Capítulo 5. "Esto no Puede ser"

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Narra Valentín

Me levanté como todas las mañanas para ir a la escuela, me cambie con un jean gris, una camiseta blanca al cuerpo y mi chaqueta de cuero negra. Baje a desayunar y me encontré con mi Nana.

 -Hola, Nana – le di un beso en la mejilla-

-Hola, mi niño. ¿Cómo has amanecido?

- Bien, con sueño.

-¿Vas a tomar lo mismo de siempre?

- Si  – me dejó un vaso con chocolatada y unas tostadas- Gracias – le sonreí y cuando apareció ese ser despreciable mi sonrisa se borró de inmediato-

- ¿Señor va a tomar café? – Dijo mi nana-

- Si – dijo frío mi padre-

- ¿No te había dicho algo yo a vos? – me miró despectivamente-

- ¿Te estás dirigiendo a mí? 

-No te hagas el vivo, nene – me dijo fríamente-

- No sé de qué me estás hablando – mordí mi tostada y mantuve su mirada desafiante-

- Te dije que no te quiero ver cerca mío, mocoso. Quiero que desaparezcas de mi vista – me miró con desprecio-

- En algo pensamos igual, para mí estás muerto.

Todo pasó en cinco segundos, mi padre se levantó y me agarró del cuello, sacándome un poco de aire. Me miraba con odio.

 -Repetí lo que dijiste – su voz era helada-

- Estas muerto para mí – dije como pude por la falta de aire.-

- ¿Cómo?

-No existís para mí- le volví a repetir-

- Vos sos el que no existe acá  - me golpeó el ojo haciéndome caer al piso, llevé mi mano donde me había pegado- Sos tan despreciable.

Me miró por última vez con esa mirada de odio y salió como si nada con su traje negro. Me levanté furioso,  pateé el mueble de la mesada con ira. Como puede ser que esa cosa sea mi padre. ¿Que le había hecho yo para que me trate así?.

 - Niño, ¿está bien? – Ella se había mantenido al margen en una esquina de la cocina.-

- Si, no te preocupes – se me acercó para examinarme el ojo-

- Vamos a ponerle hielo al ojo – fue hasta el freezer y sacó un paquete congelado de gel (es como hielo)- Así no se te hincha, niño Valentín.

- Gracias, Nana – me lo apoyé en el ojo, me alivió el dolor.-

Estuve 10 minutos con el paquete de gel congelado. Me despedí de mi nana y salí para el colegio, por suerte me había levantado temprano y llegaba bien, sin tardanza. Camine las 10 cuadras pensando en lo bastardo que es mi padre, como puede ser tan despreciable. No era la primera vez que pasaba esto pero esta vez no me lo esperaba. Lo odio, muchísimo.

Llegué al colegio y fui directamente a mi curso. No había llegado nadie, me senté en el fondo como siempre y me dispuse a escuchar música.  Mis compañeros empezaron a entrar apresurados y atrás de ellos venía el profesor de Biología.

- Bueno alumnos, vamos a hacer un trabajo en grupo. De a tres persona cada uno. Yo voy a decir con quién van a estar. – Todos  empezaron  a quejarse- Silencio, Clase – gritó-  Rubén Álvarez, Paula Castillo, Benjamín Gutiérrez, ese es el primero. Tomas Gonzalez, Facundo Figueroa, Lucas Martínez. Ese es el segundo.  Nicolasa Cullen, Valentín Strong, Ezequiel Müller, tercer grupo.

Algo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora