerré su ventana y decidí ver algo de este chico.

Ding.

Un mensaje de Nicolas Barroca.

*Fragmento del chat de Nicolas*  

¿Cómo estás Ange? Sí, sé que no debes saber nada pero bueno, no es importante eso ahora.

Estoy bien, algo... Algo confundida, para serte sincera creí que no podría entrar a esta cuenta pero he aquí mi cuenta abierta.

¿Ibas a la escuela conmigo? 

¿Yo? ¿Con vos? Jajjajaa, no, ya terminé la escuela... Sí, sí, entiendo eso, me ha pasado pero solo es que he puesto mal la estúpida contraseña.

Entonces... Cómo nos conocimos? Para mí es importante eso. Y sí, sé que me ha pasado antes...

No importa Angela cómo nos conocimos, fue algo que sucedió... La puta madre, estoy llegando tarde, nos vimos...

*Fin del fragmento*

¿Por qué decía que no importaba?

¿Acaso no quería que me esfuerce en recordarlo? ¿No quería que recuerde algo? O solo me estoy haciendo la cabeza...