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[Narra Adam]

Después de la devastadora cena familiar de anoche Deniss fue a dormir sin decir una sola palabra. No podía creer que a los problemas que tiene se le haya añadido una sesión de discusión familiar que destrozara su cumpleaños. Me sentía realmente apenado, es más, pienso retomar una cena para nosotros dos esta noche y abriría todos los regalos que acabaron sorprendentemente en el maletero. Acomodé la corbata en mi traje y bajé las escaleras para desayunar algo y esperar a Yavé que todavía tenía papeleo por arreglar. Al entrar a la cocina y coger una taza para hacer café en la puerta sonaron las llaves que le había prestado a Yavé dejándolo entrar en la casa -Buenos días- dijo el adormecido entrando en la cocina, la vergüenza invadió mi piel a recordar lo que tuvo que soportar ayer -Yavé, siento lo de ayer, la familia es un poco explosiva...- dije apenado, el me dio una sonrisa tranquilizadora -Ni te preocupes- puse el sobre de café en la leche de mi taza y algo de azúcar, cuatro cucharadas -¿Has traído los papeles que faltaban de las nominas?- preguntó Yavé cuando caí en la cuenta que lo había olvidado por completo, me di un golpe en la frente con la palma abierta -Joder, se me había olvidado completamente, cuando llegue al despacho le digo a la chica de recepción que te los traiga- el asintió cogiendo el periódico -no te preocupes- suspiré, hoy acabaría pronto de trabajar y seria perfecto para salir con mi hija a cenar. -¿Puedo pedirte un favor?- le pregunté a Yavé mientras le daba vueltas al café -claro- dijo mirándome con atención-No dejes salir hoy a Deniss del piso.

[Narra Deniss]

El timbre desesperado de la puerta me despertó con una reacción que casi ni recordaba. Antes de que mis sentidos se activaran y mi cabeza recibiera una señal estaba completamente incorporada al lado de mi cama con la respiración entrecortada. "Joder" relajé mis músculos en tensión y desplomé mi trasero en la cama quedándome sentada "¿Quien mierda será ahora?" me levante de la cama arrastrando mis pies descalzos en el suelo frió. Mi cabeza hizo un click despertándome rápidamente cuando dejó de sonar el pesado timbre "¿Quien a abierto?" me asome entre la oscuridad de la escalera y vi a Yavé sonriendole a la secretaria de mi padre mientras ella le daba los papeles seductoramente. "¿Que mierda le pasa a este hombre con las rubias?" oh por dios, estoy creando un odio irracional hacia ellas. Mientras que mi Cabreo iba subiendo rápidamente haciéndome hervir la sangre me pegué una buena ducha. Arreglé mi cabello y me maquillé con lo básico y me puse una falda blanca ibicenca de puntilla blanco roto cogida a mi cintura y una camiseta de tirantes corta color vino dejando ver dos dedos de carne, unas sandalias doradas y mi bolso marrón con una asa larga de cadena dorada. Use un reloj dorado y unos pendientes largos dorados también.

Se va a cagar.
¿como se atreve a besarme y a ligar con otra en MI casa?.
Es un estúpido.
Sabia que era estúpido, pero no sabia que era tanto.
A lo mejor la estúpida soy yo por aguantar a ese elemento de hombre.

Bajé las escaleras haciendo mas ruido de lo normal para que Yavé me escuchara. Mierda, mis gafas y las llaves están en el comedor. Resoplé mas cabreada de lo que ya estaba. Entre al comer rápidamente y me acerque a largas zancadas a la estantería -¿Donde vas?- escuche detrás mía. Yavé.-De compras ¿Puedo?-pregunté a la defensiva cogiendo las llaves y poniéndome mis gafas de sol negras -Pues no- dijo quitándome las llaves de la mano haciéndome girar sobre mis talones -¿Eres idiota?- dije descargando parte de mi furia, el levanto una ceja sorprendido-Parece que alguien se ha levantado con el pie derecho-miré la puerta, no estaba cerrada con llave, propria salir corriendo. Cuando gire mi vista hacia él miraba la puerta y a mi intermitentemente. Sabia lo que iba a hacer. Salí lo mas rápido que pude y lo estaba consiguiendo, iba a rozar el pomo de la puerta de la entrada cuando unas manos se posaron en mi cintura- No tan rápido - dijo levantándome sobre mis pies y dejándome detrás de el para cerrar con llave. ¿Como mierdas a tenido fuerza para levantar mi pesado cuerpo como si fuera una maldita pluma? -No me toques las narices, dame las llaves- dije extendiendo la mano abierta para que dejara las llaves en ella estaba perdiendo los nervios, me quité las gafas de sol -No puedes salir Deniss- dijo haciendo que perdiera completamente los nervios mientras el me daba la espalda haciendo que yo saltara hacia el metiéndome por debajo de sus brazos para coger las llaves que me había robado como un cobarde. Forcejeamos hasta que con una vuelta consiguió ponerme delante suya y completamente separada de su cuerpo. Estoy segura de que acabo de enseñar todas mis bragas -Que me las des maldito- dije volviéndome a lanzar hacia el. Lo voy a matar. Cogió mis manos bloqueandome completamente y dejándome delicadamente tumbada en el suelo. Otra vez mis bragas. Yavé abrió su pantalón por delante con el dedo gordo tirando de el y dejo caer las llaves dentro con cara de falsa sorpresa -Ahora puedes cogerlas si quieres- dijo esquivando mi cuerpo para pasar por encima de mi y dirigirse ha la mesa a seguir ordenando papeles. Me levanté mas cabreada del suelo con rabia e impotencia de no poder con el ¿Quien cojones se creía para no dejarme salir?-Seguro que si fuera rubia me hubieras dado las llaves al momento de pedírtelas- dije saliendo del comedor a la cocina -¿Y eso a que viene?- escuche decir detrás mía desde la mesa mientras me seguía dirigiendo a la cocina, tenia ganas de llorar de la maldita rabia. Te odio maldita sea. Te odio tanto. Mis dientes estaban apretados mientras que buscaba algo de chocolate por los estantes. Una voz mas delicada proveniente de Yavé habló a mis espaldas en la puerta de la cocina. Maldita sea. ¿Por que no me deja en paz? -Te he hecho una pregunta- rodé los ojos mientras que seguía buscando por los estantes altos de la cocina -no viene a nada- dije con voz cansada -Si lo dices por Raquel deberías sabes que...- lo corté -Vale, me da igual.- dije cansada y el silencio reinó en la cocina. Encontré los lacasitos pero los malditos estaban al final del estante de arriba del todo. Parecía que lo ponían ahí aposta, soy alta pero no llego al techo maldita sea. ¿Quien fabrica muebles tan inútiles? Estiré mi dedo tocando el paquete de lacasitos atraiéndolo poco a poco hacía mi cuando el cuerpo de Yavé se pegó en mi espalda y posando una de sus manos en mi cadera alcanzándome los lacasitos con la facilidad que a mi me faltaba. Me giré para recogerlos y los apartó de mi acorralándome entre en banco de la cocina con sus brazos completamente tatuados haciendo que cogiera aire en un suspiro y mi corazón fuera acelerándose poco a poco -Puedes...-dije poniendo una mano en el pecho para hacer el gesto de que se apartara -Cuando me digas que te pasa- mi respiración aceleraba poco a poco, no me puedo enfadar con el teniéndolo tan jodidamente cerca, joder -Nada-dije seca intentando desviar mi mirada para no perderme en la suya -Dímelo- dijo pegándose un poco mas a mi haciéndome sentir cada vez mas pequeña, un dedo se posó en mi barbilla haciendo que levantara mi vista hacia el, pero seguí desviándola -Por favor- dijo en un susurro cerca de mi rostro. Mierda estaba celosa, pero no lo iba a aceptar, estaba loco si creía que iba a ser tan sincera con el -¿Que no me dejas salir?- pregunté como si fuera obvio -Eso no es- mi corazón de detuvo por un segundo, me conoce tanto que me da hasta miedo -¿Me vas a ser sincero tú?- dirigí mi mirada hacia él justo en el momento en el que frunció el ceño-¿Te gustan las rubias o las morenas? Aunque se que las pelirrojas también te van ¿Te gustan todas o simplemente no tienes un tipo?- el me miró sorprendido y se que eso no se lo esperaba porque se quedó callado e indefenso que fue lo que hizo que me subiera ¿Ahora quien se sentía pequeño?-Si tengo un tipo de chica, y sin duda de siete billones de sonrisas la suya es mi favorita, cuando sonríe todo se me pasa, ese es mi truco y esa es su magia, aunque por desgracia solo sepa enfadarse- mi corazón se paró durante un minuto por lo menos después de su ultima frase -y todo eso se resume en una única chica, tú. Así que no me vengas a preguntar que color de pelo me gusta más porque gustarme solo me puedes gustar tú- empecé a dudar si mi corazón se había parado y directamente había preferido irse con él -Eso se lo dices a todas tus rubias- dije mirándolo incrédula a los ojos -te aseguro que es el "Me encantas" más sincero que ha salido de mis labios- su mirada era completamente sincera, mi respiración era completamente acelerada al igual que mi corazón el bajó la mirada a mis labios y después mordió su labio inferior haciendo que mil mariposas me recorrieran de pies a cabeza. Bajé la mirada a sus labios, mierda quiero que me bese ahora, necesitaba probarlo otra vez, lo necesito conmigo. -Pero se que necesitas tiempo- dijo separándose de mi dejándome con todas las ganas de tirarme a devorar sus labios -Y espero que algún día me cuentes que te impide que estemos juntos.- Dijo dejándome inmóvil en la cocina. Hizo una sonrisa torcida de satisfacción y dejó la bolsa de lacasitos detrás de mi cuerpo regalándome un guiño para después salir de la cocina dejándome sola con mi shock.

RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora