CAPÍTULO 26: Una propuesta indecente.

66 11 13
                                    


Los últimos días de Julio se basaron en clases de literatura por la mañana y por la tarde sin cesar puesto que el examen de Zac era el 28 de ese mes y le juré a Dios que lo aprobaría sí o sí. Le hacían el examen tan temprano para que le diera tiempo de inscribirse en una universidad silo aprobaba.

- ¿Cuál es tu plan? -Le dije un día.

- ¿Mi plan? - Preguntó a modo de respuesta levantando su cabeza del libro de literatura que había sido su Biblia estos días.

- Sí, tu plan para el futuro. Tus ambiciones, tus metas por cumplir... - Me miraba con esos ojos verdes que mostraban burla.

- Espera, ¿No tienes planes para el futuro? - No me lo podía creer. Yo planeando en la universidad donde estudiaría y en la carrera en la que me licenciaría desde que era una cría y él a sus 18 años de edad sin saberlo.

Vi como su perfecta mandíbula cambiaba de posición para mostrar una de sus características carcajadas.

- Ay pequeña saltamontes... La vida no se basa en eso.

"Claro que sí. Sino planeas tu vida, ¿cómo vas a vivirla? ¡Espera! ¿Pequeño saltamontes?"

- ¿Ah no? ¿Y en qué se basa entonces?

- Llámame filósofo, pero la vida es aquello que sucede mientras planeas otras cosas.

- ¡Eso ni siquiera es tuyo! ¡Es de Elton John!

- Pues no, es de Instagram. - A veces llegaba a pensar que se hacía el tonto por hacerme rabiar.

- ¡Déjate de estupideces y sigue estudiando entonces, "filósofo"! -Dije con tono irónico.

- Vale profe, no me castigue. -Me reprochó mientras me miraba con ojitos de cachorrito abandonado.

- A ver si te castigo de verdad. -Dije seria.

- Uff, se pone mandona. ¿Contra la pared me vas a castigar?

- ¡Zac!

- Son bromas, no te lo tomes en serio que te veo roja. -Le propiné una colleja y siguió estudiando entre risas.

¡No tiene remedio! ¡Si es lo que digo yo! ¡Zac y Kelsey son iguales!

"Kelsey..."

De una manera u otra Kelsey siempre me venía a la cabeza. Cada cosa que hacía me recordaba a ella. Pero es normal. Era la hermana que nunca tuve. Y ahora no la tengo más.

Pasó media hora de completo silencio intelectual (así es como habíamos llamado Zac y yo a los silencios que se producían mientras estudiaba) cuando Zac lo rompió repentinamente.

- Me gustaría ser Arquitecto. - Arquitecto. Una elección un tanto extraña para un chico que podría vivir del modelaje perfectamente.

- ¿Tú? ¿Arquitecto?

- Sí, ¿por qué no? -Preguntó confuso.

- Pues sinceramente, nunca viviría en una casa diseñada por ti. -Confesé con tono de burla.

- ¡Me ofendes! -Exclamó exageradamente.

- No es por ofender...Pero, ¿cómo pretendes ser arquitecto si ni siquiera sabes dibujar a una persona?

- Oye, que los hombres de palo también tienen sentimientos. Pero lo dices de broma, lo sé. ¿Quién se resistiría a entrar a una casa con Zachary Brown dentro?

- Pues yo, está claro. Es fácil resistirse. -Dije desafiante.

- Pero bueno, me parece a mí que se te ha subido mucho el ego ¿no? ¡ A ver si "La Inalcanzable" vas a ser tú a final de verano!

- Me gustaría verte babear por mí.

- ¿Cómo lo haces tú por mí?  -¡Auch! Eso fue un golpe bajo. ¡Muy bajo!

- ¡Deja ya el tema! -Como siempre, empezaba a sonrojarme.

- Vale... ¿Te hablo de mi segunda opción entonces?

- ¿Segunda opción? ¿Incluso teniendo dos opciones en mente dices que no tienes nada planeado?

- Bueno, entonces supongo que no la quieres saber... -Dijo mientras se cruzaba de brazos como un niño pequeño.

- Vale, sí. Dime - Dije riéndome.

- Mi segunda opción es ser actor porno. -No pude contener mi enorme carcajada y me reí sin parar hasta que no podía ni respirar.

- ¿En serio? -Pregunté asfixiada ya.

- Claro que va en serio. -Dijo él con una seriedad propia de un abogado.

- Joder ¡Pues te pega!

"¿Pero qué haces?¡Acabas de admitir que tiene potencial para ser actor porno! ¿Es eso un cumplido? ¡No, no lo es!"

- Sé que me pega. Tú no te cansarías de ver mis películas y babearías por ser mi compañera en los vídeos. -Dijo guiñándome un ojo.

No me estaba gustando el ritmo que había tomado la situación así que me callé y le enseñé la lengua a modo de respuesta.

Pero lo que me dejó callada fue lo que vino a continuación:

- Ven conmigo. -Dijo Zac un rato después de habernos calmado.

- ¿A hacer una película porno? ¡No gracias! -¿Pero para qué me quejo del tema si soy yo la primera en hablar de ello?

- No, Amanda. A hacer un viaje. Tu, yo y una furgoneta por todo Estados Unidos.

Esa era la promesa que me había hecho si aprobaba literatura y si se compraba la furgoneta. Ya tenía la furgoneta, ahora solo faltaba el aprobado.

- Eso si apruebas,Zachary Brown. -Dije guiñando un ojo.

- No, me da igual aprobar o suspender. No quiero perderme ese viaje por suspender. Necesito ese viaje. Necesito hartarme a helado todos los días y después dormir en hostales por todo el condado. Necesito sentir la brisa en mi brazo mientras conduzco contigo a mi lado. Necesito que estés conmigo.

Te amaré cuando deje de odiarte.        #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora