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[Narra Deniss]
Un beso frió se posó en mi mejilla. Papá.
-¿Ya te vas?- dije adormilada desde la cama.
-Si cariño, descansa.

Cerré mis ojos intentando dormir. Podría ponerme el vestido color melocotón clarito. Es precioso y no lo he usado todavía. La inauguración de su hermano tiene que ser bastante importante. Espera ¿Hermano mayor?¿Por qué nunca me ha hablado de su hermano? Tampoco es como si le hubiera preguntado, o como si supiéramos algo el uno del otro, en realidad no se nada de mi ¿Novio?

Cambie la postura para intentar seguir durmiendo. No voy a poder seguir durmiendo. Mañana a las ocho. Estoy sola con Yavé. Las mejillas se tornaron Rojas de la nada. Oh dios, me odio. ¿De verdad tengo diecinueve años o sólo es apariencia? La madre de Yavé es joven ¿si el tiene veinte y es el segundo cuantos tendrá el primero? Bueno, no se si será joven la madre de Yavé, al menos lo aparenta. Estela mataría por usar la crema que usa ella.

Mi mente quedó en silencio por fin ¿Quien sería ese hermano mayor? Justo cuando el silencio se apoderaba de mi mente y del ambiente un estruendoso sonido que venía de fuera hizo que me sobresaltara. Pequeños golpes familiares de escuchaban en la terraza. Me levanté y retiré la cortina con el dedo para poder ver por una pequeña rendija de la cortina.

Yavé.

Estaba jugando a baloncesto con esa estúpida canasta que compró mi padre y luego ni utilizó, justo como había pensado el día que apareció con esa gran cosa por la puerta. Me cambié rápidamente, me puse unos legins y una camiseta de tirantes que se acoplaba a mi cuerpo hasta la mitad de mi trasero y una camiseta ancha por encima de la cintura, mis deportivas y una coleta. Me lave los dientes y el rostro y bajé al patio. Justo cuando crucé la puerta de salida el frío cubrió mi cuerpo -Joder Deniss, te vas a constipar- dijo Yavé poniéndome su sudadera -Buenos días a ti también- dije sonriendo para que después posara un beso en mis labios -¿Has bajado a jugar?- rodee mis brazos en su cuello y posé un pequeño beso sobre sus labios mientras el posaba sus manos en mi cintura -Te voy a dar una paliza- mentí dirigiéndome hacia la pelota mientras Yavé me miraba con una ceja levantada -¿Debería tener miedo?- asentí mientras votaba la pelota en el suelo -uno contra uno- dije lanzandole la pelota. Yavé empezó a votar la pelota entre sus piernas y justo cuando fui a quitársela empezó a correr hacia la canasta mientras que yo intentaba impedirle el paso pero no sirvió para absolutamente nada.

0-1

Cogí la pelota y empecé a votarla dando vueltas por el campo hasta que Yavé consiguió quitármela en apenas unos segundos. Volvió a correr por el campo para canastar, pero no le iba a dejar, lo cogí de la camiseta frenandole el paso -Falta, Falta- dijo riéndose mientras le quitaba la pelota y lanzaba a canasta metiéndose de pleno -No puede ser- dijo Yavé mientras yo seguía ilusionada saltando por el campo.

1-1

Yavé cogió la pelota y me veía con una sonrisa de oreja a oreja desafiándome a quitarle la pelota, justo cuando se lo iba a quitar depósito un beso en mis labios y escondiendo la pelota detrás de su cuerpo despistandome totalmente y justo cuando rompió el beso lanzó la pelota canastando de pleno

2-1

-Eso es trampa- levanto una ceja recogiendo la pelota -Claro, por que los jugadores de la NBA cogen de la camiseta a sus rivales para que no canasten- sonreí mientras el me pasaba la pelota, comencé a votar la pelota por el campo mientras el iba corriendo detrás mía simulando que hacía todo su esfuerzo para quitarme la pelota, justo cuando llegué al área para lanzar a canasta, Yavé me levanto del suelo -Lanza y cuélgate de la canasta- y así hice pero justo cuando quedé colgada me dio miedo bajar -¿Deniss? Ya puedes soltarte- miré al suelo, demasiada altura para mi -cógeme tu- ¿y si no me coge y me como el suelo?-suéltate- dijo extendiendo los brazos hacia mi, estuve dudando pero los brazos me dolían de sujetar mi pesado cuerpo así que me solté impulsándome haciendo que cayera al suelo sobre el cuerpo de Yavé -¿Pero porque te impulsas?- dijo Yavé retirándome el pelo de la cara y depositando un beso en mi nariz y mis labios.
-Vamos dentro a descansar- dije mientras me levantaba de encima suya.

Los dos nos dirigimos dentro de la casa y nos sentamos en doy a uno al lado del otro, Yavé encendió la televisión y justo salió gran hermano -Deja eso- dije interesada en los líos que se formaban en la casa, Yavé me miró con una ceja levantada -Déjalo porfiiiis- dije moviéndome en el sofá mientras depositaba besos por todo su rostro haciéndolo reír -Ya está bien ¿no?- dijo entre risas aunque se que en realidad esto le encantaba -Espera, creo que tengo la peli de "Pixels" descargada- Me levanté del sofá -Pues preparada mientras yo me ducho- me gritó Yavé mientras yo subía las escaleras. Llegué a mi cuarto y miré mi teléfono. Ningún mensaje de papá. Era casi un día entero en avión, Es normal que no sepa nada de él todavía. Cogí el pen y guardé mi móvil en el bolsillo. Bajé las escaleras y conecté mi pen a la tele para poder ver la peli. Quince minutos después los dos estábamos sentados en a sofá viendo la peli que me empezaba a resultar algo irreal.

La peli llevaba algo más de media hora cuando la cabeza de Yavé calló en mi hombro.

Hace un segundo estaba despierto.

Volví a dirigir mi vista hacia la película, sentí sus pestañas acariciar mi cuello. Estaba despierto. Al momento unos brazos rodearon mi cintura. Sonreí cuando sus pestañas volvieron ha hacer cosquillas en mi cuello. Se está haciendo el dormido sólo para abrazarme. Coloqué mi brazo sobre su cabeza y comencé a acariciar su pelo mojado que no estaba recogido en una coleta.

El día transcurrió mejor que cualquier otro, yo sonreía, reía con sus sarcasmos y escuchaba atenta como su padre los había abandonado, me resultó raro que no me dijera absolutamente nada de su hermano mayor, ni siquiera en las travesuras que había hecho de niño.

Su padre se fue hace once años, un día simplemente desapareció dejando todas sus pertenencias allí, el tenía 10 años, justos los que tiene ahora Valeria, su madre se enteró poco después de que estaba embarazada.

Me dijo que lo que más le sorprendía es que su madre no estaba tan afectada. Se veía triste pero no devastada. También me dijo que si verdadero apellido no era Armstrong, ese era el apellido de soltera de su madre. Se había negado desde pequeño a llevar el apellido del padre que los abandonó y Valeria directamente se bautizó como Armstrong.

De su padre y de su hermano mayor no recibí información ninguna. Tampoco quise indagar porque quizás si yo metía las narices donde no debía después el me devolvería la jugada. También me explicó que su nombre lo había elegido su padre porque su abuelo era judío y que había pensado cambiárselo mil veces, pero que era algo difícil cuando te conocen durante veintiún un años como Yavé.

Horas después supe algo más de su hermano mayor y su padre, ya que textualmente dijo "Todos mis hermanos sacamos los ojos de mi padre, Valeria es la que más se parece a mi madre, lo único que tiene de mi padre son los ojos, yo, bueno, tengo rasgos de mi padre como el pelo y los ojos pero lo demás es todo de mi madre, aunque mi hermano mayor es la viva imagen de mi padre"


RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora