No te cambiaría

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Rachel.

Después de desayunar, Jean pasó por nosotros para ir al Museo.

Al llegar, Nathan me ayudó a bajar del auto y juntos entramos al Museo.

-Bienvenidos, estamos a punto de iniciar un recorrido ¿Les gustaría venir?- Nos preguntó una chica.

-Claro- Dijo Nathan.

La señorita nos llevó hacia un grupo de personas, habían turistas y estudiantes de la edad mía.

Mientras íbamos siguiendo y oyendo al guía, unas chicas que al parecer venían con los estudiantes, reían y no dejaban de ver a Nathan, él iba tomado de mi mano y oía atento a la guía.

-Nat...- Le hablé.

-No me digas Nat, siento que es nombre de chica- Me dijo sonriendo.

-Lo siento-

-No te preocupes ¿Qué pasa?-

-Mmm... Nada- Dije.

-¿Segura?-

-Si- Le respondo.

-Bien-

Cuando el recorrido terminó, las chicas se nos acercaron y como todas las personas de género femenino... Le hablaron a Nathan.

-Hola- Lo saludaron.

-Hola- Respondió.

-¿Cuál es tu nombre?-

¿Qué rayos te importa?

-Eh... Nathan ¿Por?-

-Es que eres muy parecido a un amigo mío- Dijo la chica rubia.

-¿Si?- Preguntó Nathan.

-Si, estás igual de lindo-

¿Qué? Ósea bueno, obviamente Nathan es demasiado lindo pero... estar coqueteando con él en mi cara es algo... estúpido.

-Es por eso que me casé con él- Salió de mis labios, Nathan volteo a verme y sonrió.

-¿Están casados?- Preguntó la pelirroja.

-Así es- Dije.

-No importa- Dijo la rubia. -Podría robartelo-

Ja' Inténtalo.

-¿Estás tan segura?- Le pregunté.

¿Desde cuando soy así? O.O

-Demasiado, sólo mirame-

Sonreí y negué con la cabeza.

-Rachel...- Me habló Nathan, voltee a verlo y lo que hizo me tomó por sorpresa.

Empezó a besarme.

No le importó que nos estuvieran viendo.

Acariciaba mi mejilla mientras sus labios acariciaban los míos.

Las mariposas en mi estómago se volvieron locas y volaban sin control.

Terminó de besarme, me miró a los ojos.

El tiempo se congeló a mi alrededor.

Quería besarle de nuevo.

-Ya se fueron- Dijo, no entendí lo que quiso decir y entonces recordé a las dos chicas, voltee y si, ya no estaban.

-Oh- Dije.

-¿A donde quieres ir ahora?- Me preguntó, Nathan tenía tomada mi barbilla aún y su rostro seguía muy pegado al mío.

-En... en realidad... No se- Dije con notable nerviosismo.

-¿No sabes?- Me preguntó alzando una ceja.

-Es que bueno... yo... yo no conozco lugares a donde ir aquí en París-

Soltó levemente mi barbilla y tomó mi mano.

-Rachel ¿Estabas celosa de que la rubia me coqueteara?- Su pregunta me tomó por sorpresa, abrí la boca para responderle pero la cerré nuevamente.

-Bu... Bueno, no celosa... es.... es que era incómodo que... Que estuvieran viendonos- Le respondí sonriente.

-¿De verdad? Bueno déjame decirte que yo no me he puesto celoso del chico pelinegro que desde que llegamos no te ha dejado de observar- Me dijo, me señaló con el dedo al alguien, voltee y vi a uno de los estudiantes que hablaba y reía con unos chicos más, sus ojos se movieron hacia mí, al instante se sonrojó y miró hacia otro lado. -Ves- Me dijo Nathan, voltee a verlo y sonreí.

-No tendrías porqué ponerte celoso- Le digo.

-¿Por qué?-

-Porque nunca te cambiaría-

Sí, lo sé, sólo llevábamos conociendo 4 días y ya me encantaba, pero lo que dije, lo dije muy enserio.

Nathan.

-Porque nunca te cambiaría- Me dijo Rachel.

¿De verdad ya le gustaba?

Hoy en la mañana, cuando desperté vi que aún la estaba abrazando y mejor me paré de la cama.

Creí que estaba sintiendo algo por ella, por eso la besé, pero nada, no sentí nada, esa fue buena señal.

Y el beso de hace unos minutos, Bueno... eso sí quise dárselo para que esas dos chicas se fueran de una vez.

¿Qué si estaba celoso de que el peligro estuviera observando a Rachel?

No, para nada.

Tengo planeado algo grande para mañana y espero que funcione.

-Rachel... Acaso ¿Te gusto?- Me atreví a preguntar, ella abrió los ojos como platos.

-Eh...- Bien, si tiene dificultades en contestarme es que sí le gusto.

Punto para Nathan.

-No necesitas decir nada más, te gusto, me gustas, creo que este matrimonio funcionará muy bien- Mentí.

Los ojos de Rachel miraron los míos por varios segundos y sus mejillas se coloraron.

-Yo...-

Antes de que pudiera decir algo más, tomé su barbilla y pose mis labios sobre los suyos con suavidad.

La besé.

Estaba seguro de que ella caería mañana y así lo hará.



Si, ya se, me quieren pegar una cachetada porque el capítulo está cortamente corto, lo siento, he tenido tarea y con trabajo puedo escribir, pero este fin de semana escribiré mucho.
Gracias por Leer, los quiero ♡
No olviden votar y comentar, me harían un gran favor.
Atte.
EstrellaGog ☆
PD: Esperen con ancias el próximo cap



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