Christopher

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RACHEL.

No podía creer aún que estaba embarazada, mamá aún no lo sabe pero Nathan y yo le diremos en cuanto él regrese.

Bajé a la cocina para tomar un poco de agua y en el transcurso me encontré con Amy quien al instante me miró con desprecio.

-No puedo creer aún después de decirte que Nathan es mío, te hayas embarazado de él- Me miró enojada. -Seguramente ni es de Nathan- Cruzó sus brazos.

La miré por unos segundos.

-Tengo sed, dame algo de tomar- Le dije.

Al instante rió con fuerza.

-Claro que sí, no quieres algo más- Se burló.

-Ahora que lo mencionas... Sí, se me antoja un pie de queso- Alcé mis cejas.

-No te voy a traer nada- Dijo enojada.

-¿No? ¿Por qué?- Crucé mis brazos. -¿A caso no trabajas aquí? ¿No eres mi sirvienta?- Le pregunté mientras una sonrisa traviesa apareció en mis labios. -Sí no me traes lo que te he pedido, tendré que despedirte-

Su rostro se tornó de color rojo al instante.

La miré impaciente.

-¿Qué esperas?- Le pregunté, al instante me dio la espalda y se marchó con dirección a la cocina.

Unos aplausos lentos y sarcásticos se oyeron desde la entrada, al instante me giré hacia ésta.

-Wow, eres una muy mala y cruel señora- Quedé helada. -¿Qué? ¿Ya no recuerdas a tu primer amor y mejor amigo?- No respondí. -Vine desde Seúl para visitar a mi mejor amiga pero cuando llego, me entero de qué se acaba de casar y no me invitó a su boda- Mis ojos lo examinaron de arriba hacia abajo. -¿Rachel, estás bien?-

Caminó hasta quedar frente a mí.

Sus brazos me rodearon y no pude evitar llorar, se percató de eso por lo que hizo lo que siempre hacía para que me calmara, acariciar mi cabello.

-¿Estás sorprendida?- Me preguntó, a lo que yo asentí. -¿Me extrañaste?- Volví a asentir. -¿Cuánto?- rodee su torso con mis brazos y lo abracé con fuerza.

-Mucho, muchísimo- Contesté sin dejar de llorar.

-Yo también te extrañé pequeña- Besó mi cabeza.

Éste chico siempre fue alguien maravilloso e increíble para mí, siempre fue mi ángel guardián, siempre me defendía y cuidaba, siempre evitaba que mamá me casara con algún extraño, pero un día se fue y no lo había vuelto a ver, hasta ahora.

~~~~~FlashBack~~~~~

-Me iré a Seúl...- No pude evitar reírme al oír sus palabras.

-Deja de bromear-

-Rach... No estoy bromeando, hablo enserio- Agachó la cabeza.

-Chris... No caeré ésta vez- Dije alzando mi dedo índice.

-¡Rachel! ¡No estoy bromeando! ¡Me iré a Seúl! ¡A Corea!- Gritó mientras me tomaba de los hombros.

Lo miré pasmada, esto debía de ser una broma.

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