CAPÍTULO 19: El vestido perfecto

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-Esta es mi tienda favorita. Ya verás, ¡te van a encantar los vestidos que hay aquí!

-Oye Nadia, yo no creo que me compre nada...

-¿Cómo que no? ¡Vas a ir acompañada de nada más y nada menos quede Zachary Brown! ¡Tienes que estar deslumbrante!

-Ya pero es el dinero de Zac...

-Por eso mismo, él quiere que estés guapísima. Son señales Amanda...

¿Señales?¿Qué quería decir con eso? Zachary nunca había dado señales alas chicas y mucho menos las iba a tener conmigo. Eso era imposible.

Pensando en mis cosas me dí cuenta de que me encontraba sola en medio de la tienda ya que Nadia había recorrido todo el establecimiento hasta quedarse parada ante un vestido blanco precioso con toda la espalda descubierta que acababa en una falda con un borde dorado muy bonita.

-¡Es perfecto! ¡Creo que mi pelo resaltará entre tanto blanco!

-Tu pelo resalta en cualquier lugar, Nadia. -Reconocerías el pelo rosa neón de Nadia a kilómetros de distancia si hacía falta.

-¡Tienes razón! ¿Crees que le gustará a James? - ¡James! ¿Cómo me había olvidado? Yo iba a ir a esa fiesta con Zachary para juntara estos dos tortolitos.

"Claro,por eso Zac quiere que vaya guapa para la fiesta, simplemente es para no levantar sospechas, una tapadera."Al pensar esto me quedé más tranquila. ¿Cómo llegué a pensar que Zachary Brown tendría algún interés en mí? Es absurdo.

-¿Y ese interés por que le guste a James?

-¿Tu no tienes interés por saber si el vestido que vas a escoger le gustará a Zac? Sabes que tiene que ser perfecto para él.

Con ese comentario me dejó pensando otra vez en él y en su entusiasmado interés por ser "la más guapa" de la fiesta.

La tarde transcurrió tranquila y animada. Entre charla y charla me iba sacando un poco a Zac de la cabeza pero su estúpida sonrisa volvía a mi mente una y otra vez.

Mi primera opción fue un vestido de color violeta largo que tenía a modo de cinturón un precioso encaje con brillantes.

-¿Qué te parece?

-¡Ni hablar!

- ¿Por qué? Es bonito y barato, además, no se me ven las piernas, que es un punto a favor.

- ¡Por eso mismo lo odio! ¡Tienes que enseñar Amanda, de eso se trata!

- No sé yo...

- ¡Toma! ¡Pruébate este! -El vestido que me ofreció era de un color azul cielo muy bonito de palabra de honor que acababa en una falda de tul de color azul marino.

- ¡Ni hablar Nadia!-Cuando me lo probé no podía ni respirar. No tengo mucho pecho pero dios, ese vestido apretaba demasiado, tenía la sensación de que en cualquier momento estallaría.

- ¡Y yo pensaba que íbamos a tardar porque yo no encontraría el vestido perfecto!

Buscando y probando vestido tras vestido nos dieron las cinco de la tarde y cuando ya me iba a dar por vencida encontré la perfección en vestido. Se trataba de un vestido color negro corto, el cual tenía un corsé decorado con pedrería y detalles en dorado en la falda.


- ¡Parece que esté hecho a tu medida Amanda! -Nadia siempre exageraba las cosas pero en este caso tenía razón. El vestido me quedaba realmente bien.

-¡Con unos taconazos quedarán mejor aun! -¿Tacones? ¡Ni de coña!


- Nadia, la verdad es que yo no soy una chica de tacones...


- ¡Te prestaré unos, vas a estar fabulosa ya verás! ¡Y unos rulos! ¡Te irán de maravilla! ¡Yo te los haré!


"Puf, esta chica es peor que Kelsey" ¡Kelsey! ¡Tenía que escribirle y contarle lo ocurrido!


Pagamos los vestidos, bueno, Zachary pagó mi vestido y nos dirigimos a la heladería para encontrarnos con los chicos.


- ¡Ni se te ocurra enseñar el vestido! ¡Tiene que ser una sorpresa! -Me había repetido Nadia un par de veces de camino hacia la heladería.


- Bueno, al fin estáis aquí. -Exclamó James al vernos llegar.


- ¿Te habrás comprado un vestido sexy no Amanda? -¿Por qué narices tenía que decir eso guiñando un ojo?


- ¡Y tanto Zachary! -"Maldita Nadia"


- ¡Tengo demasiada hambre! ¡La espera me abre el apetito! ¿Tú tienes hambre Nadia? -James y su ansia de comer, como no. Siempre que traía mercancía lo veía con un donut en la mano o comiéndose un mega regaliz de la tienda de golosinas del pueblo.


- ¿Qué tal si vamos a la pizzería?


-Id vosotros, yo me quedo aquí con Amanda, tenemos que probar un nuevo sabor de helado ¿a que sí? -Al decir esto Zac me guiñó un ojo, gesto que me hizo entender que el plan de juntar a los tortolitos comenzaba en este mismo momento.


- Tienes razón. A ver qué sabor toca hoy.


- Pues nada, hasta mañana. ¡Ya hablamos para lo de los tacones! -Me dijo Nadia mientras se alejaba con James.


-¿Tacones y todo, eh? Esto no será un plan para enamorarme ¿no?


"¿Qué? No, tan solo he escogido el vestido más rompedor que había para andar por casa"


- ¿Para qué querría enamorarte yo a ti? -Me iba a hacer la dura, no me iba a dejar timar por Zachary Brown.


- ¿Y por qué no querrías?


"Zachary Brown para ya con esto o moriré de vergüenza aquí mismo"


- ¿De qué es el helado hoy? -Intenté cambiar de tema para que no se percatara del intenso color rojo que cubría mis mejillas en este momento.


- ¿Por qué estás tan roja? -"Mierda, ¡lo notó!"


- ¡Dime de qué es el helado de hoy!


- Ja ja ja, de caramelo.


Pagamos nuestros helados y nos sentamos en una mesita que había alejada de todo el ruido de la heladería. Lo comimos en silencio. No me atrevía a hablarle después del ridículo que había sufrido gracias a mis estúpidas mejillas coloradas.


Pero ese silencio se interrumpió al cabo de un rato.


- Me encantas cuando estás sonrojada, Amanda Martínez.

Te amaré cuando deje de odiarte.        #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora