Sólo Tú

Deberías

Lo sé, quieren golpearme e insultarme, pero en verdad no he tenido tiempo, me he enfocado un poco más en mis otras dos historias, perdón... Y bueno, de ahora en adelante no creo poder subir capítulos muy largos por tarea y ya saben... Espero me entiendan...

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ERICK

Mi celular empezó a vibrar.

"Nathan"

Había ensayado todo lo que le diría.

Respiré ondo y contesté.

-Nathan... yo-

-Está embarazada- Me interrumpió.

Esperen... ¿Qué acababa de decir?

"Está embarazada" Retumbo dos veces en mi cabeza.

-¿Erick?- Llamó mi atención.

Reaccione.

-En un momento te hablo- Dije y colgué al instante.

Miré mi celular por unos largos segundos.

El sonido de algo estrellandose con fuerza en el suelo me sacó de mi shock.

Miré hacia abajo y vi mi celular hecho trizas.

-¿Señor se encuentra bien?- Me preguntó el secretario de mi padre.

-Si, estoy bien Taylor- Contesté, Me giré y subí a mi habitación.

-Debe ser una broma, sí, debe serlo- Me dije a mi mismo mientras caminaba de un lado a otro en mi habitación.

"Está embarazada" Sonó en mi cabeza.

Me senté en mi cama frustrado.

-Rachel está embarazada- Me dije. -Esto no puede ser- Tomé mi cabeza con ambas manos.

Sí, tal vez tenía poco tiempo de conocerla, pero vamos, sentí que había conocido a la chica indicada para mí.

Sí, ya sé ¿Cómo puedo decir eso de la esposa de mi mejor amigo?

-Señor- tocaron y abrieron la puerta.

-¿Qué pasa Taylor?-

-El Joven Nathan lo habla por teléfono-

-Gracias Taylor, tomaré la llamada-

-Claro-

Tomé el teléfono que estaba a un lado de mi cama y contesté.

-Bueno-

-Erick, necesito que hablemos-

-¿Sobre qué?-

-Quiero pedirte disculpas-

-¿Disculpas de qué?-

-Hablemos en persona, en la cafetería del centro- Suspiré.

-Está bien-

-Te veo en 20 minutos-

-Está bien-

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En cuanto entré, empecé a buscar con la vista a Nathan.

Alzó la mano y caminé hasta él.

-Hola- Me saludó.

-Hola- Me senté en la silla que estaba frente a él.

-¿Sucede algo? Estás muy serio, eso no es común de ti-

-Mmm... No, nada- Mentí.

La verdad es que estaba enojado y no sabía ni el por qué.

-¿Estás seguro?-

-Si Nathan, sí-

-Está bien, está bien- Alzó las manos en forma de rendición.

-Habla, tengo algo que hacer- Dije seco.

-Perdón por desconfiar de ti, eres mi mejor amigo y he sido un idiota al haber pensado que querías meterte con Rachel-

-Está bien- Dije, Nathan me miró sorprendido.

-Bien, bien- Suspiró. -¿Hoy cenamos en mi casa?-

-Eh...-

-Vamos, una noche de chicos, de mejores amigos, pediremos una pizza y...-

-Nathan- Lo interrumpí -Estás casado, eso ya no deberíamos hacerlo, debes volverte alguien responsable y más si Rachel...-Cerré mis ojos. -Si Rachel está embarazada-

Me miró con el ceño fruncido.

-Tengo 21 años, casi cumplo los 22, no por el hecho de que esté casado quiera decir que ya soy un "Señor amargado y muy responsable"-

-Deberías...- Dije mirando hacia el ventanal.

Un silencio enorme se formó.

-Bien- 

Oí como Nathan se levantaba de su asiento, no lo miré.

10 segundos después, me levanté y salí de la cafetería.