- Sí... Por aquí todo bien... ¿Una lámpara? ¿Para qué? Esta bien, os quiero. -Por si no fuera poco dejarme sola en casa durante todo el verano mientras ellos se lo pasaban de miedo en Michigan ahora tenía que ir a "¡Recicla con nosotros!" a por una lámpara de segunda mano para mi madre.
"¡Recicla con nosotros!" era una tienda de segunda mano en la que mi madre llevaba demasiadas cosas para vender (ropa que me quedaba pequeña, prácticamente) y donde también compraba cosas como, por ejemplo, una lámpara rebajada tres veces que había pasado de tener un precio de cuatro dólares a un dólar. Una ganga según mi madre y un coñazo según yo, ya que tendría que ir a buscarla.
Como no tenía ni la más mínima gana de arreglarme y estábamos en pleno verano, opté por un outfit bastante fresquito. Unos shorts desgastados y una camiseta holgada que me había ganado por participar en una carrera benéfica cuando vivía en Madrid y que solía usar como pijama pero, ¿qué mas daba? Era recoger una lámpara y volver a casa... Aunque me compraría un helado antes.
Recogí aquella horrorosa lámpara rosa con unos flequillos que colgaban y me dirigí hacia la heladería a por un helado de pistacho.
Sí, no puedo negar que fui también para ver si el dependiente que me atendía era Zachary Brown.
Pero no, no era él. Me atendió una chica bajita de pelo rosa muy mona.
- Un helado de pistacho por favor.
- Que sean dos. -Escuché decir a alguien con una voz familiar.
- ¿Qué haces aquí? -Le dije a Zachary Brown.
- Trabajo aquí, pensé que te habías dado cuenta el otro día. -Dijo guiñándome un ojo. ¿El otro día? Pensé que no me habría escuchado o simplemente me había ignorado.
- Pero no estas vestido con el uniforme... -Comenté mientras observaba la camiseta blanca que llevaba puesta y que le quedaba tan sexy.
- Es mi día libre.
- Aquí tenéis vuestros helados. -Nos dijo la chica de pelo rosa.
- Ponlo en mi cuenta, Nadia. -Dijo Zachary Brown impidiéndome con la mano que pagara.
- No, yo pago Zachary...
- Shh, no hay nada más que hablar, por cierto, bonito culo.
Mierda, los pantalones. No me había acordado que venía vestida horriblemente mal y que con esos shorts se me veía la mitad del culo. Aunque con aquella camiseta no se veía a simple vista. Solo se veía si te quedabas mirando fijamente. Por lo que quiere decir que... ¿De verdad Zachary Brown se había quedado mirándome el culo? ¿El inalcanzable?
- Sentémonos. -Dijo señalando una mesita que estaba bastante alejada de todo el ajetreo de la heladería.
- ¿Por qué tanto ofrecimiento? -Fui directa al grano. Lo del helado, lo del culo... Algo quería.
- Porque tengo que compensarte por las clases que me vas a dar. -Las clases. Se me habían olvidado por completo.
- Sobre eso... No creo que pueda...
- Por favor Amanda, te necesito. -Sé de sobra que ese "te necesito" es falso pero aún así siento algo por dentro y no es asco. Es pena.
- Me necesitas para lo que te interesa...
- Eres difícil Amanda Martínez. Muy difícil.
"Soy demasiado difícil solo contigo, Zachary Brown" pensé.
- A ver, te ayudo si me respondes a unas preguntas que...
- ¡Pregunta lo que quieras!
Ya que le iba a ayudar le iba a sacar información importante ¿no?
- ¿Por qué trabajas aquí? - "¡Serás idiota!" pienso, "¿Por qué no le preguntas algo más interesante?"
- Porque quiero una camioneta. -¿Ya? ¿Sólo por eso?
- Entiendo...
- ¿Y a ti por qué te gusta tanto el helado de pistacho? -Esa pregunta no me la esperaba. Pero ¿por qué me preguntaba cosas tan tontas como esas?
- ¿Estábamos jugando a las preguntas y no me lo habías dicho?
- Empezaste tú. -Respondió con esa sonrisa tan sexy.
- Pues... no sé, es mi helado favorito. ¿Y a ti por qué te gusta tanto?
- En realidad, es la primera vez que lo pruebo.
- ¿Y por qué te lo pides si no tienes la seguridad de que te va a gustar?
- ¿Y tú por qué no te pides helados de otros sabores si no tienes la seguridad de que no te van a gustar? -Joder, era guapo y listo.
- "Touché" - Le dije resignada.
- Los helados son como la vida Amanda, hay que probar sabores nuevos para experimentar y ver si nos gustan o no.
- No pensé que fueras tan filosófico.
- Ni yo que fueras tan aburrida.
- ¿Perdona?
- Te ofrezco un trato, Amanda. - A saber qué sería.
- Ofréceme lo que quieras, no te voy a ayudar. -Dije haciéndome la difícil.
- Si me ayudas, y yo consigo la camioneta, hacemos un viaje en carretera por todas las heladerías del Estado.
¿El inalcanzable me estaba ofreciendo un viaje en carretera con él para probar helados? ¿Qué clase de broma es esta?
- Tu y yo... ¿Solos?
- ¿Quién más si no?
No sabía exactamente que responderle. Pero mi decisión ya estaba tomada. Kelsey me había convencido.
- Está bien, trato hecho. -Os juro que iba a decir que no pero algo en mí me incitó a tomar la decisión más arriesgada de mi vida (por ahora)
- Perfecto. -dijo estrechándome la mano y ofreciéndome otra de sus encantadoras sonrisas. -Mañana a las diez en mi casa.
¿Mañana? ¿A las diez? ¿En casa de Zachary Brown? ¿A solas?
En qué lío me he metido...
***
¡Hola! Bueno, antes que nada, muchas gracias a todas las personas que me están leyendo y dando favoritos... ¡Espero que la historia os esté gustando! ¡La verdad es que hasta yo estoy emocionada por saber qué pasará! (aunque lo sé xD)
Lo que pasa es que me gustaría que me comentarais si queréis que añada algo o si queréis que cambie a algún personaje... O simplemente que me comentéis si os gustó o no porque así sé yo si cambio la historia a vuestro gusto o la dejo.
Muchas gracias y un besico <3
![](https://img.wattpad.com/cover/47067432-288-k304897.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Te amaré cuando deje de odiarte. #Wattys2017
Teen Fiction"El inalcanzable", así apodaban a Zachary Brown todas las chicas del instituto. Bueno, todas menos Amanda y su mejor amiga Kelsey que le habían cogido muchísima tirria hacía años. Hasta que el verano de 2015 se convirtió en el verano más aburrid...