Capitulo 3

365 20 1
                                    

Capítulo 3

“Lo recordé . Oh cielos, lo recordé”. June

Lo sabía –Oh, Dios mío, lo sabía.

Lo supe cuando pasamos por delante del indigente esta mañana. April pensó que estaba siendo insensible. Pero te diré lo que realmente estaba sucediendo. ¿Cuando lo pasamos? Yo no estaba siendo egoísta.

Podía leer su mente.

¿CUÁN LOCO ES ESO?

Bien, no es tan loco como su mente lo era, te lo aseguro.

A April le gusta contar la historia, como si todo hubiese sido una sorpresa increíblemente grande, y May siempre dice que no se pone interesante hasta que ella entraba en la escena y arriesgaba nuestras vidas, en medio del tráfico de la tarde.

Lo que sea.

He estado diciendo a mis hermanas durante años, la forma en que realmente comenzó todo, pero nadie me creyó. Todo el mundo pensó que era una linda historia que inventé.

Ya no es así. Ahora ellas me escuchan.

Verás, cuando eres la última en nacer, todas las cosas consiguen su explicación en el hecho de que eres la bebé. Digamos que tu le tienes miedo a las arañas y tal vez – SOLO TAL VEZ – una vez, viste una viuda negra en la esquina de tu nueva habitación, y tal vez estabas ya cansado, y tal vez llorando solamente un poquito, y entonces tus estúpidas hermanas deciden, que el miedo a las arañas sólo se debe a que tú eres el bebé de la familia.

Método del estereotipo, lo sé.

Pero también tengo un recuerdo de jugar al aire libre con mis hermanas. Yo tenía cuatro años, May cinco años y April seis. Era verano, y mis hermanas mayores estaban siendo malas no dejando que jugara con ellas, así que no lloraba porque era el bebé, sino porque May había arrancado ya la cabeza a dos de mis barbies, y también porque yo resulto ser muy sensible al rechazo.

Escuché la voz de April tan claramente. —¡Que bebé!—

—No soy un bebé— grité.

—Yo no he dicho que lo seas— ella respondió a gritos.

—Si, tú lo hiciste; ¡yo te escuché!

—¡Yo no dije nada!

Tomé aliento, limpié mis ojos, y utilicé mi última arma, que no fallaba. —¡Se lo diré a Mamá!

Y luego May se interpuso entre nosotras. Su cabello estaba más claro en ese entonces – tan rubio como el de April – y recuerdo que parecía casi transparente en la luz del sol.

—Hey, — dijo May con una amplia sonrisa,— mira esto.

April y yo apenas la miramos. April frunció el ceño y dijo, — ¿A dónde vas? —poco antes de que May desapareciera.

Las hojas se agitaron sobre nuestras cabezas como si May se hubiese elevado a través de ellas, y vi mi rostro reflejado en la puerta del patío. Había parado de llorar totalmente, eso era seguro.

Junto a mí, April tenía el mismo aspecto.

Cuando finalmente pestañeé, May estaba de regreso, luciendo orgullosa de si misma.

—Estupendo—dijo. Era una palabra que había tomado de nuestro vecino quien surfeaba tres veces a la semana arriba de la cuña, en la playa de Newport. —Estupendo— ella dijo de nuevo, como si hubiese capturado la ola más grande de la mañana.

Ella no está jugando limpio. Quiero desaparecer, también.

—Tú no puedes desaparecer como May, —le dije a April. —Tú no puedes—. Y entonces me di la vuelta hacía May, quien era mi nueva hermana favorita. — ¡De nuevo! —demandé— ¡Hazlo de nuevo! —.

Los extraordinarios secretos de april, may & juneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora