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[Narra Yavé]

Todavía tenia su olor impregnado en mi nariz, su pelo olía a frutas y su piel a coco y vainilla, incluso su olor era completamente Dulce, sus labios eran carnosos y rosados y tuve que separarme porque en ese momento los hubiera devorado. Mi querida amiga pelirroja creía que enserio teníamos algo supuesta mente serio, me eché a reír y recibí una manotada de su parte, pero ya había perdido el interés en ella. Sonó el timbre y recogí mis trastos lentamente, no quería que la pelirroja me volviera a parar y aguantar sus estúpidos lloriqueos. Todo el mundo se fue de clase y el profesor me miró fulminante -Sr.Armstrong ¿Va a sacarse el graduado?- ya me esta tocando los cojones. Resoplé -Si ¿Por?- dije vacilante guardando toda la rabia que le tenía-Oh, nada, es solo que pensaba que quería abandonar por las faltas de asistencia que suele tener siempre- hizo una sonrisa falsa y prepotente, a ver que coño le importa a el -Pues no- dije seco saliendo de la clase, los pasillos estaban vacíos, pero se podía escuchar algunos golpes...

[Narra Deniss]

Las lágrimas caían de mis ojos sin permiso, me daba igual mi maquillaje, empecé a dar golpes en la puerta -Otra vez no, otra vez no, otra vez no...

Flashback

-Te he dicho que no hables con hombres maldita perra- dijo con el rostro tan tenso que se podía notar las venas marcadas en su cuello, yo no paraba de llorar, solo esperaba lo que era inevitable, una gran mano se estrelló fuertemente contra mi mejilla haciendo que cayera de pleno al suelo, un chorro de sangre empezó a caer de mi labio recientemente partido-Estaba pagando los cafes- dije entre sollozos mientras todo mi cuerpo temblaba -¿Encima me replicas?- cogió mi pelo mientras yo gritaba y forcejeaba para que me soltara, me arrastró sin temor hacía un trastero de apenas un metro cuadrado y me empujó dentro, me levanté rápidamente y forcejee para que no me encerrara -Maldita puta- cerro la puerta con tanta rabia que pillo mis dos dedos con la puerta haciendo que
los quitará rapidamente, dolian como el diablo y uno incluso se me salió del sitio, estube gritando y rascando la puerta con mis uñas hasta que sangrarón en medio de un maldito ataque de pánico, despues de un dia entero sin ver la luz decidió abrirme para poder desfogarse...

[Narra Yavé]

-Otra vez no- me quede parado en el pasillo al escuchar sollozos y gritos -otra vez no joder-Deniss. Tiré todas mis cosas al suelo y me puse a correr como loco buscándola hasta que segundos después me di cuenta de que sus gritos venían del baño de mujeres, cada vez gritaba mas fuerte entre sollozos, casi podía quedarse sin voz, abrí la puerta del baño -Deniss, estoy aquí- dije desesperado por sacarla de aquel ultimo baño mientras que ella seguía llorando como si la estuvieran matando, intente abrir la puerta pero no se podía, así que le pegué patadas hasta que se abrió, y hay estaba ella arrinconada hecha un ovillo entre el bater y la pared, inmediatamente me arrodille ante ella rodeándola con sus brazos, entonces comenzó a gritar mas fuerte y a patalear -Suéltame, suéltame- la saqué de aquel rincón como pude -joder, soy yo- la abracé firme contra mi pecho callando sus sollozos -soy yo -volví a repetir, poniendo una de mis manos en su nuca y otra rodeando su cintura, lo primero que pensé fue que alguien la estaba violando en el baño, mi corazón iba a cien por hora, si le pasa algo a ella yo me muero, me pegó débilmente en mi pecho, estábamos arrodillados en el suelo en medio del aseo de mujeres, ella se separó de mi y me di cuenta de que estaba hiperventilando tanto que ella misma se estaba ahogando- joder Deniss, dime que no te han hecho nada joder¿Que ha pasado?- dije con la voz rota haciendo que ella volviera sollozar -No pue...do...res..pir...pi...rar-pude ver como su pecho se movía rápidamente hacia arriba y hacia abajo, no sabia que hacer, pero lo primero era mantener la calma y pensar, así que eso hice, me acerqué a ella y cogí sus manos poniendolas en forma de cuenco alrededor de su boca y de su nariz -Concéntrate en respirar bien- sus manos estaban temblando sobre sus rostro mientras que sus orbes verdes pardo de los cuales salían lagrimas se clavaban en mis ojos, unas ganas de llorar me vinieron de repente-vale, respira, inspira- dije mientras respiraba con ella -Eso es, shhhh, tranquilízate, ahora solo por la nariz- sus respiración se fue recuperando poco a poco -Vale, ahora inténtalo tu sola- lo hizo perfectamente, se relajo hasta que acabo de llorar y pudo controlar su respiración, se quito las manos que todavía temblaban ligeramente y le ayude a levantarse, todavía tenia una presión en el pecho y la abracé fuertemente, estaba jodidamente preocupado, duró unos segundos porque la separé y acuné su rostro-Joder, no vuelvas a hacer eso en tu vida Deniss, joder, por poco me matas del susto- ella bajó su vista hacia sus pies y pude escuchar un hilo de voz casi inaudible -¿Que?- le dije en tono suave levantando su cabeza para que me mirara -Que me abraces- rodee su pequeño cuerpo con mis brazos y besé su nuca, una tranquilidad invadió mi cuerpo, casi como la sensación del cigarro, su piel era fría, me sentía tan lleno que suspire. Suspiré. Puse una mano en su nuca y la besé, ella me apretaba mas fuerte contra su cuerpo y en mi mente no podía caber que mierda le pasaba para ponerse así -Claustrofobia, de pequeña me quedé encerrada en un armario y tardaron un día en encontrarme.

[Narra Deniss]

Mentí, no me quede encerrada, tampoco era una niña, todo lo contrario pero quizás si tenia claustrofobia, nunca alguien había hecho algo así por mi, nunca alguien se preocupo tanto en encontrarme y hizo lo posible para que yo estuviera bien, hacia tiempo que no recibía un abrazo, un abrazo de verdad, un abrazo en el que pudiera cerrar los ojos. Me sentía completamente llena, pero tenia que irme ya si no quería escuchar los gritos de mi madre, me separe del abrazo -¿Estas bien?- asentí con una pequeña sonrisa, me dirigí al espejo y lave mis ojos y mi cara un poco por encima sin quitar el poco rimel y delineador que tenia mientras que el se peinaba el tupe en el espejo, pude ver algunos tatuajes en su mano -¿Llevas tatuajes?- el hizo una sonrisa torcida y cogí su mano -si-contestó el, tenia un tribal en la palma de la mano y por el reverso tenia letras y degradado, cogí su camisa de cuadros y la remangué dejando ver un brazo lleno de tinta, sorbí aire de sorpresa y cogí su otro brazo haciendo el mismo movimiento, ni un centímetro sin tinta, ni siquiera la palma de su mano, levante la vista hacia su rostro donde analizaba mis fracciones muy de cerca, recorriendo con su mirada mi rostro -¿Llevas más?- Pregunté mirando como del cuello de su camiseta Blanca salían algunas puntas de tinta, el río mientras jugaba con mi mano -Creo que no hay centímetro sin tinta- volví a sorprenderme, el jugaba con mis dedos de la mano derecha -yo también llevo- afirme, lo que hizo que levantara una ceja asombrado -¿tu?- la distancia parecía acortarse entre nosotros - Una pluma, un ancla, unas alas, un corazón y otro que es secreto- sonreí y el miró mis labios mientras seguía jugando con mis dedos -¿Donde los llevas?- preguntó curioso - Las alas la llevo en el tobillo- delicadamente separé sus manos de las mías para subirme a la banca de mármol de un salto, levanté mi pierna izquierda y el la cogió levantándome el pantalón dejando ver unas pequeñas alas medio abiertas de ángel detrás de mi tobillo, subió su mano dejándola en mi muslo sin dejar de fijar sus ojos en los míos haciendo más corta la distancia -El ancla la llevo en mi muñeca derecha- quite mis pulseras y deje a la vista una pequeña ancla de trazado fino, me estaba desconcentrando totalmente esos malditos ojos azules fijos en mi tinta de la muñeca, jugó con mis dedos hasta que los entrelazo otra vez, lo tenia tan cerca que se había colado entre el hueco de mis piernas -El corazón lo tengo en el hombro derecho- dije girando mi cabeza hacia el espejo -En ese ya me había fijado- su voz rasposa sonaba en mi oído y por el espejo pude ver que ya no había espacio entre nosotros - Y creo que he encontrado la pluma- dijo el dejando un beso húmedo detrás de mi oreja justo donde estaba la pluma que hizo que una electricidad recorriera todo mi pecho, giré mi cara lentamente hasta que nuestras narices chocaron, su mirada se clavo en la mía y yo bajé la mía a sus labios, carnosos que casi rozaban los míos si no fuera por algunos milímetros que me separaban, puso una mano en mi nuca y con el dedo gordo acarició mi mejilla -Me gustan- dijo en un susurro acariciando mis labios.

VAMOS BESAME

-¿Que pasaría si te beso ahora?- dijo el en un susurro-Que te llevarías una hostia- sonrió a la orilla de mis labios -Pues nena, espero que beses jodidamente bien y que esa hostia merezca la pena- segundos después estrelló sus labios con los míos, rodeo mi cintura con su mano y empezó a moverse sobre mis labios devoradolos, apoye mis manos sobre su pecho y el me apretó mas hacia su cuerpo, nunca me habían besado así, con desespero, un beso rudo y sexy, sin permiso, segundos después metió su lengua en mi cavidad haciendo que abriera los ojos en sorpresa. Nunca me habían besado con lengua. El los tenia cerrados disfrutando de las sensaciones que producían el choque de nuestros labios, pero mi yo interior se acordó de la pelirroja que estuvo besando hace unos días empujándolo fuera de mi y rompiendo el beso. me maldije. -La pelirroja- dije mirándolo a los ojos que apuntaban a mi boca con deseo, tenia los labios rojos y entre abiertos -¿Que pasa con la pelirroja?- dijo acercando sus labios con los míos con sus ojos cegados en ellos, sujete su mentón haciendo que sus mejillas se estrujaran antes de que volviera a probar mis labios -No he venido a vivir aquí para esto.- y después de eso lo empujé y salí del baño dejándolo completamente descolocado.


RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora