Erick
El rostro me ardía y sentía que en cualquier momento me explotaría.
Oía la voz de Rachel gritándole a Nathan que parara, pero no lo hacía.
Cuando creí que ya estaba a punto de desmayarme, Nathan se detuvo.
Se paró y miró a Rachel por unos segundos para después salir de la habitación hecho una bestia.
Sí, yo había hecho algo malo.
Tirado y casi muriendo del dolor en la cama, miré como Rachel fue tras él, y no lo voy a negar, sentí una enorme y dolorosa punzada en el corazón.
Mis ojos se fueron cerrando poco a poco hasta que todo quedó en completa oscuridad.
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-¿Estás bien?- Me preguntaba Rachel mientras pasaba un algodón sobre mis heridas.
-No, me duele toda la cara-
Rachel se acercó a mí y plantó un beso en mi frente, lo que me sorprendió un poco.
-¿Y Nathan?-
-Se fue-
-¿No habías ido tras él?-
-¿Ir tras él? ¿Para qué? Si te tengo a ti-
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Mis ojos se abrieron de golpe, lo que me hizo entender qué todo había sido un sueño.Me levanté de la cama y fui al primer piso.
-Dios mío, Joven ¿Está usted bien?- Se acercó una mucama.
-¿Has visto a Rachel?-
-Ella se fue hace unas horas con el joven Nathan-
-Bien, gracias-
-¿Quiere hielo para los golpes?-
-Si, por favor-
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Rachel
-¿No hablaremos?- Le cuestione a Nathan.
No obtuve respuesta alguna.
Su mirada estaba concentrada en el camino y su mandíbula estaba tensa.
La barba que ya le había crecido un poco lo hacía parecer mayor de lo que era, pero lo admito, lucía mucho más guapo.
-Nathan- Le hablé, pero me ignoró por completo.
Lo intenté un par de veces más pero la respuesta era la misma.
Cuando llegamos a casa, Nathan bajó del auto sin decir alguna palabra.
Bajé igualmente y entré a la casa.
-Oh! Rachel- Corrió hacia mí Elisa y me dio un fuerte y cálido abrazo.
-Hola Nana- Le sonreí.
-¿Ya se resolvieron las cosas?- Preguntó esperanzada.
Suspiré y negué.
-De echo creo que se ha puesto peor- Bajé la mirada.
Nana me miró con preocupación.
-Fue a verme a casa de Erick y justo cuando entró a la habitación, Nos estábamos besando-
Suspiré.
-Rachel- Dijo.
La miré.
-Aún no conoces el lado enojado de Nathan, su enojo lo ciega y no está consciente de lo que hace-
Eso, debo admitirlo, me causo escalofríos.
-Yo... Necesito hablar con él-
Subí a nuestra habitación.
Entré y oí la regadera encendida.
Caminé hasta la cama y me senté.
Un pequeño dolor surgió en mi vientre.
La puerta del baño se abrió y de el salió Nathan con una toalla enrollada en la cintura.
-Nathan-
Me ignoró.
Antes de que abriera la puerta y saliera, me interpuse.
-Debemos hablar-
Me ignoraba y trataba de no hacer contacto visual conmigo.
-Nathan, Di algo-
-Bien, creo que debemos divorciarnos-
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Continuará...
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Sólo Tú
Teen FictionHola, mi nombre es Rachel y tengo 18 años. Hoy... Es el día de mi Boda con un chico del cual nose su nombre, edad, apariencia ni nada, completamente nada, si lo sé, es raro. ¿Qué por qué me estoy casando con un completo desconocido? Bueno, cuando...