Avanzando entre sus compañeros, Mashi se dirijia al asiento vacio del fondo, volviendo a ver esas caras intimidantes.
-¡Hola!- Dijo amigablemente el compañero de Mashi
-Hola...-Susurrando le respondío Mashi
-Mi nombre es Ronald y el tuyo.
-Habla mas despacio, o no querrás que el Profesor nos deje castigados, yo soy Mashi.-Susurro.
-Primeramente, bienvenidos al instituto Cromwell, soy el Profesor Levi quien les estara impartiendo la asignatura de inglés, muy bien saquen sus libros de texto, dirijanse a la lección numero uno y comiencen a contestarla, solo tienen 20 minutos- Dijo el Profesor Levi.
-Es un gusto Mashi.
-¡Shhhhh!
El tiempo avanzaba poco a poco 2 minutos, 6 minutos, 15 minutos...
-Que se supone que estamos haciendo- Dijo Ronald mientras jugaba com los lapices.
-Teniamos que contestar la primera lección, y tu no has hecho nada- Susurro Mashi
-Nope.
-Solo faltan 3 minutos, asi que ya no tienes oportunidad.- Susurro
El profesor Levi comenzo a pasar lugar por lugar revisando los libros. Cuando por fin llego al lugar de Mashi y Ronald toco la campana.-Mañana terminare de revisarlos, se les quedan de tarea las lecciones 2, 3, 5 y 6.
-Falto la lección 4
-¡Quien es el Profesor aquí!- replico el Profesor Levi mientras guardaba sus cosas.
-Lo ves te lo dije Mashi, no hay nada de que preocuparse- Dijo muy relajado el joven Ronald
-Y si la campana no hubiera tocado...
El día se paso volando, Mashi estaba exausta-Tantas cosas raras en un solo día, más el trabajo, creo que me merezco un descanso- Mashi se recosto bajo un árbol y el sueño la vencio, creyendo que nadie pasaría por ahí.
-Creo que me quede dormida- Dijo Mashi tallandose los ojos.
-Buenos días.
-¡A-artu!- Avergonzada Mashi se levanto de inmediato.
-Je.
-Q-que estas haciendo aquí, acaso me estavas siguiendo.
-Yo siempre vengo a leer a este lugar, no soy un acosador solo te encontre por coincidencia.
-¿A leer?
-Es el unico lugar en donde me puedo concentrar, combinación de naturaleza con armonía, es encantador.
-Ya veo eres un chico intelectual.
-Pudiera decirse.
-Ya es muy tarde, nose cuanto dormí.
-Dormiste por horas.
-¡Que!, y porque no me despertaste.
-Te veías linda.
-¿¡Heee¡?
-Mentira, solo porque temía a que fueras a despertar como un ogro y luego intentarias despedasarme.
-¿¡Heee!?
-Nada, ya.
-Esta bien... Me voy, antes de que mis compañeras de habitación me dejen afuera.
-¿Te acompaño?, puede que sea peligroso que tu sola andes por ahí a estas horas.
-Si es lo que quieres...