18

105 11 0
                                    

[Narra Deniss]

Estaba sentada en la cama de
Dulce y ella contaba emocionada todo lo que tenia preparado para su cumpleaños, llevaría un vestido pomposo, bajaría por unas escaleras de mármol, estaría todo lleno de flores y manteleria Blanca y por fin se quitaría solamente por un día su pelo de colores dejándolo negro azabache.

-¿Quien era el chico de los ojos azules de la discoteca?-Ella miro sus manos-¿Y tu?¿Porque tanto interés?-La miré directa a los ojos -He estado dibujado esos ojos desde el accidente. Se que lo conozco porque si dibujo sus ojos es por algo ,pero no pude preguntarle en la fiesta si lo conocía de algo-Ella levanto las cejas y luego las bajó y me miró directa a los ojos también -¿Solo te acuerdas de los ojos?-yo fruncí el ceño, ella sabia algo-Si, me vienen imágenes sin sentido que tengo que ir uniendo para terminar de acordarme. ESPERA. Tu sabes algo.-Ella levantó una ceja- ¿yo? no-Nunca ha sabido mentir-dul...-ella dirigió la mirada hacia otro lado -No se de quién me estas hablando- abrí la boca y los sorprendida -Seras zorra. Si te vi hablando con el en la discoteca. Se que lo conoces-Ella se levanto de la cama y cogió su móvil y yo la miré intimidante, ella me miraba por el rabillo del ojo -Para psicópata- odiaba que la mirara así la ponía nerviosa -Para...-Ella resoplo y se volvió a sentar en la cama empezando una pelea de miradas fijas. Yo empecé a hacer pucheritos. Nunca fallaba -No Niss. Pucheritos no por dios- cada vez mi pucherito era mas triste -PARA CACHO PERRA-Mi pucherito era totalmete triste incluso solté un quejido, ella resoplo-Esta bien. Si lo conozco y tu también.-Quite el puchero-¿De que lo conozco?-pregunté con ansias de saber-Lo siento muchísimo de verdad. Pero sabes que te tienes que acordar por ti sola. La medica se lo dijo a tu padre y tu padre me lo dijo a mi. Es por tu bien-yo resople y me tumbé en la cama tapando mi cara con las manos. Me volví a reincorporar- El nombre por lo menos, solo el nombre. No pido mas.-Ella me miro a los ojos, bajo la mirada a sus manos. Le costo decírmelo. dudaba. -Su nombre es Yavé.- De hay esa "Y", ahora tenia mas dudas que antes ¿Que tenía con ese chico?

Su madre me invito a cenar a su casa y yo puse una mala escusa.

[Narra Yavé]

Estaba en el chevrolet Camaro negro de mi madre, que fue lo único que nos dejó mi padre cuando decidió largarse de casa y abandonarnos unos meses antes de que Valeria naciera. Me fumaba un cigarrito con la ventana abierta esperando a que mi hermana saliera del colegio y no me diera el susto del día anterior, mi mano derecha golpeaba el volante al compás de "Verte amanecer" de Dorian, mi grupo favorito, estaba concentrado en la letra y la tranquilidad que me provocaba mi cigarrillo, cuando alguien quito el cigarrillo de mi mano -¿Que cojones haces?- dije por arriba de la música y una mujer con gafas con una cara bastante dulce me demando con un gesto que bajará del coche, resople a mala gana.

VENIA A TOCARME LOS COJONES.

Quite las llaves haciendo que todo el coche se apagara y salí del coche, aquella mujer de rasgos dulces me miró los brazos llenos de tatuajes y me dedico una sonrisa que trasmitía confianza -¿Eres el hermano de Valeria verdad?- asentí con la cabeza cogiendo el cigarrillo de la mano de aquella mujer con voz Dulce llena de tranquilidad y confianza, me volvió a quitar el cigarrillo y levante una ceja lamiendo la esquina de mi labio superior y soltando aire, me esta poniendo de loa nervios -Valeria esta castigada, sígueme- tiro mi cigarro y la seguí por el patio hasta entrar en el colegio -Lo que hoy ha hecho Valeria es inconcebible, no me esperaba esto de una niña tan Dulce como Valeria- Valeria tenia pocos problemas de comportamiento en el colegio, todo lo contrario a mi ya que mi madre tenia que estar en el despacho del director casi todos los días, me resultó un poco extraño recibir la queja de una profesora y que fuera por parte de Valeria. La profesora abrió la puerta de dirección y Valeria me miró con cara de consecuencia -Entra con ella en el despacho- me demando la profesora con aquella voz que ya me sonaba algo molesta a los oídos -Vamos princesa- dije tendiéndole la mano a Valeria, creí que no volvería a verle la cara al director pero al parecer no estaba en lo correcto, Valeria me cogió la mano y entro escondiéndose detrás de mi al despacho -Hola Ximo- me dirigí al director con una sonrisa, siempre teníamos nuestros choques pero fuera de eso era un gran hombre al que le tenia verdadero apreció, levanto la mirada y levantó la cabeza sorprendido -De tal palo tal astilla- dijo levantándose del asiento -No te has pasado a verme desde que acabaste en el centro - sonreí entre dientes y le di un abrazo -Quería venir pero el tiempo pasa demasiado rápido- me mostró el asiento para que me sentara y el se sentó en su antiguo asiento de piel, nada aquí había cambiado -Bueno, a quitado la mezcla de un bocata y le ha metido plastelina dentro -Reprimí una carcajada -¿De que color era la plastelina?-Pregunte descaradamente aguantándome la risa, si ese niño había comido un bocata con relleno azul era muy gilipollas -Marrón- Reí descaradamente mientras ximo intentaba reprimir una risa mirando a Valeria, que hija de puta así parecía nutella, me tape la risa con la mano intentando reprimirla -¿Se la ha comido?- Pregunté bajo la reprimida risa de Ximo -Pues no lo se- dijo dirigiéndose a mi para después mirar a Valeria -¿Se la ha comido?- Valeria asintió todavía con cara de consecuencia y yo no puede redimir mi risa -¿Entero?- le pregunto a valeria con la sonrisa en mi rostro -No, un mordisco y se ha dado cuenta y se ha chivao y pues se ha liao- eso ni siquiera se me hubiera ocurrido a mi -¿Pero se lo ha llegado a tragar?- dije riendo todavía y Ximo todavía con la sonrisa reprimida me corto -Ese no es el punto, vamos a ponernos serios - dijo con la sonrisa grabada en su cara y mirando sus manos para conseguir borrar su sonrisa de la cara, yo puse la mano en mi boca para redimir mi sonrisa mientras la escondía entre mis dedos, Ximo levantó la mirada hacia mi completamente serio -Podía haberse intoxicado si se llega a tragar la plastelina- osea que no se la trago, no era tan estúpido como pensaba -y hubiera sido un problema muy serio para Valeria, la profesora y el niño- Yo asentí mientras la sonrisa se disipaba -Vamos a ponerle un castigo muy sencillo por el simple hecho de que no es como tu y su comportamiento, al menos de momento es ejemplar- asentí-Valeria se quedará mañana sin salir al patio y la profesora le mandara deberes que si no los acaba durante esa hora tendrá que acabarlos en casa- quite la mano de mi boca cuando mi sonrisa había desaparecido notablemente -Esta bien, informaré a mi madre- el director dejó un boli en la mesa y levanto ligeramente sus manos hacia la puerta para aclararme que había acabado, yo me levanté del asiento junto a Valeria -Me alegro de verte Ximo- dije dándole la mano con una sonrisa cordial -Y yo también- respondió el agitando mi mano. Me di media vuelta para salir del despacho y justo cuando iba a coger la manivela caí, me volví a girar hacia Ximo -¿Sabes algo de Deniss?- el me miró sinceramente a los ojos -Bueno, se saco el curso y se recuperó del accidente, tengo entendido que esta estudiando en un internado fuera de aquí o al menos eso me dijo su madre- me quede pensativo, fuera de aquí, imagino que lleva siendo un Adiós desde hace tiempo, ya no debe de pensar en mi.-Gracias.- Cristal para uno, piedra para otros, hielo para uno, fuego para otros. Recuerdame cuando la noche caiga, cuando la carretera en la que te encuentres solo hable de la soledad, cuando veas pasar lo efímero de una estrella fugaz y tengas que pedir un deseo, un deseo que te incluya a ti y a mi, ojala no se te esfume antes de pedirlo. No esperaba nada de nadie pero imagino que ella no era nadie para mi, tenía los suficientes cojones como para hacer lo imposible y tocar el infinito "Voy ha hacerme feliz y a joderme la vida contigo" El amor duele, duele tan profundo que me rasguño la vida.

¿Quién querría olvidarse de ella? Si era la chica por la que te arrojarías a un mar lleno de pirañas solo para salvarla, la chica por la que no te importaría vivir en el desastre, Que desastre mas bonito era verla sonreír, retirarle los mechones de su cara cuando lloraba, rozar sus labios y sentir fuegos artificiales.

Se quedaba quieta, y siendo bala esperaba a que alguien la lanzase al cielo para ver en que dirección caía, porque estaba perdida, perdida en su pasado donde ninguna brújula podía marcarle el norte.

RESILIENCIA (Blanca Suárez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora