Capítulo 14 "Una manera rara de decir TE AMO"

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Narra Ezequiel

Me desperté por la claridad de la luz que entraba por mi ventana, giré mi cabeza y Valentín dormía plácidamente,  boca arriba largando unos ronquidos muy adorables. Me levanté con cuidado para no despertarlo y me asomé a la ventana, el día se mostraba de maravilla, mucho sol y nada de nubes, simplemente estaba perfecto para pasear. Me dirigí al baño, me observé  en el espejo,  y un chupón se exhibía  en la parte delantera de mi cuello, tenía un color entre lila, amarillo y rosadito. Sin duda lo iba a tener por varios días, sonreí como un idiota ante ello. Me metí en la ducha para bañarme rápidamente. Al terminar, me cambié con un jean claro y una camiseta azul de mangas largas. Cuando acabé de alistarme, fui hacía mi pieza. Vi a Valentín ya despierto, acostado con sus manos atrás de su cabeza, sonriendo de costado y sus ojos achinados por dormir.

-No me esperaste.- me dijo con su voz de dormido-

-¿Para qué? –Me acerqué y dejé un piquito en su boca-

-Para bañarnos juntos –me sonrió pícaro y me ruboricé-

-Pervertido –susurré sonriendo-

-Te encanto –dijo creído-

-sí, muchísimo –me agarró detrás de mí nuca, para tironearme hacia él, de manera que quedé acostado arriba suyo. Unimos nuestros labios en un beso-

-¿Qué hora es? –me abrazó fuerte, apoyé mi mentón en su pecho para poder mirarlo-

-La 1 pm. –dejé un besito en su pecho desnudo- ¿Tienes hambre?

-Sí, muchísima.

-¿Qué quieres que cocine?

-Lo que quieras –besó mi frente-

-Milanesa y papa frita  ¿quieres?

-Si –dijo sonriendo- Me encanta eso.

-Sos todo un nene –dije besando su nariz-

-Tal vez. ¿Me puedo bañar?

-Si bobo, yo mientras cocino. –me bajé de él y me senté en la cama,-

-No me envenenes –me gritó mientras entraba al baño-

-Idiota –dije riendo. -

Bajé las escaleras, abrí las ventanas así entraba un poco de sol y claridad. Puse la radio y sonaba "The Lazy Song"  de Bruno Mars. Me la puse a tararear mientras pelaba & cortaba las papas, cuando acabe esa tarea, metí en el  horno las milanesas a la napolitana. 

Cuando la comida ya estaba casi lista, escuché unos pasos, Valentín  bajaba ya cambiado, con un pantalón gris y una camiseta verde a rayas con blanco. Su pelo mojado lo hacía ver de una manera muy sexy.

-Que bien huele eso –me quiso robar un papa-

-No –le pegué en la mano- Todavía no comas  -lo reté-

-Ufa –se quejó como un nene, me reí. – Tengo hambre.

-Ya casi está, quejoso –me agarró de la cintura y besó reiterada veces mi boca- Qué bien huele. –Dije oliendo su pelo-

-¿Si? Vos también- se dirigió a mi cuello y dejó varios besitos en esa zona- A limón – me sonrió tierno- ¿Eso te hice yo? –señaló mi chupón-

-si, sos un chupa sangre –se rio- No es gracioso, me va a durar toda la semana.

-Marco territorio –sonrió encantador-

Algo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora