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[Narra Edu]

La rabia se apoderó de mi cuando la vi salir de su casa con aquel vestido ¿Quien se creía que era para llevarlo? Ella siempre ha sido mía. No iba a soportar las miradas de todos esos hombres sobre mi chica. Y con ese vestido...Con ese vestido iba a traer todas las miradas. Mi puño se cerro con fuerza aguantando mi ira y mi mandíbula se apretó fuertemente. -¿Donde piensas ir así?-Ella frunció el ceño-¿Por qué?

[Narra Niss]

Mire mi vestido de arriba a abajo -Es demasiado corto- ¿Pero quien se creía?-Pero si lo llevo a mitad de muslo-No se porque se veía tan cabreado, tampoco iba tan corta, me cogió bruscamente de la muñeca como la última vez que nos besamos y me abrió la puerta del coche -Sube y cállate- subí y cerró de un fuerte portazo la puerta. Quedé petrificada, me había dado miedo realmente, esa escena que acababa de hacer no era normal. Todo el viaje fuimos callados y podía notar como apretaba el volante con fuerza. Al llegar, el aparcacoches tomó nuestro coche mientras que nosotros dos entramos cogidos de los brazos como una pareja, esto era jodidamente ridículo. Al entrar pude apreciar a toda la gente elegante mirándonos y comentando, se podía notar como las chicas me miraban de arriba a abajo con envidia por venir cogido de Edu, ya ves tu, si quieren se lo regalo. Ni siquiera me atrae como antes, no se que pasó pero no debió de ser nada bueno.

Me senté en una mesa redonda enfrente de gente que ni conocía pero se veían bastante estirados, todos los hombres vestían traje y hablaban de manera culta, y no por la forma de usar un vocabulario extenso, si no por la entonación que usaban, como diría mi padre "Eso es quedar como un señor", incluso la risa se veía elegante, era digno de admirar, las mujeres vestían de largo, con grandes joyas extravagantes y cabello recogido, me sentía despeinada al rededor de ellas, no conocía a nadie, tampoco me sonaban sus rostros o quizás si los conocía solo que no me acuerdo de ellos. Una pelirroja de falda de tubo negra se acercó a la mesa depositando unas finas copas de champagne y observaba aburrida como las burbujas subían mientras Edu hablaba de empresas con un hombre mayor de la mesa ¿Esto es una fiesta de cumpleaños? pobre de mi amiga.

Toda la gente se quedó en silencio y apagaron las luces sacándome de mi bajón de adrenalina.

POR FAVOR QUE SEA UNA PELEA O UN APAGÓN. NO. MEJOR UNA PELEA. PELEA. PELEA. PELEA.

[Narra Yavé]

Entré en la sala justo cuando Dulce bajaba las escaleras. Las luces se apagaron y una luz la enfocó. A Dul le quedaba bastante bien ese vestido verdoso, resaltaba su piel aunque fuera el típico pomposo de princesa de cumpleaños, no era rosa ,Gracias a dios, y llevaba un corsé que resaltaba su cuerpo. Estaba colocándome la corbata como podía antes de que encendieran las luces. Conseguí colocarme perfectamente la corbata justo a tiempo para que encendieran las luces, pero cuando dirigí mi mirada donde se suponía que debía de estar Dulce, ya no estaba. La busqué con la vista entre la multitud para felicitarle. Una de las camareras me sirvió una copa fina de champagne, la verdad es que ni siquiera me gusta el champangne pero la camarera me miraba con deseo y no puede evitar guiñarle un ojo, me dio su numero sin apenas esfuerzo, quizás la usaría más tarde. Guarde el papelito en el bolsillo de dentro de mi americana plateada y me giré sobre mis talones divisando a la cumpleañera en una de las mesas.

[Narra Niss]

-Dios amiga, que rollo de fiesta de cumpleaños-dijo Dul con una mueca en la cara entre medias de mi asiento y el de Edu -Bueno, mira el lado bueno. La noche es larga.-dije sentada en la mesa aburrida todavía, ella se rió y cambio la cara de repente era una mezcla de preocupación, sorpresa y felicidad mientras su sonrisa se apagaba lentamente. Edu que estaba sentado a mi lado giró la cabeza y miró a alguien de arriba a abajo con mala cara. Yo sinceramente ni me giré, esta aburrida fiesta me había quitado la energía, aproveché que estaban entretenidos para beberme la copa de champagne de golpe. Unos fuertes brazos se apoyaron por detrás mía en el respaldo de la silla. -Felicidades Dulce- Dijo una voz que me parecía familiar, un pequeño inicio de nervios hizo vibrar mi cuerpo. Pude ver sus brazos dirigirse hacía la mesa para dejar una copa de champagne todavía llena. Esos tatuajes. De repente la respiración se estaba haciendo pesada, Seguí aquellos brazos esculpidos hasta llegar a su rostro.

MADRE DE DIOS. YAVÉ .

Y la sensación que tenia con tan solo tenerlo a poca distancia de mi era totalmente diferente a la que me trasmitía Edu, no era para nada angustiosa.

[Narra Yavé ]

Creo que la respiración se me corto cuando la vi sentada en aquella mesa , mi cuerpo parecía no asimilar su imagen todavía, me estaba mirando fijamente a los ojos dejándome sin habla. Dul me estaba hablando pero no la escuchaba, simplemente no podía escucharla, estaba concentrada en ella, sus preciosos ojos verdes pardos, sus labios carnosos y jugosos, su pelo, su pelo había cambiado ahora estaba oscuro pero se veía bien, le hacían resaltar sus ojos. Estaba mas guapa que nunca. Pude ver como el color de sus mejillas iba subiendo, giró su cabeza intentando taparse una pequeña sonrisa que había salido que aquellos preciosos labios. Y los míos también se curvaron en una notable sonrisa que después se convirtió en casi imperceptible, como solía hacer siempre. Mi ángel había vuelto.

-Ella es Niss- la presentó Edu sacándome de mi trance -La conozco- dije sin quitarle la vista de encima -Dudo que te recuerde- dijo cínico, ya estaba tocándome los huevos. Aparté mi vista de Deniss, iba a decir algo, pero ella se levantó interponiéndose entre los dos y captando toda mi atención, este gilipollas siempre me saca de mis casillas.


RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora