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[Narra Yavé]

No me podía quitar a Niss de la cabeza, nada conseguía cuadrarme, ella no me paró los pies cuando yo no la trataba como ha alguien mas, tampoco la trataba como una amiga o como una hermana por el simple hecho de que mis sentimientos hacia ella no eran los de un hermano.
Ella....me hace sentir cosas que no había sentido antes, me gustaba todo de ella, la forma de sus sonrisa, la forma en la que me miraba, me miraba diferente a como me solía mirar la gente, las chicas me miraban creyendo que podrían satisfacer sus deseos de encadenarme a ellas, de cambiar mi forma de ser y quien sabe que más, y yo de una forma u otra siempre me aprovechaba de esas cosas, los chicos me temían, o al menos la malloria de ellos, otros preferían tenerme en un altar, eso si no les había robado a su chica, esos me tenían como un gran hijo de puta,pero siempre entre todos esos sentimientos, reacciones y pensamientos predominaba el miedo que causaba simplemente mi presencia, la gente sabia que era peligroso, pero ella me miraba como si detrás de todo aquello, como si detrás de mi mascara hubiera algo, algo que ni yo sabía que tenia, incluso me plantó cara, solo compi solía hacer esas cosas, ya que el como mi mejor amigo y hermano había conocido al verdadero "chico peligroso". El problema es que me estaba enamorando perdidamente de ella cuando lo nuestro nunca funcionaria. Llegué hasta su casa y trepe hasta una de las ventanas del primer segundo piso, era una biblioteca, o al menos eso parecía con todas las paredes recubiertas de libros, salí de allí hasta que en medio silencio escuche una absorbida de mocos, abrí la puerta silenciosamente y joder, la valentía a la mismísima mierda cuando la vi llorando en su cama tan indefensa ¿como cojones iba a hacer esto? quería abrazarla tan fuerte, la quería tanto...me di cuenta de aquello, cambió mis expectativas y le dio un giro a mi vida sin ni siquiera intentarlo, el mundo se derrumbaba y solo ella podía reconstruirlo, yo solo quería decirle que la amaba pero, joder,ella solo estaba utilizándome y eso no es justo, al menos para mi, apagué mi consciencia borrando cualquier rasgo de mi rostro y volviéndome gélido como el hielo, vamos, lo había hecho millones de veces -¿No estarás llorando por mi?-se levantó asustada de la cama y se calmo al verme dándome una pequeña sonrisa inocente -¿Que haces aquí?-respire hondo, dirigí mi vista a la ventana, mi consciencia estaba costando de apagar-Creo que esta claro, he venido a buscar lo que llevo tiempo ganándome y parece que tu no piensas darme -Frunció el ceño, cuando me vio acercándome hacia su cama y quitándome la chaqueta, bajé mi mirada porque ni siquiera podía mirarla sin desmoronarme - ¿Que haces?-confiaba en mi maldita sea, me quedé a los pies de su cama, tirando la chaqueta a la otra punta de la habitación y aun así confiaba en mi, no tenia miedo, y eso me dolía todavía más, me abalance sobre sus labios, el ultimo beso, al que ella me estaba correspondiendo, no quería cerrar los ojos, venia a acabar lo que había empezado, me fui poco a poco tumbandome encima de su cuerpo, pero cerré los ojos, maldita sea los cerré por unos instantes para después separarme del beso -¿Tienes condones?- dije bajando hasta su cuello para llenarlo de húmedos besos, no podía desmoronarme ahora, ella puso sus manos en mi pecho y me dejé separar, nuestros ojos se conectaron y los de ella estaban completamente rojos de haber llorado, bajé la mirada -¿Tienes o no?- dije de mala manera con un nudo en la garganta -Quítate de encima- dijo en un susurro y las lagrimas cayeron de sus ojos rompiendo mi alma en mil pedazos, nunca había sentido esto por nadie, me levante de mala gana, y ella simplemente me miraba-¿No vas a decir nada?- ella suspiró-Es que...no..no se que pensar, tus palabras dicen una cosa y tus gestos demuestran otra- el dolor en mi pecho se intensificó cuando sus palabras salieron en un hilo de voz al borde de lagrimas, era un dolor que jamas había sentido y era insoportable, créeme que lo es.-¿Que creías? ¿Que me había enamorado de ti?-Dije con un tono frió y sarcástico para después reírme, se que odia que se rían en su cara y así no me volvería buscar y bueno, con verla todos los días me bastaba.-BASTA!! ¿HAS DISFRUTADO? ¿TE LO HAS PASADO BIEN JUGANDO CONMIGO?-Sus lagrimas, sus gritos, me partían por dentro, cada palabra hacia que sufriera cada vez mas por alejarla de mi, solo quería abrazarla, besarla, secarle las lagrimas y consolarla.-Deniss joder, no te hagas la difícil, que yo se que no he perdido el tiempo contigo- dije mirándola de arriba abajo intentando subirme encima de ella otra vez, pero me empujó, flojito, pero hice como si me hubiera empujado fuerte lejos de ella, podía besarla si quería-Toda la vida me arrepentiré de a ver tenido que ver algo contigo- dijo limpiándose la boca haciendo cambiar mi falsa sonrisa por mi cara gélida, no dije nada más, ni siquiera pude mirarla a la cara, y las lagrimas amenazaban con salir, cogí mi chaqueta y salí por la ventana de su cuarto destrozado. Pude ver como Deniss caía al suelo de rodillas, entre lagrimas.

Las dos ultimas semanas no la volví a ver, se perdió los últimos exámenes de evaluación, pero había echó otros antes y sus notas eran jodidamente brillantes a pesar de que hubiera desaparecido, me gradué en bachillerato, y ella también, pero ni siquiera fue a la graduación, yo no volví a ser el de antes, me fui de fiesta y bebí y fume porros hasta que por el efecto de las drogas veía a Deniss en las caras de otras chicas, tenia una resaca insoportable, tire a una tía de mi cuarto por la mañana, parecía que anoche tuve guerra, solo recuerdo emborracharme en el tuburio donde iba siempre, también recuerdo pegarme con alguien, solo recuerdos vagos y Deniss estaban en mi mente algo tendría que hacer para olvidarla, pero los días seguían pasando y cada día me hacia mas falta.

[Narra Niss]

No paraba de llorar desde aquella noche, no tenia fuerzas para nada, dulce mi amiga del instituto venia de vez en cuando a pasar un tiempo conmigo, aunque la tirara de mi casa ella quería rehacer nuestra amistad. Estaba tumbada en la cama observando mi muñeca con aquel tatuaje de un ancla que tenia a la parte izquierda, miré el calendario, 17 de julio, ¿Tanto tiempo había pasado desde aquella noche con Yavé? parecía que había sido ayer, no éramos nada pero dolió como si lo fuera.A mi mente vino aquella trágica noche de fiesta de un 17 de julio de hace 2 años, me hacia tanta falta mi mejor amiga en estos momentos, aquella noche tenia que salir si o si. Tenía que volver a revivir aquella noche que cambió la vida de cris y la mía, la noche en la que mi mejor amiga murió.


RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora