Algo Inesperado

Capítulo 1. "Mi día fue un completo asco"

Narra  Ezequiel

Hoy era un día diferente, un día aterrador, se puede decir que el peor. Hoy comienzo las clases. En nueva cuidad, nueva escuela, prácticamente nuevo mundo. Yo voy a ser el chico nuevo al que van molestar, al que se le van a burlar, eso quiere decir, SUICIDATE. Me levanto de la cama arrastrando los pies hasta al baño, me miro en el espejo y veo mis grandes ojeras por no dormir de los nervios. Me lavo la cara con mucha agua, enjuago mis dientes y voy en busca de la ropa que me voy a poner el día de hoy. Bajo las escaleras harto de escuchar a mi mamá apurándome.

 - Buen día, hijo –me sonríe -

- Hola, Mamá – digo y muerdo una tostada-

- ¿Nervioso? –Me pregunta, mi madre-

- Muy, demasiado diría  –hablo rápido y me atraganto con la tostada que acababa de morder-

- ¿Estas bien? – me mira, preocupada-

- Si –logro decir y tomo un sorbo de mi jugo-

- ¿Seguro que quieres irte solo? ¿No quieres que te lleve?

- No, Mamá. Voy a estar bien.

- Bueno, dale. Apúrate que llegas tarde – me empuja apenas-

- Adiós.

 Me despido con un beso en su mejilla. Agarro mi mochila y coloco en mis oídos auriculares para comenzar a escuchar mi adorada música. La secundaria queda exactamente a 10 cuadras de mi casa. La gente va empujándose sin ningún pudor alguno. Me mude hace un mes por tema de trabajo de mi madre y no me acostumbro a tanta gente. Antes vivía en un pueblo chico sin nada de especial. Mis nervios van aumentando, veo como muchos chicos entran por la grande puerta negra de la secundaria. La escuela por fuera se ve bastante espaciosa, sin color, aburrida, da miedo y ya la odio.  Camino hasta la entrada con la cabeza mirando mis pies, miro de reojo cuando paso esa fea puerta, todo es como lo imaginaba, espantoso. Camino hasta mi salón que era el 5º "A"*. Toco la puerta y muchos  pares de ojos se voltean a mirarme, inmediatamente me sonrojo.

 - Usted deber ser Ezequiel Müller ¿no? –Me pregunta el profesor. Yo sigo parado al lado de la puerta-

- Sí– susurro-

- Es nuevo, primer día de clase. ¿Le parece llegar tarde?

- No – vuelvo a susurrar. Lo único que quiero es que la tierra me trague –

- Se lo voy a dejar pasar Müller, solo porque es nuevo. ¡Bienvenido! –me sonríe falsamente-

- Gracias –vaya bienvenida que me da el muy maldito. Levanto mi mirada y busco un asiento disponible. Localizo uno al fondo de todo. Camino hasta el banco agachando la mirada, siento muchas miradas  en mí.-

Pasan unos 15 minutos, mis ojos se cierran del aburrimiento. El profesor habla y habla de no sé qué, de algo que no me interesa. Cuándo creo quedar dormido, unos gritos  me despiertan. Miro hacia la puerta del salón y ahí se encuentra el profesor gritándole a un chico de unos ojos muy bonitos, con una sonrisa burlesca. El anciano sale furioso del aula y el rubio dice algo por lo bajo y  unos segundos después lo tengo al lado mío, me mira fijamente.

- Córrete o te corro* – me dice con su voz extremadamente sexy y ronca-

- ¿Q-que? – tartamudeo-

- Listo, te corro – me agarra del brazo y me tira al suelo sin pudor alguno. Toda la clase empieza a reír, yo estoy tildado- Te dije que te corras – me sonríe divertido y se sienta donde había estado sentado-

 Me paro rápidamente, siento las miradas sobre mí. Mis mejillas están rojas, en cualquier momento exploto de la vergüenza. ¿Que mierda le pasa al destino? ¿Que hice para merecer esto?. El único lugar disponible,  es al lado del maldito que me había empujado, pegado a la pared.  Me siento en silla y solo miro al frente, siento su mirada fijamente en mí. Estoy demasiado nervioso, mi día es mucho peor de lo que imaginé.