Creo que despertar a las 7 de la mañana escuchando los gritos de mamá es como despertarte y tener un tiranosaurio rex en la sala (si eso fuera posible), sabes que si bajas puede que te devoré pero si no lo haces irá a buscarte mientras destruya todo a su camino
Jajaja, sinceramente no me imagino a mamá destruyendo todo a su paso pero mejor no arriesgarse.
Mientras iba bajando las escaleras, me detuve en el cuarto de Alan...
Mierda, sigo teniendo esperanzas de que una madrugada aparecerá golpeando la puerta y que nos contará sus alocadas aventuras como antes...
Deag, debo pensar en mamá ahora.
Sí, mamá.
Entre bajar apresuradamente y el tener que seguir escuchando lo que decía mamá me iba poniendo nerviosa de que ella no estuviera gritándole a papá y fuera a otra persona.
-... NO, eso es imposible... Es IMPOSIBLE... Maldita sea, eso no sucedió, eso NO ocurrió, ¿Entiendes?, NO- Oí que gritaba mamá con un tono de enojo y la otra persona era apenas audible.
Yo me apresuré a bajar y cuando la sala se volvió completamente visible noté que mamá estaba llorando, que esos gritos habían sido de rabia, de dolor más que de enojo.
-¿Mamá? ¿Qué ocurre?- Le pregunté dirigiéndome hacia ella y mientras me acercaba notaba que había un hombre sentado frente a ella, no lo había notado hasta que vi que una pierna se levantaba y volvía apoyarse sobre su rodilla.
-¿Quién es él? ¿Mamá? ¿Qué carajos está pasando?- Le dije sacudiendo a mamá pero antes de que ella me mirara...
Todo se volvió oscuro.
El hombre sonreía, me parecía alguien conocido pero esa barba y ese atuendo no encajaban con quien lo relacioné.
Quisiera saber en dónde estoy, qué mierda ocurrió.
Siento que alguien me está sacudiendo, alguien está llamándome.
-¡¡ANGELA!! Por Dios, cálmate niña, tranquila- Dijo... ¿Marta?
Es una voz parecida a la de Marta.
Pero ¿Qué hace Marta a las 7 de la mañana en casa? Ella solo está desde las 10 hasta las 6.
Traté de abrir un ojo pero seguían pegados hasta que lo hice y todo se veía borroso.
-Amm... ¿Hola? ¿Ma... Marta?
-Angela, mi niña- Me dijo abrazándome con fuerza.
A veces hay días en que olvido que está mujer ha estado en la familia hace 10 años y que hemos construido una amistad inquebrantable, ella es como mi madre, mi segunda madre y sus abrazos son realmente como estar abrazando una mullida almohada o quizás una nube rechoncha.
Sin darme cuenta comencé a llorar.
-¿Qué sucedió Ange?- Me pregunta Marta y aunque quiero responderle ni siquiera YO lo sé.
Solo niego con la cabeza y me recuesto sobre su blando pecho.
-¿Por qué gritabas? Angela, hace más de dos años que no has tenido pesadillas así para que te hagan gritar, ¿Qué ocurrió?- Pregunta entre mimos y meciéndose de adelante para atrás.
-¿Estaba gritando?- Fue lo único que logré captar.
-Sí, llamabas a tu madre, pedías por ella y querías saber qué ocurría.
-¿Entonces eso no fue real?- Le dije soltándome del abrazo y mirando en el reloj: 11: 30
-¿El qué no fue real?
-Mamá, lloraba, había un hombre, ella estaba triste por lo que ese hombre le había dicho, yo estaba levantándome porque... No recuerdo por qué exactamente, pero yo bajaba y... Y veía mal a mamá, creí que discutía contigo pero... Pero no.
-Angela, no ocurrió nada de eso, tu madre se ha ido al trabajo a las 8, me envió un mensaje y dijo que pasará a la lavandería... Has estado durmiendo hasta que llegué hace una hora y comenzaste a gritar hace media hora... ¿Quién era ese hombre?- Me dijo mientras se levantaba de la cama y me acariciaba el cabello.
Yo la miré desconcertada.
Todo fue un sueño.
UN SUEÑO....
Mierda, mi mente esta realmente jodida.
La volví a mirar- Lo lamento Marta, vi su cara y creí que era... - Y me callo antes de terminar la oración porque decido que es mejor que Marta no escuche su nombre, al menos no por ahora.
-Tus sueños siempre han sido un poco raros, pero siempre esconden algo...- Dijo Marta mientras se dirigía a la puerta y al salir la cerró, dejándome a mí con mis estúpidos sueños.
Eso me pasa por no tomar las malditas pastillas.
Malditas mierdas...
Sueños estúpidos...
Si ya empecé el día así no quiero imaginarme el resto de la tarde.

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El pasado...
Genç KurguAlgo que nos enloquece es la perdida de un ser querido, algo que nos entristece es un amor fallido, algo que nos enfurece es la traición. A veces no pensamos en que el amor puede surgir en las peores situaciones pero si ahí es cuando decide florece...