Ella, siempre es ella...

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-Hola- Me dijo otra vez la nueva.

-Hola Alexia... ¿Necesitas algo?

-No... Bueno, sí... ¿Cómo hago para averiguar el precio de este tubo?

Me voltee ya que ni siquiera le estaba prestando atención, sé que no debería ser así con ella porque no es su culpa haber empezado hoy, pero en serio estoy harto de esas personas que no saben y no desean apañarse para hacerlo solos...

Di un largo suspiro y la miré directamente a los ojos, bastantes azules como para ser naturales, de seguro son lentes de contacto, ese cabello esta arruinado por tanta tintura pero parece mantener un toque de gracia atado.

Ella sigue esperando una respuesta y mientras yo busco una respuesta la observo.

-¿Nicolas?- dice pasando una mano frente a mi cara.

-¿Qué?

-No respondiste...¿Estás bien?- Me dice sonriéndome.

Dios, si no fuera porque parece una típica barbie media hueca pero bastante bonita diría que podría... Podría... Podría ¿qué? Soy un idiota fantaseando, vivo en un maldito mundo de fantasía.

Antes de que me volviera a sacar de mis pensamientos me fui a la caja, saqué una de las carpetas llenas de folios que contenían imágenes de cada parte que hay en esta sucursal y siendo explícitos con los precios y las medidas.

-Ahí tenes, espero que te ayude- le dije poniéndolo sobre el mostrador de las cintas y de las llaves 3/4

Ya no recuerdo cómo mierda empecé a trabajar acá, creo que hace dos años... Sí, hace dos años, y hace 8 meses que la conozco a ella... 

Siempre terminó pensando en ella.

¿Por qué me enamoré de ella? ¿Por qué mierda la amo sabiendo que ya no es ella?

Solo voy a ir al depósito, debo despejar mi bendita mente antes de que comienza esa guerra interior...

-Eu, boludo, ¿Dónde vas?- me grito Hernan.

-Al depósito... ¿No es obvio?

-Daah, ya descargamos todo y ya repusimos lo que faltaba.

-No importa, voy a ver, con ver no perdemos nada ¿o sí?

Hernan no dijo nada y yo continué con mi camino hacía las escaleras, entre bajar las escaleras y pensar en ella me olvidé de qué había venido a hacer acá.

Hernan tenía razón, estaban las cajas vacías en el contenedor y todo estaba en orden.

*-*-*-*

No entiendo qué mierda esta pasando, llego a casa y esta mamá muy quieta sentada en una silla frente a la mesa de algarrobo.

-¿Ma?... -Me acerqué a ella- Mami, ey...- Agarré su brazo y la sacudí y al fin ella reaccionó.

-¿Qué?

-¿Por qué estabas así?- Le pregunté, peor luego recordé, hoy es 12, como para olvidarlo.

Como ella vio el cambio en mi rostro no dijo nada, no dije nada, comimos en silencio, como todos los 12 de septiembre, como todos los días desde que él murió, desde que lo mataron...

Ahora mismo quisiera tirarme sobre las piernas de Angela y contarle qué paso este día 4 años atrás, me gustaría poder contarle con detalles y al mismo tiempo me gustaría recibir una de esas sonrisas que me regalaba cuando comprendía a lo que me refería. Normalmente era siempre...

La extraño pero mamá tiene razón, debo esperar, debo dejar que se recupere y no presionar su frágil memoria, ella lo es todo y aunque me cueste tengo que dejarla progresar sola, aunque eso no me impide llamar a Miriam todas las noches para saber cómo está...





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