"De verdad te dijo eso?"
"Kelsey, cuando hementido?"
"No me lo creo"
"Kelsey déjala hablar!"
"Vale, vale, me callo... PERO TÚ QUE LE DIJISTE?"
"Nada"
"A qué te refieres con nada?"
"A nada Lindsay, me quedé callada todo el camino de vuelta"
"Lo mejor que hiciste! No te dejes vacilar nunca por Zachary Brown!"
"KELSEY!"
"Lindsay, Kelsey tiene razón, creo que me está vacilando. No os parece muy sospechoso que me haya pagado hasta el vestido de la fiesta?"
"Esa es mi Manda! No vayas a esa fiesta!"
"No Amanda, no hagas caso, vete! A lo mejor no te está vacilando... Quien sabe?"
"Tu crees?"
"No hagas caso a Lindsay, ella siempre vive en su mundo de rosa!"
"Por lo menos soy positiva no como tu que estás amargada todo el día!"
"CHICAS! Ya está,he tomado una decisión..."
"Iré a esa fiesta,total, el tengo que hacer uso del vestido, que encima me lo pagó él..."
"No tienes por qué,quémalo, será más divertido!"
"KELSEY!"
"Ja ja ja déjalo ya Kelsey, total, es una fiesta no el fin del mundo"
"Así se habla Manda!"
"Bueno, yo después no me hago cargo de nada eh?"
"Tranquila que todo irá bien xD"
"Os dejo que quedé con Nadia a las cinco y son las tres y media y yo sin ducharme ni nada!"
"Adiós guapetona,pásatelo bien!"
"CUIDADO CON ZACHARY BROWN!"
***
Llevaba pensando en los comentarios de Zac toda la mañana y mi cabeza no paraba de inventarse historias cada una más descabellada que la anterior sobre el motivo de sus ¿piropos? No, no eran piropos, eran indirectas directas.
Había llamado a mis padres para ver como iban las cosas con su "Diamante en bruto" y les había informado de la fiesta, de mi acompañante, del vestido y de tonterías varias como, por ejemplo, a que temperatura ponía el horno para pre calentar una lasaña de bandeja barata. A mi madre no le hizo mucha gracia lo de la fiesta, pero después de rogarle varias veces accedió. "Como si dejarme sola todo el verano no fuera suficiente, ahora no me dejas disfrutarlo." pensé.
Una vez había almorzado una lasaña que estaba muy fría por dentro me dispuse a darme una ducha de agua caliente para relajarme. Aunque no me relajé demasiado ya que en lo único que pensaba mientras me enjabonaba mi melena era en Zac y en su perfecto rostro acompañado de sus fuertes brazos y sus sutiles comentarios que harían que hasta Kelsey se pusiera roja.
"¡Pero qué haces!¡Para de pensar en él!"
Mi mente dejó de jugar con su imagen un buen rato hasta que vi el precioso vestido colocado cuidadosamente sobre mi cama. El vestido que él había pagado y que quería que yo exclusivamente llevara sin ninguna razón aparente.
"No, sí que hay una razón. La fiesta y la misión Jadia"
Jadia era el nombre que Zac se había inventado juntando los nombres de James y Nadia. Según él, era un código secreto para que no se enterasen del plan que teníamos y que triunfaría esta noche. Decía que sonaba muy bien.
"Agg maldito Zachary ¡sal ya de mis pensamientos!"
Lamentándome por no poder sacármelo de la cabeza me di cuenta de que tocaban en mi puerta sin cesar y de que ya eran las cinco menos diez. "¡Nadia!"
- ¡Traigo mi kit completo de maquillaje y peluquería para hacer un milagro contigo!-Dijo entusiasmada entrando con frenesí a mi casa.
La tarde fue una mezcla de sonidos y olores diferentes: risas, perfumes, purpurina y una playlist interminable en Spotify.
Nadia me hizo unas ondas en el pelo muy naturales que contrastaban con los rizos que mi pelo poseía. Ella en cambio, se hizo una trenza que cruzaba su pelo en forma de diadema y que hacía que luciera con un aspecto más infantil.
- ¡Ahora la parte más divertida, el maquillaje!
- Nadia yo no me suelo maquillar mucho...
- ¡Pero hoy es otra ocasión!
Dejé que Nadia me maquillara y la verdad es que se adaptó al look natural que yo quería conseguir salvo por un pequeño detalle: Tenía los labios rojos.
Me puse mi vestido y me miré al espejo. No estaba mal. Para nada mal. Lucía natural perolas ondas y los labios rojo me aportaban ese punto de glamour que no podría haber adoptado si no hubiera sido por Nadia.
Ella si que estaba fabulosa. Había conjuntado su vestido con unos tacones rosa pastel y una cartera rosa también, según ella, para que le combinara con su pelo.
Yo no tenía ni tacones ni accesorio de ningún tipo. Iba a ponerme unas sandalias doradas del verano pasado que todavía pasaban desapercibidas.
- ¡Ni se te ocurra ponerte eso en los pies!
- ¿Por qué no? Están bastante bien para el tiempo que llevan en mi armario sin usar...
- Yo ya tengo aquí lo que te vas a poner, tranquila... -Esa sonrisa traviesa que mostró al pronunciar estas palabras me dio miedo, no os voy a mentir.
De su bolsa sacó unos tacones preciosos dorados que eran "bajos" según ella pero que yo en mi vida habría accedido a ponérmelos.
- ¿Cómo pretendes que camine con eso? ¡Ni hablar! ¡Yo eso no me lo pongo!
- ¿Quieres impresionar a Zachary Brown o no?
Y sin pensarlo dos veces me puse los tacones "¿Pero qué haces? ¡Acabas de admitir de una manera u otra que quieres impresionar a Zachary Brown!"
No pensé más en la estupidez que acababa de hacer hasta que me vi con los tacones puestos. Me quedaban bastante bien la verdad. Y combinaban a la perfección. ¿Le gustaría a Zac? "¡Para ya de pensar en él!"
Me saqué unas cuantas fotos con Nadia y no me percaté de la hora que era hasta que oí el timbre sonar.
Bajé con cuidado las escaleras por si me mataba antes de ir a mi primera fiesta de verano con esos taconazos, abrí la puerta, y ahí estaba.
Con su estúpida sonrisa,su chaqueta perfectamente planchada y sus preciosas manos que sujetaban un ramo de rosas.
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Te amaré cuando deje de odiarte. #Wattys2017
Teen Fiction"El inalcanzable", así apodaban a Zachary Brown todas las chicas del instituto. Bueno, todas menos Amanda y su mejor amiga Kelsey que le habían cogido muchísima tirria hacía años. Hasta que el verano de 2015 se convirtió en el verano más aburrid...