Capítulo 17 "Saliendo del closet a la fuerza"

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Narra Ezequiel

Mi despertador y el despertador de Nikky empezaron a sonar los dos a la misma vez, molesto saqué mi cara del cuello de Valentín para apagarlo. Nicolasa, Apagó el suyo unos segundos después levantándose de la cama, arrastrando los pies para encerrarse en el baño.  Sin ganas de levantarme volví a esconder mi cara el en cuello del rubio que dormía plácidamente, sin inmutarse de los sonidos. Respiré su aroma tan varonil, volviendo a cerrar mis ojos para seguir durmiendo aunque sea un rato más.

Sentí como me movían despacio el brazo, me quejé por bajo e ignoré totalmente a la persona que trataba de despertarme. Me volvieron a zamarrear esta vez más fuerte, me volví a quejar  haciendo puchero.  Sentí un tirón de mi pierna y caí de cola al piso, me acaricié la parte dolorida, levante mi cara y fulminé con la mirada a la persona que se tapaba la boca aguantando la risa. Me levanté todavía dolorido y me senté de mal humor en la cama.

-¿Era necesario? –le pregunté de mala gana a Nikky, que no pudo evitar soltar la carcajada que  había escondido segundos antes- Te odio –murmuré-

-Sí, era necesario –dijo cuando dejó de reír-  no te levantabas.

-Ya me iba a levantar –me quejé malhumorado-

-Sorry sweet boy – se acercó hacia mí- I love you.

-Son las 7 de la mañana Nikky, háblame en castellano. –me volví a quejar-

-No, I love to bother you. –volvió a hablar en su estupendo inglés. No entendí una mierda de lo que había dicho-

-Ok, te re entiendo – dije sarcástico- Como sos buena, y veo que estas cambiada andá a hacer el desayuno – sonreí mostrando todos mis dientes-

-Comprador – dijo saliendo de la habitación.-

Giré mi cabeza y vi a Valentín todavía durmiendo sin inmutarse de lo sucedido minutos antes, él dormía muy tranquilamente, con su boca entreabierta y largando unos ronquidos que apenas se escuchaban. Me acosté de costado, admirando toda su cara, me fije en su nariz y se asomaban unas pecas casi invisibles que lo hacían ver de manera aniñada. Pasé suavemente mi pulgar por su mejilla, tibia y delicada, él se quejó dormido y no pude evitar sonreír de manera tonta. Volví a pasar mi pulgar, pero esta vez en su pequeña nariz, donde estaban sus pecas. Valentín parpadeó unos segundos hasta que por fin abrió sus ojos, encontrándose con mi mirada, me sonrió medio dormido.

-Hola, amor –me saludo con su voz ronca-

-Hola – dije sonriendo y me acerqué para darle un suave beso.-

-¿Hay que levantarnos ya? –asentí con la cabeza y se quejó – Quiero quedarme todo el día durmiendo, faltemos –me agarró de la cintura, apretándome hacia él.-

-No, osito –bese su cuello- Es viernes ya.

-No importa, faltemos.

-No, Valen. – Dejé un beso en su mandíbula-  Hay que levantarnos, Nikky está haciendo el desayuno.

-No quiero – se quejó como niño pequeño-

-Lindo –acaricie su cabello- Sos lindo durmiendo ¿sabias?

-Siempre soy lindo – se agrandó, sonriendo-

-Sí, siempre – unimos los labios por varios minutos, en un beso suave y dulce- Nos levantamos antes que Nicolasa nos tire de la cama.

Algo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora