Chapter 10

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Skinny Love - Birdy.

- Bueno, Eddie, querido Eddie. Elizabeth habla muy bien de ti, te lo digo en serio. Para ella eres muy importante -dijo Ashley.

- Lo sé... Ella para mí también... -contestó mientras la observaba, tan preciosa como siempre.

- ¿Ya no trabajas vendiendo algodones, no? -preguntó Ashley curiosa.

- No, ya no. Aunque hice turnos extra para poder venir... Eh... no se lo digas por favor... -dijo Eddie tímidamente.

- Wow... Qué bonito Eddie. Tranquilo, no se lo diré -contestó Ashley muy segura y emocionada por el acto.

- Gracias.

Ronald interrumpió la conversación entre ellos dos.

- Ashley...

- ¡¿Qué quieres Ronald?! -gritó Ashley molesta, llamando la atención de todos.

- Eh... Tranquila... -dijo Ronald.

- No, tranquila, no. Estoy harta ¡Déjame en paz ya de una vez!

Caitlin, iba a intentar calmarla, pero Elizabeth la detuvo.

- Déjala. Es mejor, si no la cosa puede empeorar... -dijo Elizabeth.

Ashley, se marchó. No le apetecía seguir estando ahí.


<< Ashley... ¿Qué te pasa? >> -pensó Elizabeth.


Ashley llegó a su casa y empezó a llorar. Inmediatamente, su móvil vibró.

Elizabeth: Ash ¿Cómo estás? Llámame

Lo que nadie sabía, era por qué Ashley, se había comportado de esa manera.


Mientras en el pueblo...

- Tendrá un mal día -me dijo Eddie.

- Sí, supongo... Pero estoy intranquila -dije.

- Pero... ¿Entre Ronald y ella hay algo?

- No... Pero a Ronald le gusta. Y mucho. Y a veces no la deja en paz -contesté.

- Ya, se ve.

- ¿En qué?

- En la manera en que la mira -contestó Eddie mirándome a los ojos.

- Wow, tenemos a un Romeo por aquí -dije bromeando.

- Elizabeth, eres una payasa -me dijo.

- Lo tomaré como un cumplido -contesté riéndome.


Estábamos todos sentados en el parque. Hablábamos, reíamod, hacíamos tonterías. Lo pasábamos bien, pero no tan bien como otras veces. Porque cuando una persona no está, la ausencia se nota.

Nine Matches - B. Miles.

- Te he echado de menos -me dijo Ryan abrazándome.

- Y yo a ti -dije abrazándole muy fuerte.

- Es muy simpático Eddie -me dijo.

- Lo sé, es muy bueno -dije mientras le miraba.

- Por cierto lo de la guitarra...

- Eso, tienes que explicármelo. No sabía que tocabas -dije muy entusiasmada.

- Pues... La tengo desde hace unos años. Y me gusta ir a sitios diferentes, sentarme a tocar y olvidarme del mundo.

Un simple ya, lo dice todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora