NATHAN.
-¿Bueno?-
Empecé a caminar hacia la sala.
-Nathan, necesitamos hablar- Dijo mi padre del otro lado de la línea.
-Está bien... Hable-
-En persona-
-No creo que tenga tiempo-
-Hijo... Por favor-
-No, no quiero-
-Es sobre los Hamilton, quieren la empresa de Rachel, su madre me ha dicho que le están dando una oferta muy tentativa-
-Aunque se la estén dando, yo ya estoy casado con Rachel-
-Lo mismo le dije y me respondió: "Oh no hay ni un problema, existe el divorcio"-
¿Los Hamilton? ¿Los amigos de mi padre? ¿Quitándole una empresa?
Algo en mi estómago se amarró con fuerza y sentí la sangre subir hasta mi cabeza.
-No me divorciare de Rachel ni porque ella quiera, de ninguna manera- Dije.
Apriete con fuerza mi puño, tanto que mis nudillos se tornaron de color blanco.
-La única solución es un hijo de Rachel y tuyo, así por más que intenten quitarnos la empresa, no podrán- Mi mandíbula se tensó.
-¿Dónde está?-
-En mi oficina-
-En una hora estoy por allá-
-De acuerdo-
Colgué el teléfono y se lo entregué a James.
-Gracias- Le dije.
-De nada Joven- Tomó el teléfono y se retiró.
Me senté en el sofá y suspiré con fuerza.
-Creí que te ibas a divorciar después de tener un hijo, pero por lo que oí no será así- Alcé la mirada y ahí estaba Amy, viéndome con ojos coquetos como siempre.
-¿Ahora si tienes tiempo de hablar?- Le pregunté.
-Siempre tengo tiempo- Dijo.
Se sentó en el sofá de enfrente, cruzó sus piernas largas y sonrió.
La miré por unos segundos.
-Deja de verme, me pones demasiado nerviosa-
-Es inevitable verte-
-Te he extraño- Dijo.
Se paró del sofá y caminó hacia mí, se sentó a un lado mío y acarició mi rostro con delicadeza mientras me sonreía.
-No me tientes Amy- Clave mis ojos en los de ella.
-Extraño que estemos juntos- Bajó su mano hacia mi pecho en donde desabotonó el primer y segundo botón de mi camisa donde no tardó en meter lentamente la mano, acercó su rostro hasta el mío y me dio un delicado beso.
Y es así como Amy lograba tener sexo y toda mi atención en ella, pero esta vez no era la ocasión.
-Para- Dije.
-¿Qué?- Preguntó pero no paró de acariciar mi pecho.
-¡Dije que pares!- Grité.
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Sólo Tú
Teen FictionHola, mi nombre es Rachel y tengo 18 años. Hoy... Es el día de mi Boda con un chico del cual nose su nombre, edad, apariencia ni nada, completamente nada, si lo sé, es raro. ¿Qué por qué me estoy casando con un completo desconocido? Bueno, cuando...