Capitulo 25

73 6 0
                                    

Capítulo 25

"Corriste como alma que lleva el diablo". April.

Llevó tres policial y dos paramédicos determinar que la valla que rodeaba al parque se había llevado la peor parte del accidente. May había sacado del camino el Corolla tan bien que si no hubiera sido por el faro roto, se podría pensar que ella había tenido la intención de aparcar el auto así. El impacto fue tan bajo que los airbags ni siquiera se habían desplegado del coche. ( ¿Es que esa hojalata podía tener airbags? —me susurró May, y tuve que admitir que no lo sabía.)

Blake lucia muy nervioso siendo interrogado por la policía, pero la verdad era, que había estado de pie en una cerco cuando un coche casi le golpeó. Ser un idiota y engañar a su novia no era ilegal.

Desafortunadamente.

Mariah todavía era un desastre, temblando y llorando mientras uno de los oficiales trataba de hablar con ella. El no lucia muy feliz con ella y estaba muy segura que tenía que ver con el hecho que ella estaba semi-tomada y tenia quince años.

—Oh, Jesús —dijo June en voz baja—. Debería ... ¿ella va a estar bien?

Asentí. Hasta donde podia decir, Mariah iría al instituto la próxima semana, luciendo cansada y cabizbaja pero todavía estaba allí. Habría una audiencia, multas y desde luego no vi su licencia de conducir en un corto plazo en el futuro de Mariah.

—Creo que ella va a estar bien —le dije a June—. No de inmediato, pero lo estará.

June caminó hacia Mariah, puso un brazo alrededor de su hombre y comenzó a hablar con ella. Mariah escuchó y asintió, y podía medio escuchar su conversación.

—Confía en mi —dijo June en algún punto— la verdad es el mejor camino a seguir. No me refiero a esta noche.

May estaba parada cerca del carro, hablando con otro oficial.

—No lo sé —estaba diciendo ella—. Me refiero, vi Rápido y Furioso un par de años atrás. Eso probablemente ayudo un poco.

—¡April! —gritó alguien de repente, y cuando miré alrededor, vi a Julian corriendo hacia mí, con su carro parqueado al azar en el camino. El lucia asustado y confuso mientras las luces rojas rebotaban en su rostro, al igual como yo lo había visto. Las luces estaban encima de June, también, el resplandor rojo iluminándola mientras lucia preocupada por Mariah.

Era mi visión, solo ahora lo entendí. Julian estaba aquí por mí, no porque quisiera herir a June sino porque se preocupada por mí.

El estaba tratando de protegerme. Camine hacia él con mis piernas sintiéndose como gelatina, y cuando estuve lo suficientemente cerca, el se estiró y agarró mis brazos.

— ¿Estás bien? —dijo con voz entrecortada—.¡No estaba seguro por cual camino te habías ido! ¿Están todas bien?

Asentí con la cabeza y luego me colgué de sus antebrazos, estabilizándome.

—Corriste como alma que lleva el diablo —le dije—. Gracias.

Le di un rápido resumen, omitiendo las partes en que May había sido invisible en el asiento trasero de un auto, que June había usado sus habilidades de lectora de mente para calmar a Mariah, y yo había predicho (por lo menos un poco) toda la cosa. Me imaginé que lo que él no supiera no le haría daño.

—¿Entonces todo el mundo esta bien? —preguntó el.

—El foco derecho no lo logró —dije—. Pero además de eso, si. Estamos bien.

—Espero que sepas que me espantaste.

—A ambos —respondí, y luego envolví mis brazos alrededor de su cintura y lo apreté—. Estoy feliz de que estés aquí —dije dentro de su camisa—. Incluso si te estoy estrangulando como una boa constrictor.

—Estrangúlame —dijo el, acariciando mi espalda—. No voy a ningún lado.

Después de un minuto o dos, un policía vino hacia nosotros. Ya había hablado con otro oficial, pero la historia no era tan complicada. Todo lo que realmente había hecho era pararme allí. May y June habían tenido la carga pesada.

Me separé de Julian y me apoyé a su lado, mis rodillas estaban todavía un poco inestable, cuando el policía habló.

—¿Está bien, joven? — su tarjeta de identificación decía Sargento Beauford. Que sonaba a francés. Estaba segura de que a May le gustaba ya.

—Estoy bien —dije—. Solo estaba parade allí. ¿Alguien salió herido? —ya sabia que mis hermanas estaban bien, pero esperaba que tal vez una pieza del foco le hubiese caído a Blake y le hubiese provocado una cicatriz tipo el Fantasma de la Opera.

— No, no lo parece. Los otros testigos... —señaló a May, June, Mariah y Blake —dijo que el conductor se desvió para evitar al joven y a una chica.

—Si, Avery —dije.

—¿Puedes describírmela?

—Si, ella esta justo... —miré alrededor pero no la vi—. Juro, Oficial, que no me golpee la cabeza. Ella estaba allí. La vi. Ella tiene cabello negro y sus ojos están un poco ... — abrí mis ojos, tratando de imitar como Avery lucía cuando estaba en medio del camino de un vehículo en sentido contrario, una mirada que yo conocía muy bien.

El simplemente hizo una nota y asintió.

—Quizás ella huyó. No se preocupe, contactaremos al instituto, obtendremos alguna información de ella.

—¿Están todos los demás bien? —Pero la verdad era, que solo quería ser política. Sabía ya que todo iba a estar bien. No habría salas de emergencia debido a que nadie siquiera había golpeado en la cabeza. La gente solo estaba conmocionada, y Mariah estaría detenida por manejar ebria y tendría que cumplir con ayuda sobre el alcohol y trabajo voluntario. (Ninguna molesta cicatriz para Blake tampoco, lo que era patético.) La jerga jurídica era muy enredada para hablar de ello, y honestamente, no me importaba ya. Mis hermanas estaban a salvo. Eso era todo lo que importaba.

Después de que el policía se alejó, me volteé hacia Julian.

—Hey —dije.

—Hey —respondió el, poniendo mi cabello detrás de mis oídos.

—Nos interrumpieron anteriormente esta noche.

Julian quizás podía estar sonrojado, pero era difícil decirlo debajo de las luces rojas.

—¿Oh, de verdad ¿En cual parte? Recuérdame.

Me coloqué un poco más erguida y puse mis brazos alrededor de su cuello, conduciendo mi cara hacia la de él.

—En esta parte —dije—. ¿Te parece conocido?

—Mmm, casi —bromeó—. ¿Tal vez un poco más cerca?

Sonreí contra él, con nuestros labios finalmente tocándose. No soy la Señorita Experiencia, pero fue bueno. Muuuucho mejor que bueno. Julian olía bien, y cuando puso su mano en mi hombro, él llenó toda mi visión mientras las luces rojas finalmente se desvanecieron.

Los extraordinarios secretos de april, may & juneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora