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[Narra Deniss]

La canción acabó y por instinto nos separamos quedando apenas un palmo Yavé tenia una sonrisa en su rostro y le brillaban esos jodidos ojos. Pasó su mano por mi brazo haciendo que mi piel se erizara mandado escalofríos a mi espina dorsal y después bajó la mirada a mi mano para entrelazar nuestros dedos. El se encaminó a la pista de baile y yo fui detrás de el, seguramente tendría una cara de tonta ahora mismo, y no quería escuchar la burla de mi padre. Nos alejamos de la pista y cuando estábamos a una distancia prudente de la mesa Yavé deslizo sus dedos soltando los míos dejándome un gran vacío, antes de que mi culo pudiera rozar la silla mi padre deposito las llaves del coche en mi mano -¿Por que no vas a ver el maletero?- Fruncí el ceño y Yavé se propuso a acompañarme al coche. Salimos del restaurante y nos dirigimos hacia el parking del centro comercial cuando sentí la mano de Yavé posándose en mi cadera y acercándome a su cuerpo mientras que andábamos, dirigí la mirada hacia el que todavía me miraba sonriente y con un brillo que jamas había visto en sus ojos -No quiero que te pierdas con los escapares- dijo haciéndome reír.

Llegamos al parking y buscamos el coche que al menos nos costó diez minutos encontrarlo. Mis dedos presionaron el botón de abrir el maletero y este se abrió dejando ver una montaña de regalos inesperados haciéndome dar un pequeño gritito. Yavé se apoyo en un lado del maletero y me observaba ver los regalos -Voy a empezar por el envoltorio rojo brillante- ya que era mi color favorito -Que raro- dijo Yavé que al parecer se dio cuenta de mi obsesión por el rojo -Es de mi tio Juan- dije con mala cara y al momento me sentí jodidamente mal. Creía que no había traído absolutamente nada, es mas, se lo restregué por la cara. Rompí el envoltorio del regalo y había una enorme caja de zapatos plateada que se me hacia muy familiar, quite la tapa de esta y unos zapatos de Barra americana provoco la risa de Yavé. Hacia años que no veía unos zapatos de estos, recuerdo que cuando bailaba tenia unos baratos rojos y bajitos, pero estos eran preciosos, tenían un tacón transparente al igual que su plataforma que era de mas de un palmo, tenia una tira de cuadraditos brillantes y plateados sujetando mis dedos y mi tobillo -Oh dios, me encantan- Yavé me miro como si estuviera bromeando y después hice una mueca -Pero ya no bailo barra americana- Yavé abrió sus ojos en sorpresa-Tienes apenas 19 años, ¿Cuando has sido streeper?- cerré la caja de los zapatos abriendo otra pequeña envoltura roja del regalo de mi tío Juan -Ey, no era streeper, simplemente iba a una academia ¿Sabes que es un deporte? Incluso he hecho competiciones- mis mejillas se tiñeron de rojo cuando abrí el pequeño regalo, era ropa para bailar pole dance. -Joder- salió de la boca de Yavé -Tu tío tiene unos gustos poco peculiares- eran un culote color beis por la cintura con una fina tira negra por encima de esta formando pequeños cuadraditos que dejaban ver la carne de mi cintura y un sujetador que abrió Yavé colocándoselo por encima de su camiseta que se componía de la misma tela y color de la braga con unas tiras negras depositandose por encima de cada pecho, las tiras de los tirantes eran negras también y de los lados del sujetador salían dos tiritas negras separadas para cogerlas en la espalda, simplemente precioso, se lo arranque de las manos a Yavé y lo guarde a un lado del maletero -¿Me bailarás con eso?- dijo Yavé con una sonrisa picara -En mi casa no hay barra americana - dije bromeando mientras cogía un envoltorio verde -yo te pongo lo que haga falta- dijo en un tono de voz más bajo y áspero con doble sentido. Mi imaginación voló imaginándomelo parado en una silla sin camiseta mientras mi trasero se movía con esa ropa sobre su sexo -Más te gustaría- un calor empezó a recorrerme el cuerpo así que deje ese pensamiento aparte -No te haces idea- dijo con el mismo tono haciéndose ver jodidamente sexy. Calmé mis hormonas y acabé de abrir el regalo verde -Este es de mi tía marga y de su marido- al abrirlo me sorprendí al ver que eran dos vinilos. Uno del nuevo CD de Lana del rey y otro del nuevo CD de marrón 5 donde estaba la canción de animals -¿Escuchas vinilos?- preguntó Yavé a lo que yo asentí cogiendo el siguiente regalo que estaba metido en una bolsa sin envolver -Esto es de mis abuelos seguro- lo primero que saqué de la bolsa fueron unas gafas police con el cristal polarizado completamente preciosas, imaginé que esto había sido idea de mi abuelo ya que siempre se quejaba de que compraba las gafas en el top manta y me hacían daño en los ojos -como molan- dije volviéndolas a guardarlas en la bolsa y cogiendo el siguiente regalo que era una bolsa de pandora encima de otro regalo mas plano y pequeño con papel de unicornios y arcoiris, de mi prima pensé, recuerdo cuando empecé a llenar la pulsera, le tengo mucho cariño porque cada cosa que lleva colgada tiene algo que ver con mi buda, así que no me la suelo poner por miedo a perderla. Leí lo que ponía en una tarjetita colgada de la asa de la bolsa "Decidimos hacer un regalo en conjunto, este es el mio, espero que no te importe" fruncí el ceño ¿Regalo en conjunto con quién? Abrí la bolsa y después saqué una cajita mas pequeña, de esta cajita saqué una bolsita de tercio pelo y de allí saqué una pequeña ancla dorada. Mi cuerpo se descompuso "Esto nos unirá para siempre, si una se pierde en la deriva otra irá a amarrarla al suelo" recordé las palabras por lo que las tres nos tatuamos este ancla, de las tres estoy hablando de cristina -¿Estas bien?- preguntó Yavé sacándome de mi trance, ¿Regalo en conjunto?, miré el regalo del envoltorio de unicornios, ¡¿¡De Cristina!?! Rápidamente guarde sin cuidado alguno el ancla en la bolsa dejándola en el maletero y abriendo desesperadamente aquel regalo mi mano se dirigió a mi boca cuando vi el marco de la foto y miré al techo del parking intentando no llorar, apenas la vi y la dejé en el maletero. Las peores imágenes de ella tendida en el suelo completamente llena de sangre e irreconocible explotaron en mi cabeza.No estaba preparada. Cerré el maletero de golpe y me apoyé en este escondiendo la cara entre mis brazos sin importarme que llevaba falda. Las manos de Yavé estiraban por debajo de mi trasero mi falda y entonces levante mi cuerpo apoyando mis manos con mi pelo tapando mi rostro. No podía quitar la mueca de mi cara y el nudo de mi garganta estaba haciendo fuerzas para que mis lágrimas salieran a relucir. No iba a llorar, no aquí. Murió de la forma mas horrible que pudiera alguien imaginar y si se hacia una idea posiblemente era mucho peor. Mi cuerpo estaba completamente descompuesto y agradecí que Yavé manteniera las distancias porque no me iba a derrumbar, no ahora. Oh joder, creía que ya lo tenia superado, malditasea. Una punzada de dolor se clavó en mi estomago e inmediatamente la comida se subió a mi boca. Rápidamente me coloque en un costado del coche y comencé a vomitar ese maravilloso calzone que había comido poco antes, Yavé se coloco detrás mía y sujetó mi pelo y mi frente en una coleta. Me muero de vergüenza, odio que la gente me vea hundida en mi miseria -Vete- le digo en cuanto tengo un segundo para hablar -Estas loca si crees que te voy a dejar sin saber que mierdas acaba de pasar- limpie los pocos restos con mi mano mientras Yavé soltaba mi pelo y me veía con cara de preocupación con un chicle de menta el la mano que en cuanto me lo puso en mi mano fue directo a mi boca. Me sentía jodidamente agotada mientras Yavé seguía mirándome con preocupación en sus ojos -Estoy bien- dije para tranquilizarlo ya que seguramente no entendía nada-Pues yo creo que no- dijo sincero, sentía mi cuerpo pesado así que fui a apoyarme en el coche de detrás de mi cuerpo, pero Yavé me paró antes de depositar mi culo -te vas a manchar - dijo tomando una de mis manos, abrió la puerta del coche y se sentó de lado reclamando mis caderas para que me sentara en su pierna derecha, poco después dejé descansar mi cabeza en su hueco del cuello soltando alguna que otra lagrima -Ey- dijo cogiendo mi cabeza acunándola en sus dos ásperas manos pegando nuestras frentes -¿Que ha pasado?- entrelazó una de sus manos con una de las mías encajando a la perfección, mientras que la otra rodeaba mi cadera -Solo....que de todos mis recuerdos buenos, recordé el peor de todos- mi brazo le rodeo el cuello aferrándome a el fuertemente y Yavé me recibió igual con el brazo que reposaba en mi cadera, me separé de el y me levanté poco a poco -Quiero ver la foto- Yavé me cogió de la mano frenando mi paso -¿Estas segura? Te has puesto muy mal- asentí y el me soltó la mano para seguirme hasta el maletero. Lo miré dudando si abrir el maletero, me armé de valentía y lo abrí.

Allí estaba el cuadro reposando entre los papeles de regalo. Lo cogí cuidadosamente entre mis dos manos y lo miré con detenimiento. Todavía recuerdo ese día, estábamos las dos en la foto, cada una subida a nuestra moto y nos reíamos de algo que no recuerdo bien que era mientras nos mirábamos y Cristina tenia la mano tapando su boca. Ni siquiera sabia cuando nos habían sacado la foto. Al instante el vibrar de su risa vino a mi mente "la virgen" decia antes de reirse con una risa nada estruendosa y poco común, era extremadamente aguda pero apenas poco audible. Si hubiera sabido que después de tomar esta foto moriría apenas horas después no la hubiera dejado montar nunca -¿Quien es?- preguntó Yavé cauteloso -Mi mejor amiga, prácticamente mi hermana- dije visualizando todavía la moto -No la he visto en las carreras- joder, se me veía jodidamente feliz -Esta muerta- el silencio reino en el ambiente mientras acababa de desenvolver la parte de atrás del marco y había un grabado con su inconfundible letra "La vida sigue" seguramente cogió las palabras de todas las cartas que nis hacíamos en clase cuando nos aburrimos. Mi prima se lo había currado. Sentí un beso en la cima de mi cabeza mientras dejaba el cuadro en el maletero -Tuvo un accidente el día que se hizo esa foto y murió al instante, alguien le corto los frenos de la moto- el golpe del maletero sonó y puedo decir que era lo único que se escuchaba entre nosotros dos porque Yavé se había quedado sin habla-¿Yavé?¿Te ha comido la lengua el gato?- el asintió haciendo que mi boca se curvara en un pequeña sonrisa para que el se lanzara a abrazarme tan fuerte que casi me costaba respirar -Siento lo de aquella noche en la fiesta, me comporte como un estúpido cobarde cuando yo lo ultimo que quiero es dañarte más- rodee mis brazos en su cintura y me sentí completa

-No me vuelvas hacer algo así en tu vida.
-No sabes lo mal que me sentí después, no te haces una idea de lo solo que me sentía sin ti, pensándote todo el maldito tiempo, no me voy a volver a ir nunca más, Deniss, nunca.- dijo con la voz entrecortada haciendo que mi corazón se encogiera -Encima estabas tan guapa, joder, no quiero que pienses que quiero hacerte daño o que soy un gilipollas, no quiero que te alejes, quiero estar contigo en tus peores momentos y en los mejores, quiero estar contigo, quiero hacerte el amor y...- se paró y se separó de mi con sus ojos completamente abiertos y sus mejillas ligeramente rojas viéndose completamente adorable - Borra eso último- se mordió el labio interior -Te he entendido- dije entre risas mientras el estaba completamente cortado -Pues yo creo que la he cagado- dijo pasando una mano por su pelo -No la has cagado, a mi también me gustaría hacer cosas de parejas aparte del amor en un futuro- sus mejillas se pusieron todavía mas rojas -oh, joder, no me repitas por dios- reí mas fuerte estaba avergonzado -Que mono- dije pellizcando una de sus mejillas para caminar hacia el restaurante otra vez, al no sentir sus pasos detrás mía me giré para verlo parado en el mismo sitio donde estaba completamente indignado -¿mono?- dijo avanzando por fin -No soy un perro-.

RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora