Capitulo 6

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Capítulo 6

“Resulta que ser una lectora de mentes si tiene sus aspectos positivos”. June

Tengo que admitirlo, yo no estaba en mi mañana más alegre. Estuve despierta desde las dos y cuarenta y siete hasta las 4 treinta y tres anoche, escuchando a quien sea que estuviese despierto conmigo. Supongo que mientras más sereno este, más puedo escuchar. Como, en el pasillo de la escuela o por allí, suena como si un montón de gente me estuviese gritando. Pero en la noche, cuando pareciera que nadie en el mundo está levantado, puedo escuchar a los despiertos como si estuviesen susurrando a mis oídos.

Algunas son cosas estúpidas, nuestros vecinos de al lado preocupados acerca de su hipoteca y si deberían o no refinanciar, pero otras voces son terribles.

Esta ese indigente en la esquina a unas pocas cuadras, y todo lo que oigo de él en las noches es gritos, locuras sin sentido que son tan violentas que tengo que poner una almohada encima de mi cabeza. No detiene el ruido, pero al menos me siento más segura.

La única cosa buena acerca de ese jueves en la mañana cuando me desperté fue la idea de mi falda rosa. Bien, aquí está el asunto con la falda rosa. No la usé porque era mi falda favorita de todos los tiempos o algo así. Me refiero, es linda, no puedo mentir, pero la usé porque quería impresionar a Mariah, Daphne y Jessica. ¿Y ahora que podía ser una lectora de mentes? Podía obtener una opinión honesta acerca de todo mi guardarropa.

Resulta que ser una lectora de mentes si tiene sus aspectos positivos.

April odia a Mariah y esas chicas. Ella las llama las Angelas porque supongo que había alguna chica odiosa llamada Angela en cuarto grado que acostumbraba fastidiar a April acerca de lo lista que era. Trate de hablar con ella antes de que toda esta locura pasara. Trate de decirle que esas chicas no eran como esa y que por favor no pusiera sus problemas de la infancia en mí—. ¡Ellas son encantadoras! —finalmente le dije a April—. Hacen trabajo voluntario.

—Tienen que hacerlo, —respondió ella—. Es un requisito para graduarse.

Ni siquiera me moleste en hablarle a May acerca de eso. No se necesita una habilidad como leer la mente para saber lo que piensa al respecto. Ella en esa manera es en cierta parte transparente.

Pero en fin. April y May están muy viejas para recordarse lo que es ser una novata. Ellas no recuerdan lo que es pasar de octavo grado a noveno, que se siente como ir de las Ligas Menores a las Grandes Ligas. Y después de esos cuatro años, tenía que ir a la universidad. Y si no aprendía como ser popular ahora, simplemente puedo unirme a un convento y aprender a hacer sopa para los huérfanos, o lo que sea que las monjas hagan, porque yo estoy condenada.

(Incluso, no le digo a nadie esto, pero cada vez que pienso en ir a la universidad, me pongo nerviosa. Nervios de mariposas en el estómago. ¿Tengo que irme de casa? ¿De mi cuarto? ¿Dejar mis amigos? ¿A mi mamá? ¿Tengo que pagar miles de dólares por vivir en la escuela?

April y May tampoco saben que el primer día de escuela, comí sola en el almuerzo. Realmente moriría si algún día se enteran, o si cualquier se entera. Estaba realmente muy lejos, saliendo por el campo de softbol y detrás de un árbol. Pero un árbol no es un amigo, y sentarse en el suelo y mirar a todos a hablar con alguien más no era como yo quería pasar los próximos cuatro años de los períodos de almuerzo. No, muchas gracias.

Por supuesto, todo esto era antes de que pudiera leer mentes. Era otro nuevo juego ahora, hasta donde yo sabía, era la capitana del equipo.

¡Al bate!

Solo había una cosa que se interponía entre yo y la intensa popularidad: mi falda rosa. Algo gracioso pasa cuando caminas a través de las puertas frontales del instituto. Tal vez te pasa a ti también. No sé cómo es tu vida, pero lo que sea que luzca bien en el espejo en casa o en el estacionamiento de repente parece la peor idea que has tenido. Sé que todas las revistas te dicen que seas individual, pero cuando no eres una modelo cubierta de aerografía en revistas de moda, es difícil ser individual. Prefiero ser una discípula cualquier día que usar calentadoras de piernas en la escuela otra vez. (Esa simplemente fue una mala idea, pero fue en octavo grado y no conocía nada mejor.)

Los extraordinarios secretos de april, may & juneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora