Algo Inesperado

Capítulo 4 "Todo sigue igual"

Narra Ezequiel.

Ya había pasado tres semanas del acontecimiento donde Valentín había aparecido en mi casa. A mi mamá le caía estupendamente bien, lo adora. No sé qué mierda le habrá dicho o hecho ese imbécil para tenerla todos los días diciéndome "invitalo a casa". Ella ni sabe la clase de persona que es  Valentín, es detestable, arrogante y todos los insultos que se me pueden imaginar.

Ahora mismo me encontraba en el recreo, con mis nuevos amigos. Ellos son estupendos, me hacen reír muchísimo y me olvido de los problemas. Giré mi cabeza hacia un costado y vi a ese rubio solo en una mesa, mirando la nada. Parezco obsesionado,  pero todos estos días me dedique a mirarlo de reojo, siempre está solo. Muchas chicas suspiran a lo lejos por él, ni se inmuta que lo comen con la mirada. Me molesta, me molesta demasiado para mi gusto, esas descerebradas que se creen que son para mirarlo así. Me he enterado por Nikky que Valentín busca a las chicas, no ellas a él. No tienen permitido acercarse, si él no se acerca a ellas. Se cree todo un don Juan el imbécil. Cuando salí de mis pensamiento me di cuenta que el rubio se había dado cuenta que lo estaba mirando descaradamente, giré mi cabeza ruborizado.

 - ¿Por qué estas rojito, Eze? – Me pregunto burlón  Javier.-

-Este... por nada – agaché mi cabeza-

- Te pareces a Nikky – dijo Fer y todos reímos.-

- Estúpido – gritó la colorada, se paró y le pegó un manotazo.-

- Que agresiva que sos fósforo –le sacó la lengua, yo reí por lo infantil que eran todos-

-Pueden parar de pelear – dijo Cleo- Lo importante acá es ¿Por qué te pusiste rojo? - se me burló.-

- Por nada –miré para un costado, me ponían nervioso que me miren -

- Si, si  claro, ahora es "nada". A quien mirabas ¡eh! – levantó ambas cejas de forma pícara- ¡¡Dale, decime!!

-  No, Nikky.-le dije algo avergonzado-

- Se volvió a poner rojo – dijo Javier, riendo-

- Ya, Ya, dejémoslo en paz – dijo Cleo y me abrazo, quedé tieso- ¿Estás bien?

- Es tímido rubia, no está acostumbrado que lo abracen –dijo la colorada. –

- ¿Tenias problemas Ezequiel en donde vivías?.- me preguntó Fernando-

-E-em y-yo– tartamudeo-

-Eze nos va a contar cuando esté preparado – Dijo Nikky-

-Gracias. No quiero hablar del tema – dije nervioso y avergonzado-

- Este...Lo siento, Eze. No quería ponerte incómodo.

- Esta bien, Cleo. Soy yo el tonto.

- No, está bien, macho. Puedes contar con nosotros – dijo Javier-

- Gracias. Voy al baño.

Me levanté y me dirigí donde había dicho. Nikky me entiende más que cualquiera sin saber nada de mi historia, ella me salva de estos momentos incomodos. Estos cuatros chicos que apenas conozco me entienden perfectamente sin pedirme detalle, me siento libre y feliz con ellos. Siento que vamos a formar una linda amistad.

Entré a un cubículo e hice mis necesidades. Cuando salí de ahí me encontré una figura que nunca había visto, apoyada en la mesada de la pileta del baño. Era mucho más grande que yo, su musculatura era el triple que la mía. Tenía tatuajes por todo el brazo. Me miraba con malicia.  Me puse inmediatamente nervioso y asustado. Quise salir rápidamente pero una mano me lo impidió.