CAPÍTULO 28: Viaje express

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- Sólo déjate llevar, Amanda. -Me susurró mientras sus labios estaban a punto de rozar los míos.

"Déjate llevar, Amanda, que sea lo que dios quiera" -pienso mientras mis pies se levantan cada vez más del suelo hasta estar a la altura total de su cara. Me voy acercando más y más a él y mis ojos se cierran lentamente esperando poder fundirme en un beso con Zachary Brown.

"¿Zachary Brown?¡Joder, estoy a punto de besar a Zachary Brown! ¡No, eso no! ¿Qué hago? ¡Piensa rápido!"

Como si de un acto reflejo se tratara mis labios se apartan de los suyos justo en el momento exacto del beso y mi cabeza se mueve bruscamente hasta darle un beso en el cachete a modo de despedida.

- Adiós, que llegas tarde. -Digo atropelladamente mientras cierro la puerta de mi casa de un portazo percatándome de la cara que se le ha quedado al pobre Zac.

- Menuda cara. -Pienso en voz alta.

"No, menuda cara lamía. Mira que intentar besarle y dejarle con las ganas... ¿Pero porqué le he intentado besar? ¡Es Zachary Brown!"

Mientras pienso esto pego la oreja a la puerta para comprobar si sigue esperando en el umbral de mi entrada. Al no escucharse nada salgo a comprobar que ya se ha ido. Efectivamente, ya se ha ido al examen.

"No podré mirarle nunca más a la cara. Joder, ¿por qué lo he intentado? ¿Por qué lo he pensado?"

- Necesito hablar de esto con alguien. -Suspiro en alto.

"Pero, ¿con quién? Lindsay me echará la bronca por no haberle besado y Kelsey... Kelsey ya no puede existir en mis pensamientos."

Podría hablar con Nadia, pero eso implicaría ir a la heladería después y encontrarme por desgracia con Zac. 

- Lo mejor es pasar del tema. -Vuelvo a pensar en alto

¿Pero como dejas de pensar en el segundo beso que "El Inalcanzable" ha intentado darte y en el segundo beso que casi haces que consiga?

"¿Por qué a mí,Señor?"

***

Pasan los días y Zac no ha pasado por mi casa ni siquiera para contarme qué tal le ha ido el examen.

"Me da igual, no lo necesito. Ni si quiera le extraño"

Pienso intentando mentirme a mí misma. La completa realidad es otra muy diferente a mis fantasías.

"¿Por qué narices no paro de pensar en él?"

No me había fijado en los días que habían pasado desde el percance hasta que me fijé en el calendario.

- Uno de Agosto ya...Cómo pasa el tiempo. -Resoplé sin caer en la cuenta de que hoy le daban los resultados del examen de recuperación a Zac.

Por desgracia o por suerte, no sé exactamente como describirlo, me enteré de una manera especial.

Tocaron a mi puerta sobre las dos de la tarde así que me dispuse a abrir con cartera en mano para pagar la pizza que había pedido. Me quedé con la boca abierta al ver a un pizzero de ojos verde aceituna muy familiar.

- Nos vamos de viaje. -Me soltó Zachary Brown mientras entraba en mi casa, ya con una comodidad adquirida con el paso del verano.

- ¿Ahora eres pizzero? -Dije con incredulidad.

- Tengo mis contactos, pero iré al grano. He aprobado el examen. -Sonreí de emoción ante esa noticia y sentí ganas de abrazarle pero me contuve.

- ¡Eso es genial! ¡Sabía que lo conseguirías! -Por algún extraño motivo, verle me alegró mi día y quién sabe si todo el mes de Agosto.

- ¡Quién no lo consigue al lado de una profesora como tú! -Dijo mientras dejaba la pizza sobre el muro de mi cocina.

- Pero me dejo de cháchara y te aviso desde ya que prepares la mochila o lo que tengas que llevar porque nos vamos ya de ruta.

- ¿De.. ruta? -No entendía nada.

- Te recuerdo que me prometiste acompañarme a probar todos los sabores de helado de diferentes Estados si aprobaba. Mi parte está cumplida. Falta que cumplas la tuya. -Afirma con su hermosa sonrisa.

"Mierda. ¿Por qué habré hecho esa promesa? ¿Por qué accedí a pasar el maldito verano con él? ¿Y ahora que hago?"

- ¿No hay vuelta atrás? -Pienso accidentalmente en alto.

- Me temo que no. Tú, la furgoneta y yo en un viaje inolvidable. Me lo prometiste. Y sé que eres una chica que cumple sus promesas.

Me quedo callada durante un buen rato pero no me puedo resistir a sus ojitos de cachorrito abandonado así que al final digo resoplando:

- Está bien, iré. -Nada más terminar Zac me coge en brazos y me lleva directa a la furgoneta.

- ¿Qué haces? ¡Bájame o grito violador a los cuatro vientos! -Exclamo pataleando.

- Grítalo si quieres. ¡No hay tiempo que perder! ¡Nuestro viaje comienza ahora mismo!

- ¡Mi ropa, Zac. No he preparado nada! -Vuelvo a gritar mientras me cierra la puerta del coche.

- Tengo ropa de sobra. Algo mío te cabrá. Además, a ti te queda todo bien. -Dice riéndose mientras sale de mi casa cerrando con una mano la puerta con las llaves de repuesto que desgraciadamente ya saben donde se encuentran. Con la otra mano sujeta la pizza.

- Muy bien, Amanda. Te voy a llevar a comerte la mejor pizza en el mejor lugar del mundo con la mejor compañía. -Dice levantando y bajando las cejas de manera estúpidamente sexy.

"Esto no puede ser verdad. Todo lo que está pasando es irreal. Tiene que serlo"

- ¡Qué comience la aventura! -Grita por toda la calle sacando la cabeza como un perro por la ventanilla.

 "¿En qué líos te metes, Amanda Martínez?"

Te amaré cuando deje de odiarte.        #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora