Sólo Tú

Nuestro Bebé

Nathan.

-¿Cómo Estás?- Tomé y acaricié la mano de Rachel.

-Emocionada pero nerviosa- Sonrió. -¿Y tú?-

-Feliz, muy feliz, por fin podré conocer a nuestro bebé-

Rachel mordió su labio inferior y seguidamente besó mi mejilla.

-¿Rachel Smith?- Hablaron.

Ambos volteamos.

-¿Si?- Se levantó.

-Oh, eres la siguiente, adelante por favor- Dijo con una sonrisa.

Tomé su mano.

Seguimos a la enfermera por un pasillo.

En el camino nos cruzamos con una mujer que al igual que mi esposa está creando una hermosa vida en su vientre, pero a diferencia de Rachel, ella parece tener siete u ocho meses.

Parecía haberse comido un balón de Basketball.

-¿Ya viste el tamaño de su panza?- Le pregunté a Rachel casi en un susurro.

Sonrió y asintió.

-Así estaré en un par de meses más ¿Me seguirás queriendo cuando parezca una pelota?-

-Claro que si- Besé su mano.

-Aquí es, adelante- Nos dijo la enfermera.
Rachel entró primero y seguidamente yo.

-Hola, Buenas tardes, adelante- Nos recibió una señora que al instante se me hizo conocida. -Tú deberías ser Rachel- Extendió su mano hacia ella, Rach sonrió y la estrechó.

-Si, así es- Sonrió.

-Y tú el padre del hermoso bebé ahí dentro- Señaló el vientre de Rachel con la barbilla.

-Así es, mucho gusto, soy...- Extendí mi mano.

-Nathan Smith- Terminó y tomó mi mano para después estrecharla.

Fruncí el ceño.

-Si, así es- Dije confundido. -¿Cómo lo sabe?-

-Como olvidar a alguien qué se parece tanto a la hermosa mujer que le dio la vida- Dijo con una sonrisa.

-¿Conoció a mi madre?-

-Claro que sí, ella venía a ésta clínica para hacerse sus ultrasonidos cuando estaba embarazada de ti-

Rachel sonrió y me miró sorprendida.

-Eso es genial- Habló.

No me gustaba hablar mucho de mamá, ya que sentía unas ganas inmensas de llorar, por lo que no dije nada más.

El silencio llenó el lugar por algunos segundos.

-Oh pero que grosera soy, lo siento, no me he presentado- Puso una mano sobre su pecho. -Soy la Doctora Carrey pero pueden llamarme Samantha-

Rachel y yo le dedicamos una sonrisa.

-Bien- Juntó ambas manos. -Empecemos- Aplaudió levemente. -Querida, recuestate aquí por favor- Le pidió a Rachel.

Rachel hizo lo que le pidió.

-¿Tienes dos meses cierto?-

-Si-