RACHEL.
No podía creer aún que estaba embarazada, mamá aún no lo sabe pero Nathan y yo le diremos en cuanto él regrese.
Bajé a la cocina para tomar un poco de agua y en el transcurso me encontré con Amy quien al instante me miró con desprecio.
-No puedo creer aún después de decirte que Nathan es mío, te hayas embarazado de él- Me miró enojada. -Seguramente ni es de Nathan- Cruzó sus brazos.
La miré por unos segundos.
-Tengo sed, dame algo de tomar- Le dije.
Al instante rió con fuerza.
-Claro que sí, no quieres algo más- Se burló.
-Ahora que lo mencionas... Sí, se me antoja un pie de queso- Alcé mis cejas.
-No te voy a traer nada- Dijo enojada.
-¿No? ¿Por qué?- Crucé mis brazos. -¿A caso no trabajas aquí? ¿No eres mi sirvienta?- Le pregunté mientras una sonrisa traviesa apareció en mis labios. -Sí no me traes lo que te he pedido, tendré que despedirte-
Su rostro se tornó de color rojo al instante.
La miré impaciente.
-¿Qué esperas?- Le pregunté, al instante me dio la espalda y se marchó con dirección a la cocina.
Unos aplausos lentos y sarcásticos se oyeron desde la entrada, al instante me giré hacia ésta.
-Wow, eres una muy mala y cruel señora- Quedé helada. -¿Qué? ¿Ya no recuerdas a tu primer amor y mejor amigo?- No respondí. -Vine desde Seúl para visitar a mi mejor amiga pero cuando llego, me entero de qué se acaba de casar y no me invitó a su boda- Mis ojos lo examinaron de arriba hacia abajo. -¿Rachel, estás bien?-
Caminó hasta quedar frente a mí.
Sus brazos me rodearon y no pude evitar llorar, se percató de eso por lo que hizo lo que siempre hacía para que me calmara, acariciar mi cabello.
-¿Estás sorprendida?- Me preguntó, a lo que yo asentí. -¿Me extrañaste?- Volví a asentir. -¿Cuánto?- rodee su torso con mis brazos y lo abracé con fuerza.
-Mucho, muchísimo- Contesté sin dejar de llorar.
-Yo también te extrañé pequeña- Besó mi cabeza.
Éste chico siempre fue alguien maravilloso e increíble para mí, siempre fue mi ángel guardián, siempre me defendía y cuidaba, siempre evitaba que mamá me casara con algún extraño, pero un día se fue y no lo había vuelto a ver, hasta ahora.
~~~~~FlashBack~~~~~
-Me iré a Seúl...- No pude evitar reírme al oír sus palabras.
-Deja de bromear-
-Rach... No estoy bromeando, hablo enserio- Agachó la cabeza.
-Chris... No caeré ésta vez- Dije alzando mi dedo índice.
-¡Rachel! ¡No estoy bromeando! ¡Me iré a Seúl! ¡A Corea!- Gritó mientras me tomaba de los hombros.
Lo miré pasmada, esto debía de ser una broma.
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Sólo Tú
Teen FictionHola, mi nombre es Rachel y tengo 18 años. Hoy... Es el día de mi Boda con un chico del cual nose su nombre, edad, apariencia ni nada, completamente nada, si lo sé, es raro. ¿Qué por qué me estoy casando con un completo desconocido? Bueno, cuando...